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Channel: La sombra del helicóptero
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Una mano más

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"Es de bien nacidos ser agradecidos", según consta en el a veces denostado refranero español. Os escribo desde mi retiro vacacional, lejos del mundanal ruido linuxero, donde no hay distribuciones, nuevos paquetes, dependencias o luchas intestinas. Tampoco hay privacidad, ni espíritu comunitario, a decir verdad. Solo hay una herramienta que funciona y no me roba más tiempo del preciso para usarla.


Como ya me conozco desde hace muchos años, sé perfectamente que el único modo de no volver de dicho retiro es mantenerme al margen de noticias, blogs amigos, redes sociales, etcétera, algo que hasta el momento ha funcionado. No obstante, "la gran G" se empeña en notificarme cuando soy mencionado en su red social, y de este modo tuve constancia de la iniciativa encabezada por Yoyo en su blog.

Desde el mismo instante de la lectura del artículo supe que acabaría redactando uno de agradecimiento. En algunos de los escritos que han secundado la idea he dejado comentarios, pero como la bola de nieve sigue creciendo y no quiero que nadie se sienta menospreciado, permitidme usar el presente texto para dar las gracias, con la mano en el corazón en lugar de ante la webcam, a todos vosotros que conformáis la gran comunidad del software libre. Vuestra generosidad no tiene límites.

No creo ser merecedor de tanto halago, lo afirmo sin falsa modestia, creédme. Solamente soy un tipo normal que un día de 2007 redescubrió GNU/Linux de la mano de Ubuntu Feisty, entrando en la tantas veces comentada espiral de instalar-probar-personalizar y vuelta a empezar. Alguien que un día descubrió que sus anotaciones sobre los sistemas operativos que continuamente instalaba podían ser útiles a otros usuarios. Alguien a quien le divertía escribir sobre ello y establecer calificaciones y estadísticas. Solo eso.

Así que termino, reiterando:

Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo

Jaulas de oro

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Normalmente cuando las ganas de escribir se hacen ya irrefrenables, las palabras suelen fluir de los dedos hasta el teclado y la pantalla con facilidad, como algo natural, que sigue su curso. Hoy, sin embargo, cuando tengo ante mí la inmensidad de una página en blanco, no sé cómo empezar. Oh, espera, si ya he comenzado... Pero dije que me retiraba del blogueo... ¿O eran unas vacaciones indefinidas? ¿Qué decir ahora? ¿Cómo vendo este enésimo cambio de parecer?

Espera, tranquilo, haz una pausa, respira. Es tu blog personal, no tienes que convencer a nadie más que a ti mismo. Casi lo había olvidado. Pues hala, convencido, vamos a continuar.



Os cuento hoy mi historia de resignación veraniega. Otra más, añadiría. Sabéis ya de sobra cuándo y por qué caí presa de la comodidad y la facilidad que da un sistema operativo propietario, uno que te lo entrega todo masticado a costa de pagar un doble precio: por un lado el dinero que cuesta y por otro el tener la seguridad de que tus datos son vendidos, reutilizados y tratados cual mercancía por varias empresas de renombre. Más adelante os explico cómo volví a tener conciencia de esto y el porqué no me apetecía seguir tapándome la nariz solo a cambio de... nada, en realidad.

Tras abrir la caja de Pandora linuxera en mi artículo de despedida comencé a hacer uso del sistema operativo propietario que mi distribuidor informático local me había instalado en el equipo de "aquella manera". Pronto descubrí que el tiempo le había afectado en muy mala forma a Windows 7, y era momento de probar la novedosa versión 8.1. El cómo conseguí probarla lo dejo a vuestra imaginación. No me siento orgulloso de ello, ciertamente, y ése es otro de los motivos para volver a GNU/Linux.

Usando Windows 8.1
En honor a la verdad, y esto es algo innegociable en mi forma de ser, tengo que admitir que la última versión de Windows constituye un buen sistema operativo. Por citar una virtud, aparte de las ya conocidas de tener acceso a la práctica totalidad de los programas, nos sirvan para algo o no (pero, ¿y lo bien que queda?), diría que se apaga muy rápido... si no fuera porque es una verdad a medias. La realidad es que hiberna en lugar de apagarse, lo que deja la partición NTFS en un estado de inestabilidad permanente que provoca errores a la hora de realizar el montaje desde GNU/Linux. Esto tiene solución, por cierto, desde el "Panel de control", pero no es algo que nos ocupe hoy.

Retomando el tono serio, es cierto que sí, que es un buen sistema. Ha mejorado mucho desde versiones pretéritas, lo admito. Además de resultar más fluido que sus predecesores, pude reencontrarme con una antigua afición: los videojuegos. Disfruté durante el verano de "The walking dead", de Telltale Games, una especie de aventura gráfica muy conseguida, en la cual el peso de las decisiones que vamos tomando se nota sobre los hombros de un modo fantástico y a la vez turbador. Muy recomendable para los amantes del género y a un precio bastante asequible en la tienda de la compañía (en Steam es un poco más caro). Fin de la cuña publicitaria.

Resumiendo mi experiencia: me abandoné a Windows de un modo absoluto. Outlook y su calendario, junto con Onedrive, reemplazaron a ownCloud, tanto en mi equipo como en mi móvil. Google tomó el relevo de DuckDuckGo. Cero dificultades, todo comodidad. Vamos ahora con el precio a pagar.

El correo de Amazon
Una tarde del este año no tan cálido verano, me acordé de una sugerencia de un libro que había recibido unos meses atrás. Ni corto ni perezoso la introduje en Google y rápidamente tenía toda la información disponible ante mí. Al final, por razones que no vienen al caso, desestimé la lectura del libro y me dediqué a otros menesteres.

A la mañana siguiente, puntual cual lechero de los de antaño, tenía en la magnífica bandeja de entrada de mi correo Outlook un mensaje de la tienda de libros de Amazon con recomendaciones para comprar, siendo la primera, oh maravilla, el libro sobre el que buscaba información la tarde anterior en Google. Enseguida me surgieron preguntas con respuestas inconvenientes, como por qué Amazon conoce mi correo Outlook de reciente creación, por ejemplo. Y por qué Google cede los datos de mi búsqueda a dicha tienda, lógicamente a cambio de dinero. Y por qué cojones (con perdón) tengo que aguantar que me vengan a vender libros a mi correo electrónico. Sí, lamento la expresión, pero sirva para reforzar el tremendo cabreo que tenía en su momento.

Esta fue la razón número uno para replantearme la idoneidad de la herramienta que estaba empleando para poder usar mi ordenador. Incluso la de mi móvil, ya de paso, pues desde hacía varios días venía notando una actividad inusual de intercambio de datos en el teléfono que no parecía obedecer a algo legítimo. Todo ello con los servicios de Google corriendo en segundo plano... Buen momento para replantearse la instalación de Cyanogenmod.

Piratas del Caribe
Los que me habéis leído con asiduidad sabréis que tengo un niño de 7 años. Como rama dichosa que al árbol sale, siente bastante interés por la tecnología en general y los videojuegos en particular. En concreto, desde que anunciaran la última versión de un conocido simulador de fútbol en la tele me pregunta si no sería muy caro. En un primer momento vienen a mi mente tres palabras: "The Pirate Bay". Pero claro, luego hay que reflexionar: ¿qué educación quieres darle a tu hijo? Está en una edad en la que comienza a discernir con claridad el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, lo moralmente aceptable de lo que no lo es tanto.Sé de buena tinta que el software, en demasiadas ocasiones, es exageradamente caro para lo que ofrece. Pero también tengo buenos amigos que desarrollan programas como modo de ganarse la vida. Descargar y usar software pirata no es éticamente aceptable, aunque sean creaciones de enormes compañías norteamericanas.

Y esa es la razón número dos. Quiero que mi hijo sepa que cuando uso algo lo hago con todo el derecho a usarlo. Lo que compro, porque lo he pagado. Y lo que la comunidad del software libre me ofrece desinteresadamente, porque disfruto usándolo y compartiendo mis experiencias con los demás.

Imagen de Píllate un Linux

Así que en ésas estamos. Ya no hay rastro de sistemas adquiridos de aviesas maneras en mi ordenador. Tan solo queda Ubuntu (libre de Amazon, claro) y una partición de pruebas a la que no sé si volveré a darle uso. Ya iremos viendo. En mi móvil, Cyanogenmod 11 ha regresado con renovados bríos y sin problemas de batería (los hubo, pero la solución a los mismos la dejo para otro artículo). En mi portátil, un Windows 7 legítimo que va más lento que el caballo del malo (4 años sin reinstalar, todo un récord, pero vaya como se arrastra el pobre sistema) con un Xubuntu 12.04 que apenas uso.

Tengo dos motivos para estar muy contento: por una parte han regresado las ganas de escribir en mi tiempo libre. Y los que han sido inoculados con esta enfermedad saben que solo se cura dando rienda suelta a lo que te pasa por la cabeza. Cuando uno tiene un blog, ese es el mejor lugar para hacerlo. Claro que, tampoco sé cuánto durarán, pero de momento ahí están. Y, por otro lado, por haber abierto la jaula de oro y piedras preciosas, que te da mucha comodidad, mucho instalar y usar, etcétera. Pero hay un precio, uno que se puede estar dispuesto a pagar o no. Yo, de nuevo, no lo estoy. Se acabaron las vacaciones.

Salud, amig@s.

Solucionar problema de batería en Cyanogenmod 11

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Como comentaba recientemente he vuelto a instalar Cyanogenmod 11, versión Novafusion (también conocida como Maclaw, por su autor), en mi Samsung Galaxy S3 Mini. Mi primera experiencia con esta ROM no acabó demasiado bien, debido a que existía un problema de consumo excesivo de batería, con sobrecalentamiento añadido (ambas cosas relacionadas entre sí) que hacían inviable su uso. Confieso que, como en tantas ocasiones me ha ocurrido con las distribuciones de GNU/Linux, ciertos errores disparan en mí una sensación de malestar, seguida por la imperiosa necesidad de instalar otra cosa. En este caso lo que hice fue volver a la "stock ROM" del fabricante, que obtuve de la web de Sammobile.



Pero tras regresar a la libertad del mundo sin Google con una nueva instalación de Cyanogenmod 11, y tras constatar que el susodicho error continuaba presente, se me ocurrió que lo adecuado sería investigar por qué sucede y tratar de ponerle fin.

Era obvio que algún proceso se encargaba de mantener al móvil "despierto" todo el tiempo, impidiendo que entrase en modo de reposo, y consumiendo batería sin parar. Para averiguar de qué proceso se trataba hube de instalar una aplicación disponible en F-droid: BetterBatteryStats. Gracias a ella pude indagar en el tema y descubrir que el proceso maldito estaba asociado al "widget" del reloj de Android, conocido como cLock. Dicho "widget" trataba de averiguar la localización actual del teléfono, a través de la red wifi, para determinar la meteorología y, por algún tipo de error, entraba en una especie de bucle.


El tal cLock provoca en ciertas ocasiones, para más inri, la congelación del reloj del sistema. Sí, es una aplicación completita, la verdad. Puesto que el "widget" no es desinstalable, la solución pasa por denegarle los permisos para usar la red wifi y de datos. Esto se hace en "Ajustes --> Privacidad --> cLock". Allí escogemos "Denegar" en la opción "Ubicación", con lo que el "widget" ya no tiene permiso para hacer sus tropelías. Posteriormente opté por descargar un nuevo reloj con meteorología desde F-droid, en concreto uno llamado "Dash clock". El programa cLock forma parte de Android y no se puede eliminar, o al menos yo no he sido capaz, pues lejos de limitarse al "widget" controla también el reloj del sistema, razón por la que no basta con quitarlo de la pantalla de inicio.


Una vez realizados los mencionados cambios, ni el reloj del sistema se ha vuelto a congelar ni la batería a calentar, lo que me permite disfrutar de un sistema rápido, fluido y que consume mucho menos que el del fabricante, a la par que está actualizado a la última versión de Android. Y, por supuesto, libre de Google y demás. Espero que el "tip" le sirva a alguien.

Salud, amig@s.

Chakra Euler: conocimos tiempos mejores

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Bienvenidos a una nueva etapa de revisiones en el blog. Motivado por un renovado espíritu curioso y unas tremendas ganas de retomar la principal y más demandada actividad de LSDH, me dispongo a relatar mis experiencias con un nuevo lanzamiento de la que siempre consideré mi distribución favorita: Chakra Euler. Como muchos ya sabéis, Chakra es una distro tipo "semi-rolling", que publica una imagen con el estado de los repositorios cuatro veces al año, aprovechando habitualmente para actualizar los paquetes centrales y críticos. Pero el continuo lanzamiento de nuevas versiones no es óbice para que, de cuando en cuando echemos un vistazo escrutador, siempre con cariño, eso sí, al momento en que se encuentra la distro.



Antes de comenzar considero importante hacer un par de puntualizaciones sobre las clasificaciones. He introducido algún cambio en los parámetros, confiriendo mayor importancia al rendimiento ofrecido, de modo que a la tradicional batería de pruebas de la Phoronix Test Suite se viene a añadir un "benchmark" de navegadores (Browsermark 2.1) que ejecuto sobre los dos más utilizados (Firefox y Chrome), a la par que incluyo el tiempo de transferencia de archivos a dispositivos externos como indicador de calidad.

También contamos a partir de ahora con una corrección por errores (leves, moderados o graves), con la idea de reflejar fallos de la distribución que no entran en ninguna de las categorías estudiadas. Podéis consultar el remozado sistema de calificaciones en este enlace. Por pura lógica y sentido de la justicia, se hace necesario hacer tabla rasa y volver a comenzar la clasificación desde el principio. Pues bien, Chakra ha de ser la primera en someterse a revisión con nuestro particular sistema, el cual, os recuerdo, hace especial hincapié en la facilidad de uso, la estabilidad y la experiencia de usuario. No son nimiedades, desde luego. Vamos al turrón, pues.

Instalación
Tribe sigue y seguirá en estado alfa. Se trata, pese a ello, de un instalador muy bueno, de los mejores que podemos encontrar ahí fuera, pero sigue adoleciendo de características que son cada vez más comunes en sus "competidores" (nótense las comillas, por favor). Y cuanto más tiempo pasa más inexplicable resulta la ausencia de mejoras... hasta que uno lee que han decidido prescindir de Tribe para futuras versiones, sustituyéndolo por Calamares, un nuevo marco de instalación que se prevé implementar en muchas distribuciones. No sé qué aspecto tendrá, pero con el nombre se podían haber esmerado un poco más. En cualquier caso, una forma de acercamiento y de convergencia entre distribuciones que no seré yo quien desmerezca: me parece una gran idea.

Entre las cosas que me enervan de Tribe está una que nunca he comprendido por qué ocurre: la mezcla de textos en inglés y en español. Como usuario colaborador en la traducción de la distro y sus herramientas, vía Transifex, simplemente no puedo entender por qué, lanzamiento tras lanzamiento, si uno escoge el idioma de Cervantes siempre surgen múltiples párrafos de texto en Tribe que no se muestran traducidos, cuando me consta que sí hemos trabajado sobre ellos. Puede parecer una tontería, pero afea mucho el aspecto profesional de la distribución.

Y luego está lo peor: la errática instalación de los controladores propietarios de AMD, los archiconocidos Catalyst. Chakra siempre fue una de las pocas (puede que la única, no estoy seguro) distribuciones que permitieron al usuario/sufridor de estas tarjetas y APUs poder disponer de los controladores propietarios desde el mismo momento de la instalación. En pasadas ediciones de Chakra ni siquiera se podía iniciar en modo controladores no libres, mientras que en la que hoy nos ocupa, se inicia e incluso se logra instalar, para luego descubrir que se está usando un controlador vesa que será fuente de no pocos problemas, como veremos a continuación.


La instalación la hice con una resolución de pantalla muy baja (1024x768). Tras el primer reinicio sí pude usar una resolución adecuada, pero a qué precio: los sucesivos reinicios colgaban el sistema, no era capaz de apagar el equipo (quedaba en bucle infinito y necesitaba de un "hard reset"), no se reproducía el vídeo con Dragon Player... Ya preveía un desastre en las puntuaciones cuando caí en la cuenta de que todo se debía a que estaba utilizando un controlador de vídeo genérico (vesa), en lugar del que yo creía que Tribe había instalado (Catalyst). La solución pasa por instalar manualmente los controladores, siguiendo las indicaciones de la wiki de Chakra.

Solventado este importante asunto, que provoca que Chakra inaugure, a mi pesar, las correcciones negativas por fallos graves (la distro queda casi inutilizable con el controlador genérico), me encuentro con un escritorio que presenta el familiar aspecto de siempre. Una estética inigualable, para mi gusto personal. Kapudan nos da, como otras veces, la bienvenida, aunque lo sigue haciendo a medias entre inglés y español (volvemos a lo mismo de antes). A destacar la inclusión de la posibilidad de activar el repositorio extra desde el propio Kapudan, así como las notificaciones de actualizaciones de software en la barra de tareas.


Arranque y apagado
El Chakra Euler instalado en mi equipo se inicia en 45 segundos y se apaga en tan solo 7. Son tiempos más que aceptables. El menú de elección de sistema en el arranque ("aka" Grub) está en perfecta consonancia con el tono artístico del resto de la distribución, algo que, como siempre, debemos al fenomenal trabajo de Malcer. El sistema que habitualmente empleo, Ubuntu 14.04, es reconocido y se puede iniciar sin problemas.

Software
La colección de programas por defecto que incluye Chakra Euler es adecuada, con soluciones para la mayoría de tareas básicas que un usuario pueda precisar. Cabe recordar para los puristas de Qt que si no se activa el repositorio extra no se podrá instalar nada que incluya librerías Gtk. Es por ello que todos los programas que vienen con Chakra beben de las fuentes de las librerías Qt: el navegador Rekonq (2.4.2), la suite Calligra (2.8.6), el reproductor de medios Amarok (2.8.0) o el de vídeo Dragon Player (2.0) son solo algunos ejemplos. Considero un acierto la inclusión, en su momento, de Octopi para facilitar la instalación de software a usuarios poco cómodos con el uso de la terminal, si bien el propio programa llama a una instrucción que ejecuta el shell de comandos. Pese a esto, es sencillo de usar y cuenta con un indicador de actualizaciones, como comentaba antes.


Hardware
Comenzaré con todo lo que Chakra Euler reconoce con solo encenderlo: el escáner (probado con Skanlite), la webcam (ídem, con VLC, pues no funciona Kamoso) y el adaptador de red wifi (funciona desde el entorno en vivo pre-instalación). La impresora es caso aparte, por desgracia, al precisar de un software propietario (un "plugin" de HP), problema que en otras ocasiones logré salvar usando el controlador "foo2zjs", disponible en CCR. A día de hoy, dicho paquete no está actualizado (falla la suma MD5) y se debe instalar de modo manual. Pese a no ser excesivamente complicado (lo explico aquí), yo diría que excede los conocimientos de un usuario novel o medio, por lo que no puedo reconocer a Chakra el mérito de proporcionar una fácil instalación de la impresora que poseo, cosa que sí hace, por ejemplo, Ubuntu.


Todo ello ocurre a pesar de que, con solo encender la impresora, se nos muestra el mensaje de que se está configurando y que, tras unos segundos, queda "lista para imprimir". Pronto descubriremos que no es así: la impresora no imprime y se necesitan seguir los pasos anteriormente descritos.


Conectividad
En el apartado referente a la conectividad, Chakra Euler falla en la comunicación con mi equipo portátil con Windows 7 a través del protocolo habitual (samba). Pese a estar instalado de serie, el servicio correspondiente de systemd (samba.service) no parece funcionar, lo que provoca un mensaje de error en Dolphin al intentar acceder al equipo remoto. La copia de archivos a pendrive, disco duro externo USB y tarjeta de memoria SD-mini se produce sin contratiempos, aunque en todos los dispositivos la velocidad alcanzada es inferior a la lograda en Ubuntu.



Mas no todo es negativo, pues no queda ni rastro de las cuestiones comentadas en mi entrada "Solucionando problemas en Chakra" en lo que respecta a las congelaciones del escritorio y la bajísima velocidad de transmisión. Punto positivo para el equipo de Chakra.


Experiencia de uso
Como ya es habitual con esta distribución, se nos ofrece una experiencia "out-of-the-box" prácticamente perfecta en cuanto a reproducción de formatos de archivo. Podemos abrir casi todo lo que almacenamos en nuestro disco sin recurrir a la instalación de programas adicionales. El único pero está en que Dragon Player no abre el formato de vídeo digital (.dv), algo que se resuelve fácilmente con la instalación de VLC.

Rekonq, por otra parte, sigue presentando algunas lagunas en determinadas páginas. Si optamos por Firefox (que, recordemos, está en el repositorio extra), es altamente aconsejable instalar los paquetes oxygen-gtk2 y oxygen-gtk3 si no queremos que se vea realmente horrible.


Estabilidad
Más allá de lo referido anteriormente acerca del controlador de vídeo erróneo, cuando caí en la cuenta y puse remedio al tema se resolvieron todos los extraños comportamientos (impropios de Chakra, la verdad) que me habían acontecido. Abreviando: si eres el sufrido poseedor de una tarjeta gráfica o APU de AMD y deseas instalar Chakra Euler tienes dos opciones: quedarte con los controladores libres, que funcionan muy bien siempre que no vayas a utilizar el equipo para jugar o, como segunda posibilidad, instalar la distro con dichos controladores libres para luego recurrir a la wiki y pasar a los privativos.


Fluidez
Nada negativo que destacar en este apartado, lo normal cuando hablamos de Chakra. Un KDE liviano y, sin embargo, estética y funcionalmente perfecto, como es marca de la casa. Pasan los años, pasan las distros, y sigo sin encontrar una experiencia KDE parecida a la que ofrece Chakra.

Gestión de energía
Que los controladores privativos de AMD son cada vez peores es algo que, por desgracia, parece irrefutable. Hace ya varios meses que me resulta imposible, use la distro que use, suspender a RAM o hibernar. Únicamente se puede hacer en Windows, pues cualquier intento de hacerlo en GNU/Linux provoca que, inmediatamente tras entrar en estado de suspensión o hibernación, el equipo se reinicie. Si Nvidia mereció en su momento el famoso dedo de Linus, ¿cuántos dedos merece, por acumulación, AMD? Pues eso.


Rendimiento
Como ya comentaba más arriba, me he propuesto dar mayor importancia a las pruebas de rendimiento a la hora de evaluar las distribuciones GNU/Linux. Contamos ahora con 10 puntos de prueba con los que estimar el mejor o peor desempeño respecto a Ubuntu LTS, en los que Chakra solamente es superior en 3 de ellos. Destaca la gran velocidad de codificación de formato FLAC, mientras que, por el contrario, se muestra bastante inferior en el rendimiento gráfico (pese a Unity, lo que son las cosas) y en la transferencia de datos a dispositivos externos.


Sienta bien volver a las revisiones, mejor de lo que esperaba. Lo cierto es que había llegado a un punto de saturación que aconsejaba descansar y dedicarse a otras historias. Superado el mal momento, he disfrutado con la evaluación y probatura de mi distro preferida, la que adorna la cabecera de este blog.

Y eso es así aunque actualmente no la use demasiado a menudo. Es una cuestión de practicidad y compatibilidad, a la par que de seguridad: el modelo "semi-rolling" está muy bien, pero KDE saca versiones como churros y va demasiado rápido para mis necesidades actuales. Casi siempre hay algo que falla. Chakra va dando pasos hacia la facilidad de uso (Kapudan y el repo extra, Octopi y las notificaciones...), si bien me parece que sigue sin ser adecuada para usuarios noveles, algo que, nunca está de más recordarlo, jamás fue el objetivo de la distribución ni creo que lo sea.


Chakra Euler es continuista, como no podía ser de otra manera, en la filosofía y carácter de la distribución. Centrada en KDE y dirigida a sus pocos pero fieles incondicionales, es el único refugio de los que desean una experiencia completa de uso de este popular escritorio y no pueden renunciar a las librerías de 32 bits (la gran limitación de KaOS). Pero aun así, me queda la impresión de que corrieron tiempos mejores para esta distro, unos en los que se podía instalar con los controladores privativos sin problemas y la impresora funcionaba sin comerse demasiado el coco, o en los que los paquetes en CCR eran mejor mantenidos.


Pero esto escapa a la capacidad de los desarrolladores. A la hora de buscar culpables: AMD y sus controladores, HP y los suyos, cada usuario de CCR y su tiempo para dedicar al repositorio. No obstante, la decisión de seguir incluyendo una opción de instalación con controladores propietarios o el error al cargar los servicios de samba sí pueden apuntarse en el demérito del equipo de Chakra. Que cada palo aguante su vela, pues. Chakra Euler sigue siendo una gran distribución gracias al trabajo de su pequeño pero dedicado equipo de desarrollo. Y que este 7'09 de puntuación no lleve a nadie a engaño. Tened en cuenta siempre, por favor, que la combinación del hardware de cada cual con la distro que se analiza produce un resultado muy variable. Sin esta premisa en mente todo el trabajo que aquí realizo vale para bien poco.

Salud

LO MEJOR
  • Como siempre, la experiencia KDE y la estética muy cuidada

LO PEOR
  • Error al instalar con los controladores propietarios AMD

FICHA TÉCNICA

Distribución: Chakra Euler
Entorno de escritorio: KDE 4.14.1
Kernel: 3.15.5
Xorg: 1.15.2
Controlador gráfico: fglrx 14.10.2
 OpenGL: 4.4.12874
GCC: 4.9.0

CHAKRA EULERLSDH
Instalación9,00
Arranque y apagado8,75
Software8,75
Hardware7,50
Conectividad5,00
Out of the box9,58
Estabilidad10,00
Fluidez10,00
Gestión de energía3,33
Pybench3.802
Apache19.389,79
Encode-flac7,62
Unpack-linux17,51
Unigine Valley441
Browsermark FF2.791
Browsermark GC3.970
Transf. pendrive4,17
Transf. disco USB1,23
Transf. SD-card5,43
Corrección por rendimiento-0,23
Corrección por errores-1,00
CALIFICACIÓN7,09

Manjaro 0.8.10: el usuario es lo primero

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Año y medio después de revisar por primera vez una versión de Manjaro, me vuelve a picar el gusanillo de la curiosidad y me apetece asomarme un poco al momento que vive la otrora muy popular distribución derivada de Arch Linux. El adverbio escogido no es casual, aunque no pretendo insinuar que Manjaro ya no goce de cierta reputación, es innegable que el furor causado en sus inicios que la llevara a los primeros puestos en la clasificación de distros más consultadas en Distrowatch no se mantiene hoy día. Me parece recordar, incluso, que llegó a superar en consultas a su distro madre.



Todos sabemos ya que el mencionado ranking no ha de tomarse más que como un mero indicador de popularidad y nunca como medida de uso. Ni mucho menos nos sirve para diferenciar la calidad de una distribución o su voluntad de tender puentes de ayuda al usuario final, que para eso ya estamos nosotros aquí. En cierto modo me sorprende un poco el lento ritmo de desarrollo que ha tenido Manjaro, hasta el punto de que, transcurrido tanto tiempo desde sus inicios, aún no nos han presentado una versión 1.0. Pero, como veremos en el artículo de hoy, la distro no ha hecho más que avanzar en pos de un objetivo: facilitar la vida a aquellos que desean disfrutar de las ventajas de Arch Linux, sin verse obligados a lidiar con tareas excesivamente complejas. Aquí es donde Manjaro marca, indudablemente, una importante diferencia. Veamos cómo.

Instalación
Manjaro comparte con Chakra sus primeras pantallas desde que iniciamos el entorno en vivo, con las únicas y obligadas diferencias derivadas del conjunto estético que cada una de ellas propone. Hablando en plata: todo idéntico, salvo los colores. Y una gran excepción: lo que en Chakra falla (en Euler, al menos), en Manjaro funciona, esto es, el inicio e instalación de los controladores gráficos propietarios de AMD. La resolución es la adecuada desde el principio y, tras el reinicio, podemos comprobar que no es un controlador vesa genérico el instalado, sino los genuinos Catalyst de la empresa de Sunnyvale.

El instalador no es Tribe, sino Thus, pero ambos comparten su estadio alfa. En el de Manjaro, sin embargo, todo se muestra en el idioma escogido salvo el "slide show" y la primera pantalla de ayuda o resumen. La instalación se realiza en muy poco tiempo (unos cinco minutos desde pendrive), tras lo cual se nos da paso, sin ningún tipo de complicación, a nuestro escritorio XFCE. Como suelo hacer he escogido la versión principal, aquella a la que todas las distribuciones prestan especial atención, que en el caso de Manjaro es la implementada con dicho escritorio. Están disponibles, empero, versiones oficiales con Openbox y KDE, además de las comunitarias con prácticamente todos los escritorios y gestores de ventanas más utilizados.


Después de un primer reinicio llega el momento de actualizar. Es aquí donde Manjaro nos muestra un error que puede resultar crucial para el usuario poco experimentado: el gestor Pamac falla en su primer intento. A los ojos del tipo de usuario final al que Manjaro se dirige, esta temprana necesidad de usar la consola puede verse como un tremendo impedimento, razón por la cual califico el error como de importancia moderada en la clasificación otorgada a la distro. La solución pasa por abrir un terminal y actualizar a la usanza habitual, con un "sudo pacman -Syu". Esto normaliza la situación y nos brinda la oportunidad de instalar... ¡487 nuevas actualizaciones!



Más de 700 Mb descargados después, además de varios paquetes de idioma que Manjaro me indica convenientemente que es preciso instalar, tras un nuevo reinicio compruebo que todo ha ido sobre ruedas y ya tengo mi escritorio preparado para utilizar.


Arranque y apagado
El inicio de Manjaro XFCE lleva 40 segundos, mientras que su desconexión toma apenas 9. Buenos tiempos, aunque se podría esperar algo más de rapidez al iniciar de un escritorio liviano como XFCE. El gestor de arranque localizó mi Ubuntu Trusty, permitiendo iniciar dicha partición sin inconvenientes. Para modificar el grub se puede emplear, entre otros, Grub Customizer, disponible en los repositorios.


Software
En el apartado de programas disponibles me voy a centrar en aquellos que hacen de Manjaro una distro tan amigable para el usuario. Para empezar, el gestor de paquetes Pamac nos permite instalar todo lo que queramos desde los "repos" de Manjaro, con la característica añadida de poder incluir AUR entre los mismos. Esto no es moco de pavo, pues pone a nuestra disposición una tremenda cantidad de paquetes con casi cualquier programa que podamos encontrar en GNU/Linux (si no está en AUR, es que no existe...). Esto tiene sus inconvenientes también, siendo el más notable que no se muestran los mensajes de error o de otro tipo que podemos ver si hacemos una instalación "a pelo", con yaourt o cualquier otro gestor de AUR. Así, nos puede ocurrir que pensemos que una instalación se ha colgado, por transcurrir un largo tiempo en que no sabemos qué está ocurriendo realmente, algo que me pasó mientras trataba de instalar el controlador foo2zjs para la impresora. Lo que yo tomé por un cuelgue de la aplicación no era más que el tiempo empleado en descargar más de 100 Mb de paquetería, pero al no haber ningún mensaje al respecto resulta sencillo pensar en lo peor.

Por otra parte contamos con una estupenda utilidad llamada "Gestor de configuración de Manjaro". Con este programa podemos controlar aspectos tan importantes de nuestra distribución como el kernel que estamos usando, los controladores gráficos o el idioma. Mención especial para los dos primeros, claro está. Un programa que permite al usuario cambiar de kernel con suma facilidad, algo que cobra gran importancia si se tienen en cuenta las regresiones que, desgraciadamente, siguen acechando tras alguna que otra liberación del núcleo principal de Linux. ¿Que con el último kernel pierdes funcionalidad? Pues aquí tienes este programa para volver a uno anterior, sin mayor problema.


Y lo mismo se puede decir de los controladores gráficos. En resumidas cuentas, una utilidad genial que no debería faltar en ninguna de las distribuciones que se suponen dirigidas a usuarios noveles o intermedios y por la que no queda más que aplaudir a los desarrolladores de Manjaro.


En lo que respecta al resto de programas, tan solo reseñar que contamos con las versiones más recientes de los mismos, un "pelín" por detrás de Arch, como suele ser habitual debido al tiempo de liberación superior de los paquetes en los repositorios de Manjaro. El kernel incluido por defecto, de la serie 3.12, es fácilmente reemplazable con la utilidad mencionada en el párrafo anterior, con lo que no supone un inconveniente, en realidad. Por lo demás, contamos con la colección habitual que suele incorporar Manjaro: Firefox, Xnoise, Viewnior, Steam, etcétera.


Reconocimiento de hardware
En este aspecto, con Manjaro he vivido casi un calco de lo acontecido con Chakra Euler: escáner y webcam perfectos, impresora un infierno. Y al igual que con mi distro preferida, en Manjaro aparecen mensajes de "configurando" y "lista para imprimir", que no se ajustan para nada a la realidad. En descargo de esta distro se puede decir que, tras el fallo en la impresión, se nos abre una ventana con título "Troubleshooting Printing" para tratar de arreglar el desaguisado, concluyendo, tras varias intentonas, que "no hay solución obvia".

Confieso que, tratándose de una revisión y no de una distro que voy a usar para mi día a día, no me he esmerado demasiado en poner remedio al problema. Baste reseñar que lo intenté en las dos únicas formas que conozco, fallando con ambas: hp-setup no reconoce a Manjaro como una distribución válida, mientras que el controlador foo2zjs, aunque al contrario que en CCR se puede compilar sin fallos, no hace funcionar la impresora tampoco. Fracaso absoluto.



Conectividad
Otro "deja vú" de lo ocurrido con Chakra. No hay manera de conectar con mi portátil con Windows 7. Samba no viene instalado por defecto, pero aunque lo instalo y sigo un tutorial disponible en el foro de Manjaro, no tengo éxito en la tarea. En cuanto a dispositivos extraíbles, nada que objetar, al reconocerse y montarse de modo automático tanto el pendrive, como el disco duro externo y la micro tarjeta SD. El tiempo de copia al primero y la tercera es notablemente más largo que en Ubuntu, mientras que la copia al disco duro USB acontece un poco más rápidamente.


Experiencia de uso
Otro de los aspectos en los que resulta obvio que el principal objetivo de Manjaro es facilitar la vida de quien lo usa. Desde la instalación, con solo abrir Xnoise podemos reproducir todos los formatos de vídeo y audio que se nos ocurran, incluyendo el vídeo digital (.dv) que en otras distribuciones me ha dado problemas. También podemos leer nuestros documentos, descomprimir nuestros archivos, reproducir vídeos en el navegador... insisto, sin instalar ningún programa adicional. Muy buena implementación de lo que se entiende por "out-of-the-box", o en castellano, "instalar y usar".


Estabilidad
Ni cuelgues, ni ralentizaciones, ni nada parecido. Tratándose de una distro que roza el "bleeding edge", no se puede pedir más. Destacar, como comentaba anteriormente, que en caso de problemas con el kernel por defecto podemos optar por otro más moderno o anterior, incluyendo aquellos que han sido catalogados como versiones de soporte extendido "LTS", como el 3.10 o el 3.14.

Fluidez
La inclusión de XFCE como escritorio por defecto en la edición principal de Manjaro asegura que la distro correrá bien en ordenadores con menos recursos disponibles. En mi caso, nada que objetar. Tan solo recordar que también se puede optar por algo más liviano como Openbox, o algo más pesado y completo como KDE. Para gustos, colores, y en Manjaro han pensando en todo tipo de equipos para ofrecer una experiencia lo más fluida posible.

Gestión de la energía
Volvemos a repetir lo visto en Chakra Euler. Gracias a los nunca suficientemente vilipendiados controladores Catalyst, no puedo ni suspender a RAM ni hibernar. "¡Viva AMD!", dicho con todo el sarcasmo posible, claro. La función de reposo del monitor funciona como debe, destacando la inclusión de los salvapantallas, actualmente en desuso en la gran mayoría de las distribuciones GNU/Linux.


Pruebas de rendimiento
De las diez pruebas a las que someto a las distribuciones que analizo, Manjaro supera a Ubuntu en 4 de ellas, mientras que lo contrario sucede en 5 ocasiones. El test "Pybench" de la suite Phoronix no pude llevarlo a cabo debido a un error desconocido, por lo que su valor se ha despreciado en la nota final. Destacar que Manjaro fue mucho más rápido codificando un archivo de audio que Ubuntu, mientras que fue tremendamente lento a la hora de copiar a la tarjeta micro SD.


Manjaro sigue haciendo muy bien su trabajo. Cogemos un Arch Linux y le añadimos algo más a su paradigma, con lo que tenemos un sistema muy fácil de instalar y mantener para un usuario novel. Arch también lo es, pero para un determinado tipo de usuario más avanzado. Del mismo modo podría decirse que al aumentar el tiempo de liberación de los paquetes de los repositorios de pruebas a los definitivos se está disminuyendo la probabilidad de que se pasen por alto errores que son inherentes a distribuciones "rolling release". Los que llevamos algún tiempo en esto sabemos, porque la vivimos en su día, de la polémica que esto suscitó entre los desarrolladores de Arch (McRae a la cabeza) y los de Manjaro, aludiendo a la problemática de seguridad que suponía.


Las aguas se calmaron, o eso parece. En lo que a mí respecta solo puedo destacar a Manjaro como una distribución que merece mucho la pena. Montones de felices usuarios que la siguen empleando en su día a día parecen darme la razón, pese a que el ambiente que he palpado en sus foros no es el de gran entusiasmo que solía. Da la impresión de que algunos desarrolladores están abandonando el barco (¿de qué me suena esto?) Pero esta es una apreciación muy personal y no tiene porqué ser del todo cierta, ya que no soy un usuario habitual de la distribución y muchas cosas se me escapan.

Sea como fuere, centrándonos en la usabilidad y rendimiento, Manjaro sigue avanzando y consolidándose como una distribución a tener muy en cuenta en un futuro. Un sistema que probablemente, si no se tiene un hardware como el mío (AMD y HP, vaya par), os dará muchas horas de gran rendimiento y escasos problemas. Enhorabuena a los desarrolladores por fijar el objetivo de su distribución en facilitar las cosas al usuario partiendo de una base tan aclamada como Arch. Doble mérito el suyo.

Salud

LO MEJOR
  • Programas propios que facilitan la vida al usuario

LO PEOR
  • Error en la primera (y crucial) actualización con Pamac

FICHA TÉCNICA

Distribución: Manjaro 0.8.10
Entorno de escritorio: XFCE 4.10
Kernel: 3.12.29
Xorg: 1.16.1
Controlador gráfico: fglrx 14.20.7
 OpenGL: 4.4.12968
GCC: 4.9.1

MANJARO 0.8.10LSDH
Instalación9,80
Arranque y apagado7,50
Software10
Hardware7,50
Conectividad5,00
Out of the box10
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía3,33
PybenchN/D
Apache20.567,54
Encode-flac7,65
Unpack-linux17,35
Unigine Valley469
Browsermark FF2.966
Browsermark GC3.976
Transf. pendrive4,55
Transf. disco USB1,13
Transf. SD-card6,05
Corrección por rendimiento-0,23
Corrección por errores-0,50
CALIFICACIÓN7,77

Nueva intervención manual necesaria en Chakra

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Las distros para usuarios con ciertos conocimientos tienen estas cosas, que de cuando en cuando se precisa intervenir antes de una actualización para que el sistema no se vuelva inestable o, directamente, inutilizable. Como suele ocurrir con Chakra, la falta de una, digamos, portavocía en castellano hace que muchos usuarios se alarmen ante un aviso como el que nos ocupa por no entender del todo en qué consiste. Callen las alarmas, que aquí estamos para traducirlo y explicarlo. Veremos, no obstante, que el proceso no es tan sencillo y no está exento de riesgos para nuestro sistema. Es lo que hay...



Atención - Intervención manual necesaria en la próxima actualización masiva

Este anuncio es para informar a los usuarios de Chakra de todos los cambios que vienen con el paso al repositorio estable de un grupo enorme de paquetes. ¡Por favor, tengan en cuenta que para poder realizar esta actualización se necesita una intervención manual!

El cambio más importante en esta actualización se debe a la implementación de la fusión de los directorios /usr en Chakra. La razón para esta fusión se puede consultar en esta discusión (en inglés), que en pocas palabras se explica como una implementación necesaria para mejorar la compatibilidad con el desarrollo "upstream".

Los paquetes que incluyen estos cambios van a llegar al repositorio estable en los próximos días. Se va a lanzar una segunda ISO de la serie Euler al mismo tiempo, para que los usuarios que hagan una nueva instalación no tengan que realizar el proceso y aquellos que lo encuentren complicado puedan realizar una instalación limpia desde cero.

Por desgracia, esta actualización no se puede realizar de forma automática, de modo que para actualizar su sistema deberá seguir cuidadosamente la guía de la wiki, paso por paso. Si tiene alguna pregunta relacionada con esto o necesita ayuda, por favor, pídala en el hilo correspondiente del foro.

Estos son los directorios que cambiarán tras la actualización:
  • /bin pasa a /usr/bin
  • /sbin pasa a /usr/sbin
  • /lib pasa a /usr/lib
  • /lib64 pasa a /usr/lib
  • /usr/lib64 pasa /usr/lib
Además, la actualización incluye los siguientes cambios notables:
  • Plataforma y aplicaciones KDE 4.14.2 y kde-workspace 4.11.13. El objetivo de esta actualización de KDE es la corrección de errores, habiendo resuelto más de 35. Para más información acerca de este lanzamiento pueden leer el anuncio oficial.
  • Kernel de Linux 3.16.4
  • nvidia 343.22
  • Disponible un paquete nvidia-340xx
  • gcc 4.9.1
  • Libreoffice 4.3.2
Como siempre, asegúrese de que su repositorio de elección está completamente sincronizado antes de realizar la actualización. Para comprobarlo, ejecute mirror-check en Konsole o use la utilidad Mirror-Check, que se encuentra en el apartado "Internet" del menú de aplicaciones.

Hasta aquí el anuncio oficial publicado en inglés por Neophytos Kolokotronis en la web de Chakra.
El problema es que la página de la wiki a la que hace referencia está, igualmente, en inglés. Dada la importancia capital del asunto, vamos a reproducir aquí los pasos a seguir durante la próxima actualización para que nuestro sistema siga tan perfecto como suele:

Actualización de Chakra para la unificación del directorio /usr

Paso 1: verificar si es necesario actualizar ya
En la actualización se incluye linux-3.16.4-1 y glibc-2.20-1. Si hacemos:

pacman -Si linux

y

pacman -Si glibc

y en la información obtenida vemos otras versiones inferiores a las señaladas arriba, eso significa que nuestro repositorio todavía no está sincronizado y no contiene los paquetes de la nueva actualización. Es decir, aún no sería el momento de actualizar.

En caso afirmativo hay una cosa muy importante a tener en cuenta: una vez iniciado el proceso hay que terminarlo por completo, o el sistema no podrá arrancar. De igual modo, no se debe, bajo ningún concepto, forzar la actualización con el parámetro --force.

Paso 2: preparar la actualización
En lugar de hacer, como solemos, "sudo" para actualizar con pacman, dadas las características un tanto especiales de esta actualización vamos a "loguearnos" como root, haciendo:

su

e introduciendo nuestra contraseña. Luego ya podemos continuar. Si hiciéramos en este momento un "pacman -Syu", la consola, con toda probabilidad, nos arrojaría mensajes sobre conflictos con /bin, /sbin, /lib, /lib64 y /usr/lib64. De modo que tenemos que hacer algunas cosillas antes.

Paso 3: borrar archivos no necesarios
Tenemos que eliminar, por un lado, archivos en los directorios conflictivos que no pertenecen a ningún paquete. La lista se obtiene así:

find /lib /lib64 /usr/lib64 /bin /sbin -exec pacman -Qoq -- {} + > /dev/null

El resultado más probable es algún error relacionado con la no existencia de algún archivo, o bien una salida vacía (como en mi caso). También pueden aparecer aquí ficheros de virtualbox relacionados con el kernel. Si obtenemos mensajes del tipo "error: no package owns [archivo]", dicho fichero se puede eliminar.

Y, por otro lado, los archivos en dichos directorios que pertenecen a algunos paquetes no oficiales (mayoritariamente de CCR, o compilados por el propio usuario). En este caso, se averiguan:

pacman -Qqo /bin /sbin /lib /lib64 /usr/lib64 | pacman -Qm -

Aquí también puede aparecer el error de no existencia de /usr/lib64. Podemos entonces obviarlo y hacer:

pacman -Qqo /bin /sbin /lib /lib64 | pacman -Qm -

que, en mi caso, da como resultado una línea vacía. Si no es vuestro caso, debéis borrar dichos paquetes y volverlos a instalar después de la actualización. Para borrar, como siempre:

pacman -R paquete en cuestión

Paso 4: actualización
Es estrictamente necesario seguir los pasos siguientes en orden y de un modo continuado, esto es, sin que medie un reinicio, un cierre de la terminal o un "logout". De lo contrario, adiós Chakra. Si estás en un portátil, muy importante recordar hacerlo con la fuente de alimentación conectada a la corriente. SÍ, ASÍ DE SERIA ES LA COSA.

Si no estamos como root, hacemos "su" o "sudo su", tanto monta, monta tanto, para "loguearnos" como super-usuario. Y allá vamos:

pacman -Sy

pacman -Su --ignore glibc, lib32-gcc-libs, filesystem, bash

pacman -Su --ignore filesystem, bash

pacman -Su --ignore filesystem

pacman -Su

Los mensajes que aparezcan del tipo "dependencias no resolubles" ("unresolvable dependencies") deben ser contestados con un Sí o Yes.

Aunque también se actualizará el kernel, depmod y mkinitcpio van a arrojar algunos errores por no estar los enlaces simbólicos aún apuntando al lugar correcto. Es seguro ignorar estos errores, PERO NO REINICIES EL SISTEMA ya que el kernel no va a funcionar todavía. Si durante la última operación de actualización pacman arroja errores por conflicto de archivos significaría que todavía quedan ficheros en /lib que eliminar, por lo que deberías volver al paso 3.

Paso 5: vamos acabando
Uff, esto se está haciendo largo. Nos queda comprobar que nada queda en /lib, con:

ls -l /lib*

lo cual debe arrojar algo como esto, con la fecha y hora variable en cada sistema:

lrwxrwxrwx 1 root root 7 Sep 15 16:53 /lib -> usr/lib
lrwxrwxrwx 1 root root 7 Sep 15 16:53 /lib64 -> usr/lib

Solo resta reconstruir la imagen del kernel, reinstalando el paquete:

pacman -S linux

ó bien, si usas el kernel de soporte extendido:

pacman -S linux-lts

En esta oportunidad, no habrá mensajes de error de depmod. Y ya, ahora sí que sí, podemos reiniciar el sistema y respirar profundamente. Como en esta actualización también se incluye un nuevo Grub, para evitarnos males mayores conviene reinstalarlo también con:

grub-install /dev/sdX (donde X es la unidad donde tenemos el Grub, generalmente la a)

update-grub

Y listo. Veamos ahora soluciones a los posibles errores.

Error 1: no usar "root" para actualizar
Si se nos ha pasado hacer todo el proceso anterior como super-usuario, y hemos empleado sudo en su lugar, puede que tengamos problemas tras actualizar el paquete bash. En la wiki aconsejan hacer:

sudo -s /usr/bin/bash -

Error 2: olvidarse de reconstruir el kernel tras actualizar
Mira que lo advertimos, pero aún así, si se te ha pasado... no vas a poder entrar a tu sistema. Debes localizar el disco de Chakra y entrar al entorno en vivo. Desde allí, con Konsole por ejemplo, pasa a ser super-usuario con:

su

La contraseña es root. Ahora deberás montar tu partición con Chakra y hacer "chroot" para reconstruir la imagen del kernel. Siendo X la partición de Chakra:

mkdir /chakra_root

mount /dev/sdX /chakra_root

mount -o bind /dev /chakra_root/dev

mount -o bind /tmp /chakra_root/tmp

mount -o bind /sys /chakra_root/sys

mount -o bind /proc /chakra_root/proc

Si usas un partición separada para /boot, también deberás montarla, aunque no es el caso habitual en usuarios menos avanzados. Finalmente hacemos:

chroot /chakra_root

Y ya estamos dentro de nuestra partición raíz. Solo queda reconstruir la imagen del kernel, como indicamos más arriba, instalando bien el paquete linux o el linux-lts.

Pues... ¡ya está! ¿A que ha sido fácil? Por las "quejilas", que decimos por mi tierra... Es por cosillas como esta que vemos hoy que Chakra no es, ni jamás podrá ser, apta para usuarios noveles. Lo escribo como lo siento después de pegarme una mañana entera tratando de ayudar a los usuarios no angloparlantes de la distro. Espero, al menos, que llegado el día "D" de la actualización, no tengamos crujir de dientes y llantos a mansalva. Yo más no puedo hacer, que haya suerte.

Salud

P.D.: si llevas tiempo pensando en hacer una nueva instalación de Chakra, el momento ha llegado. Espera a que salga la nueva ISO de Euler (la que ya contiene la actualización dichosa) y ahórrate todo este suplicio.

Windows vs Linux: allá vamos otra vez

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Aunque Halloween ya pasó, hoy me voy a disfrazar de Artem S. Tashkinov, aquel que se les aparece a los linuxeros talibanes como los que ya me están maldiciendo por no escribir GNU en el título del presente artículo. Si no sabéis quién es os recomiendo echar un vistazo a este enlace. Uno, que ya es perro viejo y lleva usando GNU/Linux en sus distintas formas, colores y sabores, de modo casi exclusivo desde el año 2.007, por mucho que se empeñe en ocasiones en salir de su jaula dorada, termina por tener que volver a entrar con el rabo entre las piernas y muy a su pesar. De manera que, desde mi máquina que de nuevo arranca en dual, os cuento por qué he tenido que abandonar el uso exclusivo de GNU/Linux en mi ordenador y de Cyanogenmod en mi teléfono móvil. Si eres de los que opinan que dichos sistemas son perfectos y el tito Bill es el demonio, ya puedes dejar de leer.



La necesidad de actualizar la BIOS
Un buen día se me ocurrió que mis continuos problemas con los puertos USB del equipo tal vez habían encontrado remedio en alguna actualización de la BIOS de la placa base. Ocurre que Gigabyte dispone de una sencilla utilidad para hacer esta delicadísima operación, pero, oh sorpresa, dicho programa está escrito para Windows. Hay que tenerlos del tamaño del caballo de Espartero para atreverse a usar eso con Wine, una aplicación que tiene sus virtudes, innegablemente, pero de la que nunca puedes fiarte del todo, según mi experiencia personal.

Cuando comprobé que había nada menos que 7 actualizaciones para mi placa base en la web del fabricante, supe que no había remedio: necesitaba otra vez una partición con Windows. Escarmentado ya del modo en que obtuve mi último Windows 8, decidí instalar el que traía mi equipo, un Windows 7 Home Premium y "disfrutar" de sus prestaciones con todas las de la ley. Horas y horas después de instalar controladores, actualizaciones de seguridad, opcionales, importantes y esas cosas de Windows, tuve finalmente un sistema plenamente utilizable. Afortunadamente, la actualización de la BIOS con el programa de Gigabyte resultó un éxito por su sencillez y rapidez. Sobre si ello sirvió o no para arreglar las extrañas "desconexiones" de los puertos USB, me temo no estar todavía en posición de afirmarlo o negarlo, aunque por mis trasteos en Ubuntu y Chakra parece que sí.

Los juegos: vamos mejorando, pero...
Durante el último año he recuperado mi vieja afición, que data de los tiempos en que Sir Clive Sinclair dio vida a su primer ordenador: los videojuegos. Gracias a Valve y su Steam, GNU/Linux está recuperando terreno en esta materia, lo que me permite jugar, por ejemplo, a Football Manager en mi sistema preferido de forma nativa. Otra cosa distinta es la calidad a la que puedo hacerlo, pues los controladores AMD, sin ser nada del otro mundo en Windows sí que mejoran a sus homólogos de GNU/Linux.

Claro está, que siempre hay un pero. Y el que yo pongo tiene su origen en una oferta de la tienda Green Man Gaming, gracias a la cual pude conseguir el juego "State of Decay" por apenas 4 euros. Muy iluso habría que ser para pensar que un título en el que interviene Microsoft Studios va a funcionar bajo GNU/Linux. Ya os digo yo que no, y no será porque no intenté todo lo habido y por haber: Wine en diferentes versiones, Playonlinux, artículos en ruso de uno que logró, heróicamente, hacerlo correr en Ubuntu (lástima, tenía una Nvidia), etcétera, etcétera.


La historia en Windows, bueno, ya la conocéis: instalar y listo. Lo habitual, por otra parte. Por no hablar del sonido, de mucha más calidad y con todas esas chorradas de "Dolby Surround" y "Bass boost" que hacen que retumbe la habitación.

Cyanogenmod y sus inconvenientes
Turno ahora para mi triste regreso a la ROM original en mi Galaxy S3 Mini. Si bien el problema de sobrecalentamiento de la batería quedó resuelto por entero, como contaba en su artículo correspondiente, persistían dos molestos inconvenientes: el reloj que se congelaba de modo aleatorio y la imposibilidad de usar algunas aplicaciones que eran útiles para mí, concretamente Google Play y Appgree.

Reconozco que la culpa la tengo yo. Un día me levanto rebelde y reivindicativo, dispuesto a pelear contra los monopolios y las imposiciones. Ese día nada me parece una molestia. Pero pasa el tiempo, el viento sopla desde otro sitio, y ese mismo yo se pregunta por qué renunciar a cómodos servicios, a quién beneficia mi perjuicio y para qué sufrirlo. Así soy yo, y quien me entienda que me compre...

Revisando Windows 7 Home Premium
Aprovechando este nuevo golpe de timón que ha hecho que Windows y GNU/Linux vuelvan a coexistir en mi equipo de sobremesa, se me ha ocurrido aplicar mi baremo habitual para clasificar las distribuciones al sistema de Microsoft. La verdad es que no ha sido una prueba tan exhaustiva como hubiera deseado, pues a pesar de que lo intenté durante un largo rato, no fui capaz de hacer funcionar la Phoronix Test Suite bajo Windows. Resumiendo un poco la experiencia, pues tampoco es plan de extenderse con la cuestión, digamos que, a día de hoy, una instalación limpia de Windows proporciona una mejor experiencia de usuario de la que solía en el pasado.

De hecho, me esperaba unos resultados mucho peores, sobre todo en cuanto a reproducción de archivos "out-of-the-box". Windows únicamente tuvo problemas con los archivos Matroska, los de vídeo digital (.dv) y los .3gp. En cuanto a otro tipo de formatos no multimedia, no se pueden abrir de serie los .pdf, ni tampoco descomprimir los .rar. En todo lo demás, da la talla.

En lo referente a resultados me sorprendió gratamente que la transferencia de archivos al pendrive fuese más lenta que en GNU/Linux... ¡por casi un minuto de diferencia! Claro está que, en el resto de parcelas gana Windows por goleada, sobre todo en cuanto al rendimiento gráfico medido por Unigine Valley, que arrojó un resultado de 511, casi 40 puntos más que en Ubuntu. Y en los navegadores, más de lo mismo, siendo muy superior el rendimiento de Chrome y solo algo mejor el de Firefox, sin tener en cuenta la insufrible velocidad de "scrolling" del ratón del primero en GNU/Linux, que no he encontrado forma humana de solventar.

Haciendo un somero repaso por las secciones que conforman la tabla de puntuación:

  • Instalación. Todo perfecto y en castellano.
  • Arranque y apagado. Bastante más lento que en GNU/Linux.
  • Software. Todo el que quieras y más, pero sin centro de aplicaciones.
  • Hardware. El escáner no lo reconoce por haber retirado el fabricante (Epson) los controladores para Windows. Ello hace completamente imposible su utilización bajo este sistema, salvo pagando a una tercera compañía llamada Hamrick Software.
  • Conectividad. Perfecto, incluyendo el "Grupo en el hogar" para comunicarse con el portátil.
  • "Out of the box". No está mal para ser Windows, reproduce mp3 y otros formatos propietarios que en antiguas versiones necesitaban de códecs.
  • Estabilidad. Ni rastro de pantallazos azules que, la verdad, hace mucho tiempo que no veo.
  • Fluidez. Bastante bien, con el lógico retardo inicial cuando se entra al escritorio, pero nada grave.
  • Gestión de energía. La hibernación no viene habilitada por defecto, algo que ocurre también en muchos sistemas GNU/Linux.

Para finalizar, penalizo a Windows con un error grave: imposible reiniciar en algunas ocasiones, obligándome a usar el botón de apagado del equipo. Esto no repercute en la estabilidad, pues solamente sucede al reiniciar y no de un modo continuado, pero el fallo está ahí y no es la primera vez que me ocurre (si bien, en el tiempo que tuve Windows 8.1 instalado no sucedió nunca). El resultado final tras todas estas tribulaciones es de notable alto (8'06), puntuación que no esperaba, sinceramente, y que supera con creces a la que obtuvo su predecesor, hace ahora 3 años, en el artículo que le dedicaba al que era, por aquel entonces, el sistema de clasificación del blog (6'36 para el entrañable XP).


Y hasta aquí mi pequeña excursión de hoy por el mundo "windowsero". Si has llegado hasta este punto en tu lectura es porque no eres extremista, y te lo agradezco. Mas no temas, que enseguida retomo las revisiones "normales" con openSUSE y sigo usando Ubuntu para casi todo. Sin embargo, a mi parecer, aun hoy, en noviembre de 2.014, parece imposible huir de una partición del sistema de Microsoft si te gustan los juegos de ordenador, quieres actualizar tu navegador TomTom o hacer lo propio con tu BIOS Gigabyte. Esta es, como siempre, mi experiencia personal y mi conclusión, que no tiene porqué ser la tuya. Tú, tal vez, tienes otros motivos para seguir en arranque dual o para haber desterrado a Windows de tu disco duro para siempre. A tu disposición tienes los comentarios por si te apetece compartirlos.

Salud


WINDOWS 7 HOME PREMIUMLSDH
Instalación10
Arranque y apagado1,25
Software7,50
Hardware7,50
Conectividad10
Out of the box6,25
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía8,33
PybenchN/D
ApacheN/D
Encode-flacN/D
Unpack-linuxN/D
Unigine Valley511
Browsermark FF2.808
Browsermark GC4.523
Transf. pendrive4,46
Transf. disco USB0,53
Transf. SD-card3,56
Corrección por rendimiento+0,17
Corrección por errores-1,00
CALIFICACIÓN8,06

openSUSE 13.2: cosas que mejorar

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No sabéis el trabajo que me ha costado decidirme a escribir este artículo. Para alguien enamorado del mundo del FOSS no hay nada más apetecible que airear a los cuatro vientos las virtudes de un sistema operativo libre, gratuito y de código abierto, como lo es openSUSE. Así lo hice y estuve encantado de hacerlo con la última versión revisada, la que en su momento coroné como mejor sistema jamás probado en este blog. No obstante, también las hubo algo peores, e incluso alguna bastante deficiente. Así es este mundillo, tan variable y tan dependiente de la máquina en la que se utiliza cada sistema. Y la versión que hoy nos ocupa, de nombre código Harlequin, no se ha comportado como yo esperaba.



Puesto que silenciar los errores no ayuda en absoluto a corregirlos, os propongo hacer un repaso por este nuevo lanzamiento de la distro de Geeko, viendo tanto los problemas como las muchas virtudes, que por supuesto también las tiene, y recordando, una vez más y van mil, que se trata de una revisión realizada en un hardware específico. Para otros ordenadores, la experiencia puede variar. Y mucho.

Instalación
openSUSE sigue contando con uno de los mejores instaladores de GNU/Linux, tan sencillo de usar para los más legos en la materia como completo en cuanto a prestaciones e información ofrecida para aquellos más acostumbrados a lidiar con el tema. Ofrece como predeterminada la opción de formatear la partición principal en btrfs, sistema de archivos que hasta hace poco se consideraba en fase experimental y cuyo uso no se aconsejaba.


Tras la rápida instalación, un primer reinicio que nos trae un escritorio KDE cuyo tema parece prepararse ya para la llegada de Plasma 5, con tonos suaves y claros, muy diferenciados de los últimos que incorporaba la distro. Las primeras actualizaciones que selecciono comienzan a descargarse en segundo plano, "escondiéndose" el indicador en la bandeja del sistema, lo cual me lleva a pensar que algo ha fallado, sin ser así. Una vez que culmina el proceso me percato de que todo el escritorio está en inglés, daño colateral que asumo al haber descargado la versión de escritorio en vivo de KDE, en lugar del DVD que incluye todos los idiomas y escritorios.


Nada que no se pueda solucionar entrando en "Software Management" y aceptando la instalación de todos los paquetes sugeridos, entre los cuales se encuentran los módulos de traducción, y que en total suman la nada despreciable cifra de 500 Mb.


Y ahora sí, ya podemos dar por concluida la instalación con éxito, tras reiniciar y comprobar que todo funciona y el escritorio ya está en castellano.


Arranque y apagado
El grub que incorpora openSUSE es bastante bonito de por sí, pero podemos adecuarlo a nuestro gusto, tanto estética como funcionalmente, con uno de los módulos incluidos en Yast, esa fantástica herramienta exclusiva de la distro del camaleón. En cuanto a tiempos de inicio y apagado, openSUSE toma 50 segundos para lo primero y unos excelentes 9 segundos para lo último.

Software
Aunque la distro ya viene cargada con un importante arsenal de aplicaciones de uso diario, los desarrolladores ponen a nuestra disposición hasta 3 formas distintas de instalar nuevos programas: Yast, Apper y la siempre útil opción de localizar los paquetes en los repositorios de openSUSE o en webs de terceros, e instalarlos con el "1-click install". Esta opción es especialmente interesante, pues nos exime de conocer los entresijos de la distro, limitándose a añadir el correspondiente repositorio (a lo PPA de Ubuntu) y a instalar el programa por nosotros. Todo un lujo no disponible en casi ninguna otra distribución GNU/Linux.



Hardware
Como hemos visto últimamente en otras revisiones, mi impresora HP Laserjet no es precisamente sencilla de instalar. En openSUSE, aunque, como no podía ser de otra forma, no funciona a la primera, se nos ofrecen varias alternativas para solucionar el problema, que además no incluyen el uso de la terminal. Basta abrir Yast y ejecutar el módulo de impresoras. Esto es una tremenda ventaja para los usuarios noveles que no conviene olvidar. En mi caso, tras escoger hacer una instalación mediante "hp-setup", todo queda perfectamente preparado para funcionar.


El escáner también precisa de Yast para instalar los paquetes faltantes y echarlo a andar correctamente. La webcam, en cambio, ya funciona de inicio.


Conectividad
Otro problema que se viene repitiendo con frecuencia en mis últimos análisis es la imposibilidad de conectar con mi portátil con Windows 7 a través de Samba. Era algo sencillo con anteriores versiones del paquete, pero últimamente no hay manera de hacerlo con Dolphin, alegando siempre la existencia de un cortafuegos (cosa que no es cierta). Con openSUSE ocurre igual.


En cuanto a los dispositivos externos, la experiencia con la distro no ha sido buena. Si bien reconoce los tres (pendrive, disco duro y tarjeta de memoria), los tiempos de acceso son bastante pobres en comparación con los obtenidos en Ubuntu, Chakra o Manjaro. A este inconveniente hay que añadir el cuelgue de Dolphin mientras copiaba los datos a la tarjeta de memoria en una primera intentona. Tras el correspondiente reinicio del navegador, a la segunda se pudo completar la tarea. Incidente este que penaliza a la distro con un error leve.


Experiencia "out of the box"
Algo que yo sé por experiencia, pero que un usuario novel no tiene por qué conocer, es que openSUSE, por cuestiones de licencias, no incorpora casi ningún "códec" de reproducción multimedia de los habitualmente empleados. Sin embargo, Ubuntu tampoco lo hace, lo cual no es óbice para que se pueda obtener una mejor experiencia desde el inicio con el sencillo acto de marcar una casilla durante la instalación. Ahí está, en mi opinión, el principal fallo de openSUSE, fácilmente subsanable si se conoce un poco la distro, o se leen artículos del estilo "qué hacer después de instalar...".

Pero estas revisiones las hago tratando de ponerme en la piel del usuario menos experimentado. Un usuario que, tras tratar de abrir un vídeo, se encontraría con un mensaje de Kaffeine que advierte que necesita buscar los "códecs". Esto nos lleva a Yast, donde tendremos que escoger la opción de añadir los repositorios comunitarios, que a su vez nos deja con una lista de sitios cuyos nombres, en ocasiones en inglés, pueden no aclarar en absoluto qué o cuál habilitar, y qué paquetes instalar. Para colmo, tras añadir Packman, Main Oss y Non-Oss, el resultado es el mismo: no se encuentran "códecs" para reproducir el archivo.


¿Dónde está el problema? Pues que la adición de estos repositorios va a activar una serie de paquetes que se han de instalar como recomendados en Yast, algo que el usuario no habituado a la distro desconoce por completo. En resumidas cuentas, un proceso bastante más complejo de lo que debería, siempre en mi opinión, por supuesto. Si estás leyendo estas líneas porque no encuentras la manera de instalar los "códecs", puedes optar por la solución rápida y sencilla que proporciona la siempre atenta y diligente comunidad susera.


Estabilidad
No sufrí cuelgues o problemas graves, salvo uno puntual achacable a los controladores propietarios: tras añadir el repositorio de los Catalyst, gracias a Tannhausser y su web, logré instalarlos en su última versión para openSUSE, pero en el primer reinicio se quedó colgado el sistema, sin poder entrar el entorno gráfico. El desaguisado lo pude solucionar entrando en una terminal de texto para hacer un "aticonfig --initial" (siempre aconsejable, por lo que pueda pasar) y volviendo a reiniciar.

Por cierto, al entrar en la terminal de texto y leer el "Have a lot of fun" entendí la coletilla de despedida del otro gran bloguero usuario fiel de openSUSE: victorhck. Todo tiene su porqué... Sea como fuere, puesto que el problema parece asociado a la necesidad de que el usuario intervenga en la instalación de los controladores propietarios, no creí preciso penalizar este error en el apartado de estabilidad, mas sí como un error grave que puede arruinar la experiencia del usuario novel. Junto con el error leve antes comentado, suman un 1'25 de nota negativa.

Fluidez
openSUSE nos brinda un KDE ligero y a la vez potente, que de inicio consume menos memoria que Chakra, por poner un ejemplo conocido. Nada extraño en las transiciones, ni retardo en la reproducción de vídeo. Una buena experiencia de usuario, en este sentido.


Gestión de energía
Una vez ya tuve instalados los controladores propietarios comprobé, de nuevo, como no hay forma de suspender o hibernar sin que el equipo se reinicie solo. Nada nuevo bajo el sol de AMD.

Rendimiento
Lamentablemente este es el otro aspecto donde openSUSE flojea de un modo considerable, obteniendo puntuaciones por debajo de las logradas en el resto de sistemas analizados, destacando negativamente el largo tiempo de copia a pendrive y a tarjeta de memoria. Los "benchmarks" con navegadores, aunque sea solo ligeramente, también arrojan resultados inferiores a los de Ubuntu o Chakra, al igual que la prueba de rendimiento gráfico realizada con Unigine Valley.


Desde la prehistoria de la era GNU/Linux en el escritorio, openSUSE ha tenido fama de distribución pesada y de desempeño más lento que la mayoría. Mi experiencia personal desmiente categóricamente esto, al menos en lo que al uso del día a día se refiere. Sin embargo, los resultados de las pruebas de rendimiento son los que son... A mi modo de ver, openSUSE es una de las distribuciones más robustas que existen, a la par que orientada al usuario, en tanto en cuanto se pone énfasis en que éste apenas tenga que tocar la terminal (o no tocarla en absoluto). Es posible que esta forma de hacer las cosas vaya en detrimento del rendimiento general, algo así como la antítesis del principio KISS que otras distribuciones llevan por bandera.

Pero no conviene caer en el tremendismo. Que un archivo tarde 1 minuto más en copiarse a un dispositivo externo, o que los "frames" caigan ligeramente en un juego, no tienen que tomarse como argumento para desprestigiar una distribución detrás de la cual se encuentra un gran equipo de trabajo que desempeña una labor encomiable. No en vano, reitero, nos entregan un sistema muy completo, con muchas herramientas para facilitar la labor al usuario y una comunidad muy activa y amigable. Por supuesto que hay aspectos que mejorar, como en casi todo en la vida, pero si estás pensando en darle una oportunidad a Geeko, no dejes que una nota de 6'63 te convenza de lo contrario. En términos no mesurables, la experiencia que ofrece openSUSE no tiene precio. Y, tal vez, con su modo peculiar de hacer las cosas, sea ésta la distribución GNU/Linux que andas buscando...

Salud y... "have a lot of fun" ;)


OPENSUSE 13.2 KDELSDH
Instalación9,80
Arranque y apagado8,75
Software10
Hardware7,50
Conectividad5
Out of the box4,17
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía3,33
Pybench3.361
Apache22.073,44
Encode-flac8,51
Unpack-linux17,94
Unigine Valley450
Browsermark FF2.717
Browsermark GC3.870
Transf. pendrive5,10
Transf. disco USB1,09
Transf. SD-card6,07
Corrección por rendimiento-0,40
Corrección por errores-1,25
CALIFICACIÓN6,63

KaOS: fiel a sus principios

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Revisión delicada la que acometemos hoy. No debería serlo, pues en el mundo del software libre se supone que ha de imperar la libertad, valga la redundancia, para opinar sobre lo que a cada cual le parezca sin temer a las hordas de "fanboys" que se echan encima a la mínima oportunidad. Pero una cosa es lo que me gustaría y otra muy distinta la realidad, y me temo por lo ya leído en diferentes foros y blogs, que existe una cierta polémica en torno a esta distribución que hace saltar chispas entre detractores y fieles. Como lo primero es lo primero, yo no me declaro perteneciente a ninguno de los dos grupos, y vaya por delante mi respeto y admiración por el trabajo de Anke Boersma, desarrolladora en solitario de toda una distribución GNU/Linux, que no es poco. Anke decidió en su día salir de Chakra, algo que en mi humilde opinión supuso una grave pérdida para la distribución, por tratarse de una persona que colaboraba activamente en el desarrollo y en los foros, como creo que se puede intuir por su incansable trabajo al frente de KaOS. Pero así es el software libre: la gente viene, la gente va. Y a "demm", antes "abveritas", se le echa de menos.



Obviando toda esa historia, vamos a centrarnos en KaOS, que es lo que toca. Prometo, igualmente, no mencionar ni Skype ni Steam... vaya, ya es tarde. Bueno, los menciono, pero solo para recalcar lo absurdo de quejarse de su no inclusión en KaOS: los principios de la distribución están claros y accesibles en la web, por lo tanto, uno ya sabe qué instala y qué necesita. Si ambas cosas no son coincidentes, la culpa no es de KaOS. Es como pretender instalarla con Gnome... oiga usted, búsquese otra distro que las hay a patadas.

Instalación
Sencillo, intuitivo y traducido al español, el instalador de KaOS, que supongo que será próximamente reemplazado por el emergente Calamares, es estupendo. El particionador incluso permite seleccionar si nuestro disco es SSD o no, algo que se echa en falta en otras aplicaciones similares.Rápido y eficaz, no le encuentro ninguna pega, salvo la de no soportar UEFI, pero de nuevo es algo que se anuncia convenientemente en la web.


Tras el primer reinicio todo está como y donde debe. La combinación de colores claros (tema Midna) e iconos "flat" (Flattr) proporciona a KaOS una aspecto distintivo y diferenciador, seña de identidad de la distro. El renderizado de fuentes, sin ser malo, es mejorable para mis gustos particulares. Se incluye un menú de KDE más sencillo que el tradicional, pero que sigue ofreciendo una opción importante para mí: la búsqueda. Por lo demás, todo está en español y el indicador de actualizaciones de Octopi nos señala 169 paquetes a actualizar, cosa normal en una distribución de marcado carácter "rolling release".


Arranque y apagado
Como suele ser habitual en las distros centradas en KDEdisponemos de un módulo de configuración que nos permite editar el menú de arranque sin mayores complicaciones o aplicaciones de terceros. En cuanto a tiempos, un inicio de 48 segundos que resulta aceptable para KDE, y un apagado de 4 segundos, casi de récord.

Software
La instalación de software, para aquellos alérgicos a la consola, corre a cargo de Octopi, una genial implementación gráfica de pacman que, en KaOS, podemos usar al completo libre de la terminal, algo que, por ejemplo, en Chakra no es posible. Se nos permite, igualmente, elegir las dependencias opcionales a instalar cuando seleccionamos un paquete, cuestión ésta muy de agradecer. KaOS nos trae de serie aplicaciones para cubrir gran parte de las necesidades de escritorio de un usuario medio, siendo, como reza el título de este artículo, fiel a sus principios: una única aplicación para hacer algo, que lo haga bien, en lugar de varias que hacen lo mismo. Es una buena filosofía.


De serie nos encontramos con el navegador Qupzilla, el reproductor Clementine, la "suite" ofimática Calligra, un visor de cámara web que no conocía, llamado Webcamoid (que por desgracia no funciona, al menos en mi equipo) y una alternativa vía web a Skype, de nombre Appear. Esta página nos permite iniciar conversaciones entre usuarios (hasta ocho a la vez) sin necesidad de instalar programas externos, usando tan solo nuestro navegador habitual.

Hardware
Mi impresora HP Laserjet 1018, siempre trabajosa de instalar, no quiso ser menos en KaOS. Para empezar, la utilidad de HP para tal menester no se abre en modo gráfico, obligándome a iniciarla desde la terminal. Allí, el programa se queja de la falta del paquete "python-gobject", problema de sencilla resolución: basta instalarlo. Tras todo esto, la impresora se configura sin más usando la citada utilidad del fabricante. En lo que respecta al escáner, cero problemas. Y en cuanto a la webcam, puesto que Webcamoid no me funcionó pese a no arrojar errores desde la terminal, pude corroborar su buen reconocimiento tras la instalación de VLC, como atestigua la clásica instantánea de la mano del cansino que suscribe...


Conectividad
Otra vez más, y ya he perdido la cuenta, que no consigo conectar con mi portátil con Windows usando Samba. Esto, ya lo sé, no es problema de la distribución, sino de algo que falta por configurar en las nuevas versiones del paquete y que en ninguno de los sistemas probados desde la aparición de la misma (versiones 4.x) viene de serie. Yo lo único que sé es que en mis revisiones de antaño solía ser coser y cantar... pero ya no lo es. Y ganas de averiguar el motivo tengo las justas y necesarias, tendiendo a cero.

Los dispositivos externos que conecté fueron reconocidos todos. Lo extraño del asunto es que pensaba encontrar en KaOS, una distro centrada en el buen desempeño, unos tiempos de lectura y escritura muy buenos. Y aunque en el disco duro externo se alcanza y se supera a Ubuntu, referencia que utilizo en las comparaciones, la cosa cambia y de qué manera en el "pendrive" y la tarjeta de memoria: más de un minuto añadido en la copia de archivos grandes. Al igual que me ocurriera días atrás con openSUSE, Dolphin se colgó mientras copiaba en una ocasión. Tal vez se trata de un problema "upstream" de KDE.

Experiencia de uso
En este apartado es donde KaOS más destaca, permitiéndonos visualizar, escuchar o trabajar con múltiples formatos de archivo sin necesidad de instalaciones adicionales. No hubo problemas con Youtube, salvo un "crash" de Qupzilla que achaco al propio navegador y que no se reprodujo con Firefox. Perfecto reconocimiento de todos mis archivos en sus diversos formatos. De diez.



Estabilidad
Una "extreme rolling" (esto es "made in Yoyo", poseedor del copyright de la expresión) que a la vez resulta estable cual Debian. Poco más que añadir. El único inconveniente grave que encontré fue que el sonido dejó de funcionar de buenas a primeras en cierta ocasión. Tras reiniciar, el problema se arregló, por lo que decidí penalizar en la puntuación con un error moderado, que se viene a añadir al mencionado cuelgue de Dolphin, haciendo un total de 0'75 puntos a descontar.


Fluidez
El sistema se mueve con rapidez, sin saltos, como era de esperar. Nada negativo a destacar en este apartado.

Gestión de energía
Como ya sospechaba desde el inicio, cuando se me ofreció instalar con los controladores nVidia o con los libres, obviando a Catalyst, no es posible usar la versión propietaria de los "drivers" de AMD en KaOS. Las razones de esta exclusión las explica la propia Anke en los foros.De todas formas, como vengo comprobando últimamente, la gestión de energía falla tanto con los controladores libres como con los Catalyst, algo que también sucede en KaOS y que me hace imposible suspender a RAM. La hibernación no está habilitada de serie, o yo al menos no he encontrado la opción en el menú.

Rendimiento
La madre del cordero. No sé muy bien por qué, pero esperaba mayor rendimiento en KaOS. Había llegado a la conclusión, personalísima por supuesto, de que el hecho de centrarse en una arquitectura, un escritorio, y un número determinado de paquetes iba a repercutir fantásticamente en esta faceta de la distribución. Pero la realidad de las pruebas realizadas demuestran que no es así: salvo por pequeñas diferencias favorables a KaOS en los "benchmarks" de navegadores y la ya reseñada de la lecto-escritura al disco duro externo, en la mayoría de pruebas KaOS rinde peor.

Mención aparte merece el test gráfico Unigine Valley, que hube de realizar por vez primera con los controladores libres. He de reconocer que no esperaba que funcionase siquiera, pues tal era mi experiencia con otras distribuciones. El hecho de poder probar el rendimiento de los controladores libres en KaOS, pese al pobre resultado, me pareció un hecho muy positivo y merecedor de una corrección positiva en la puntuación (+0'25). Por desgracia, como ya me temía, los valores obtenidos por estos controladores siguen muy lejos de los logrados por Catalyst. Todo se andará, espero.


KaOS fue creado como un sistema destinado a satisfacer las necesidades de un número limitado de usuarios del entorno de su desarrolladora. Creo que Anke no contaba con el poder de persuasión de cierto bloguero de habla hispana (va por usted, señor Fernández, no se esconda), cuyo gusto por la distro y la consiguiente difusión entre sus muchos seguidores ayudó a la expansión un tanto descontrolada. Y de ahí a Distrowatch. El resultado es que KaOS, finalmente, se convirtió en una distribución de uso generalista, y no estoy muy seguro de que a su desarrolladora esto termine de gustarle.

Y, lo queramos o no, un sistema con cierta popularidad está sujeto a la crítica. Lo que no es de recibo es que se argumente contra KaOS usando como arma arrojadiza la falta de este o aquel paquete, cuando los principios de la distribución están clarísimos desde el inicio. Pero es algo que ya ocurrió con Chakra en su momento, si es que acaso no sigue ocurriendo en la actualidad, cuando se la acusaba de cierto elitismo por no incluir paquetería "GTK" más que a través de los famosos "bundles", o por eliminar el soporte a la arquitectura de 32 bits.


Polémicas aparte, y más allá de su 7'11 de puntuación, ¿qué opino de KaOS? Pues que es una distribución muy válida que sirve a los principios para los que fue creada (desde cero, conviene no olvidarlo). Hay usuarios a los que, por su hardware y sus necesidades, este bonito sistema les encaja como un guante. Algo extensible, siendo realistas, a toda distribución GNU/Linux. Y que todos estos usuarios la disfruten y traten de colaborar (como muestra el creciente número de paquetes en KCP, el repositorio comunitario) no puede ser otra cosa que una buena noticia y un motivo de orgullo para su creadora. Enhorabuena, pues, y mucho ánimo para continuar. Sacarse una distribución de la chistera, sin base ninguna, y mantenerla actualizada al máximo casi sin ayuda es una labor loable que solo puede despertar admiración.

Salud

KaOS ROLLINGLSDH
Instalación10
Arranque y apagado8,75
Software10
Hardware8,75
Conectividad5
Out of the box10
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía3,33
Pybench3.886
Apache20.907,39
Encode-flac13,51
Unpack-linux18,41
Unigine Valley282
Browsermark FF2.768
Browsermark GC3.991
Transf. pendrive5,01
Transf. disco USB1,09
Transf. SD-card6,05
Corrección por rendimiento-1,10
Corrección por errores-0,50
CALIFICACIÓN7,11

Linux Mint 17.1 Rebecca: triste regresión

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Menuda racha llevamos con los análisis del blog, con lo feliz que a un servidor le hace revisar una distribución GNU/Linux casi perfecta, que poder recomendar a diestro y siniestro. Como, por ejemplo, oh tremenda ironía, un par de versiones anteriores a esta Linux Mint Rebecca. Recuerdo lo bien que iba Petra, sin errores, con un rendimiento digno de reconocimiento, aunque algo escasa de soporte... Pues no hay manera, señor@s, y lo reconozco con pesar: las dichosas regresiones en GNU/Linux me tienen frito. Nuevas funcionalidades, algunas muy vistosas desde el punto de vista estético, otras que añaden facilidad para el usuario, que llaman poderosamente la atención en las nuevas versiones lanzadas de ciertas distribuciones. Todo ello, lamentablemente, se queda en agua de borrajas cuando nos encontramos, como es el caso que hoy nos ocupa, con un grave fallo que echa a perder toda la experiencia.



Y es que Cinnamon siempre me pareció una gran idea, al principio con sus problemas lógicos, pero que poco a poco se fue transformando en un escritorio de una utilidad estimable, en especial para aquellos que no conseguían adaptarse a los nuevos paradigmas de trabajo que introdujeron Gnome 3 y Unity. Distintasversiones de Linux Mint me hicieron reconciliarme con el entorno de escritorio, muy fallón y lento en mi equipo en sus comienzos, para concluir con la puntuación perfecta para Petra, que en su día todos celebramos. Veamos por qué motivo hoy no estamos de fiesta.

Instalación
Aquí hay poco que comentar, en tanto en cuanto Mint continúa con la apariencia y la funcionalidad de siempre. O, para ser más exactos, la línea de "artwork" iniciada en Linux Mint 10 Julia, que vaya si ha llovido desde entonces. El mismo fondo de pantalla, el mismo tema de escritorio (con alguna variación menor), el viejo y amigable Mint que todos conocemos, para concretar. En las fuentes tipográficas sí se aprecia alguna diferencia, con el uso de Noto, y un gran renderizado a la par. Bastante por encima de la mayoría de distribuciones que conozco, en este sentido. El grub sigue sin estar tematizado, algo que no debiera ser demasiado trabajoso y aportaría un plus de calidad al ya de por sí bien cuidado aspecto general.

Algo que sí se ha hecho con la pantalla de "login", que nos muestra una sucesión de bellos fondos de pantalla paisajísticos muy de agradecer. Un detalle de los desarrolladores para con el usuario, como también lo supone el hecho de que se recuerde la contraseña de la red wifi introducida en la sesión "live", de manera que tras el primer reinicio al nuevo sistema no es necesario volverla a introducir. Son las pequeñas cosas que hacen de Mint una distro puntera en cuanto a facilidad de uso y apariencia.


El clásico escudo de la bandeja del sistema nos muestra, como de costumbre, las actualizaciones disponibles ordenadas por niveles de seguridad. Algo que también es único en esta distro, donde se gradúan del 1 al 5 dependiendo de cuan peligrosas puedan resultar para la estabilidad de nuestro sistema. Como ya ocurría en la última versión, que no llegamos a analizar en este blog, podemos ver todos los niveles, aunque el 4 y 5 (dbus sería un ejemplo del primer caso, y el kernel del segundo) aparecen deshabilitados por defecto.


Tras la actualización de rigor y el consiguiente reinicio, no hay problemas ni errores que lamentar. Eso sí, merece la pena perder algo de tiempo entrando al módulo de "Idiomas" de la configuración general del sistema y eliminando la gran mayoría de los 43 (sí, leéis bien, cuarenta y tres) instalados. Con el inglés de los "states" y el castellano, a mí me vale. De igual manera recomiendo entrar en "Orígenes del software", donde podemos elegir el mejor espejo como repositorio principal con una facilidad pasmosa, al ordenarse todos los disponibles según el tiempo de respuesta (un ping, supongo).



Arranque y apagado
Si queremos modificar el grub de un modo gráfico tendremos que instalar un programa adicional, como es el caso del Grub-customizer, mediante PPA. Los tiempos de inicio y apagado del sistema son más que correctos: 41 segundos para entrar y 6 para salir.


Software
MintInstall se encarga de facilitarnos la instalación de programas, siendo una utilidad que, en general, se maneja con más fluidez y es más simple que su equivalente para Ubuntu, distribución en la que Linux Mint se basa desde sus comienzos. De serie contamos con Firefox como navegador, VLC y Vídeos para multimedia, Banshee para música, Gimp para retoques gráficos y Libreoffice como "suite" ofimática.


Reconocimiento de hardware
Más o menos lo habitual para mi equipo: un ratillo para configurar la impresora y todo perfecto para la webcam, el escáner y la tarjeta de red inalámbrica. La instalación de los controladores propietarios de AMD se puede hacer sin temores gracias a la inclusión de un módulo "Administrador de controladores" que nos facilita, una vez más como es norma, el trabajo.


La impresora, desde el punto de vista del usuario novel, puede suponer algún problema si se opta por instalarla desde el módulo incluido en el menú de Mint. Dicho módulo instala el controlador libre foo2zjs, que antaño iba bien, pero que en la actualidad no provoca el resultado deseado, esto es, que la impresora funcione. Por ello recomiendo usar directamente la utilidad "hp-setup", incluida en el paquete "hplip-gui", fácilmente instalable desde el centro de software.



Conectividad
En distintos comentarios de otras revisiones pasadas he observado a algún que otro lector extrañado de mis problemas con Samba. Yo insisto en mi postura: solía ir bien con casi todas las distribuciones y ahora no funciona en ninguna. Que sí, que puedo perder el tiempo en configuraciones y demás... pero no me apetece volver a eso. No entiendo el porqué de esta regresión y además, al llover sobre mojado, incluso me llega a molestar. Absténganse los talibanes del "colabora y lo arreglas tú", pues no soy programador. En resumen: seguimos igual, "no Samba, no party".


Los dispositivos externos se conectan y son reconocidos. Los tiempos de lectura y escritura son buenos, similares a los de Ubuntu salvo en "pendrive", bastante más lento. Si el dispositivo introducido contiene archivos multimedia, se lanza un importador, lo que supone otro paso más en pos de la facilidad de uso. Detalle a detalle se crea una gran impresión general que, por desgracia, acaba de un plumazo como veremos pronto.


Experiencia de uso
Linux Mint es casi inigualable en este aspecto. Incluye de serie todos los "codecs" y utilidades necesarias para cualquier tarea que precise un usuario medio. A tal punto llega que hasta se pueden reproducir archivos de vídeo digital puro (.dv), con el programa Vídeos, algo que no he logrado en ninguna otra distribución. Simplemente, perfecto.


Estabilidad
Cuando ideé el sistema de puntuaciones que sostiene el blog tenía dos cosas en mente: premiar la facilidad de uso para noveles en GNU/Linux y la estabilidad por encima de todo. Por este motivo, cualquier error de dicha índole es fuertemente castigado en la nota final. Y esto, como os temíais, es lo que ocurre aquí.

El fallo en cuestión no es de gravedad extrema, pues el sistema no se congela. Pero, de cuando en cuando y de un modo totalmente aleatorio, me encuentro con que Cinnamon no inicia ninguna ventana de modo tradicional. Esto es, ni mediante iconos de la barra de tareas ni usando el menú. Digamos que quiero abrir Firefox, pulso el icono, aparece el cursor de espera y... eso es todo. Tal como aparece, desaparece. Lo mismo con la terminal, con Nemo, con cualquier cosa.

Para añadir misterio al tema (o no, depende de los conocimientos de cada cual), si ejecuto un atajo de teclado, sí que se abre. Lo comprobé con la terminal, a la que pude acceder con CTRL + ALT + T, pudiendo observar un montón de líneas de "permiso denegado", como muestra la imagen.


Esto, como digo, ocurre sin más. No parece obedecer a algo concreto, solamente sucede y el único modo de devolver el sistema a la normalidad es reiniciando el equipo, pues el "Reiniciar Cinnamon" de la barra de tareas no lo arregla. Y si trato de reiniciar sesión, una inquietante ventana con el mensaje "Su sesión ha durado menos de 10 segundos" me devuelve una y otra vez a lo mismo. Frustrante como poco, se puede decir que este fallo arruina lo que hasta entonces era una gran experiencia de uso. Una lástima.

Fluidez
Exceptuando lo visto en el párrafo anterior, todo lo demás va muy bien, y ello incluye un sistema que responde con rapidez y fluidez al uso.


Gestión de la energía
Más de lo mismo, en ración doble: ni suspensión ni hibernación. Como siempre, Catalyst en el punto de mira. ¿Por qué, AMD, por qué este castigo? Qué cruz...

Rendimiento del sistema
Teniendo en cuenta que la base de Linux Mint es Ubuntu, uno esperaría resultados parejos entre ambas distribuciones. Y así es, en la mayoría de apartados, destacando Mint en lo negativo con el test de codificación de audio (casi 5 segundos más que Ubuntu, resultado comprobado), así como el ya mencionado desfase de copia en el "pendrive". Igualmente, Mint también rinde peor en el "benchmark" gráfico Unigine Valley, con 20 puntos menos de valoración.


Las regresiones, una a una
Llegado este punto se me ocurre que sería buena idea comparar la "perfección" de Linux Mint Petra en mi equipo con las molestas regresiones encontradas en Rebecca. Veamos, pues:

- Arranque y apagado más lentos que en Petra. Esto es anecdótico, al ser una diferencia muy pequeña y carente de importancia.

- La impresora no funciona con foo2zjs, el controlador libre. En Petra opté por instalar directamente el privativo, de modo que no se puede probar la regresión, pero es cierto que en versiones anteriores sí que he podido constatar que funcionaba.

- Samba ya no conecta "de serie". En Petra sí lo hacía.

- Estabilidad del escritorio. El Cinnamon de Petra no me planteó problemas. En Rebecca, ya hemos comentado el desaguisado.

- Gestión de energía. En Petra podía suspender e hibernar el equipo. Nada de esto es posible en Rebecca.

Recapitulando que es gerundio. ¿Cuándo podremos librarnos en GNU/Linux de estas molestas y continuas regresiones? La insistente sensación de que estamos usando una "beta", ¿se acabará algún día? ¿Por qué existe esa necesidad, casi patológica, en desarrolladores y usuarios de seguir sacando versiones nuevas sin parar cuando todavía no se han perfeccionado las antiguas? ¿Merece la pena introducir funcionalidades nuevas cuando se arruina la experiencia de uso estable de anteriores sistemas?

Son muchas preguntas de golpe, lo reconozco. Y la respuesta a muchas de ellas no es simple en absoluto. Como nos conocemos (algunos, que nadie se me vaya a enfadar), este artículo no pretende arrojar improperios contra GNU/Linux, solo es una revisión más. El problema es que esperaba encontrar continuidad a la maravilla que supuso Linux Mint 16 Petra, cuyo soporte ya expiró, por cierto. Y en su lugar, me encuentro con que tengo que reiniciar el sistema cada dos por tres, no puedo poner el equipo en modo suspensión, no puedo usar el controlador libre de la impresora, tengo que hacer labor detectivesca para conectarme a mi portátil sobre por qué Samba no quiere funcionar...

Tenemos, por lo tanto, un sistema con una excepcional facilidad de uso de cara al usuario con pocos conocimientos, con herramientas que mejoran las incluidas en otras distribuciones, y un cuidado aspecto. Todo ello se va por el desagüe por culpa de errores groseros que no estaban presentes, en su mayoría, en anteriores versiones. ¿Qué necesidad hay de esto?


La respuesta, como os decía, quizás no sea sencilla. O tal vez sí: seguir con lo que conocemos y sabemos que va bien, por antiguo que pueda parecernos. Linux Mint 13 Maya, por ejemplo, todavía tiene soporte a día de hoy. Y no ha pasado tanto tiempo desde que vio la luz, en realidad. Sostiene Clem Lefebvre, a la sazón "alma máter" de esta distribución, que si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Creo que ha de tener razón, visto lo visto, pues con cada revisión que acometo las cosas parecen torcerse en uno o en otro sentido. En lo estrictamente referido a Linux Mint, puesto que Petra no tiene ya soporte, os recomiendo encarecidamente que os quedéis con Qiana. Por desgracia no puedo atestiguar que vaya tan bien como su predecesora, pues no la probé en su momento, pero cada uno es conocedor de su equipo y bien podrá sacar conclusiones.

El resto de la cuestión, con sus inquietantes preguntas, tal vez sea motivo para un debate sosegado. Os invito a ello.

Salud

Linux Mint RebeccaLSDH
Instalación10
Arranque y apagado7,50
Software10
Hardware8,13
Conectividad5
Out of the box10
Estabilidad5
Fluidez10
Gestión de energía3,33
Pybench3.039
Apache23.380,51
Encode-flac13,21
Unpack-linux17,98
Unigine Valley454
Browsermark FF2.832
Browsermark GC3.966
Transf. pendrive4,18
Transf. disco USB1,08
Transf. SD-card4,57
Corrección por rendimiento-0,55
Corrección por errores0,00
CALIFICACIÓN6,85

Fedora 21: "déjà vu"

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Si por algo se caracteriza la estación del año en la que nos hallamos ahora mismo es por desatarse la fiebre de los lanzamientos en el mundo de Tux. Casualidad o no, que no lo tengo yo tan claro, el caso es que esta vorágine de "versionitis" de periodicidad anual empieza despertando en mí el deseo de probar y degustar tanto sabor que se nos ofrece, para acabar, de manera invariable, en el hartazgo, la monotonía y la sensación de estar dando vueltas sobre sistemas que son, en suma, prácticamente lo mismo en cuanto a virtudes y defectos. Si acaso, lo que sí supone alguna diferencia es el rendimiento que da cada cual en mi sistema. Pero poco más allá de esta cuestión, el resto de aspectos resultan tan repetitivos que uno parece revivir una y otra vez lo mismo.



Cuando el que realiza la revisión no disfruta, existen muchas probabilidades de que el artículo resultante tampoco invite al goce. Os pido disculpas de antemano si os parece que el espacio dedicado a Fedora, insigne distribución que sirve de conejillo de indias a Red Hat, es escaso o carente de excesivo entusiasmo. Pero ya os digo que cansa encontrar los mismos errores en todas las distribuciones, y tener que volver a repetir los consabidos argumentos en contra de AMD, mi sistema, Samba, mi impresora, etcétera, etcétera. Comprendo que a la gran mayoría todo ello os importe un pimiento, en especial a aquellos que usan Fedora y les va de cine. Pero una revisión es una revisión, de modo que os contaré cómo me fue con Fedora 21, a punto de cumplirse dos años desde la última seriedeartículos que dediqué a la misma. La versión explorada ha sido la recomendada para equipos de sobremesa y portátiles, denominada Fedora Workstation. El escritorio, como no podía ser de otra forma tratándose de esta distribución, es Gnome 3.

Instalación
Si bien la sesión de escritorio en vivo ha de desarrollarse por entero en inglés, a la hora de instalar podemos escoger nuestro idioma. El instalador de Fedora posee una serie de características y un aspecto únicos, sobre todo en la parte referente al particionado del disco. Se nota que la intención de los creadores es facilitar la tarea, un poco en la línea de lo que ofrece Gnome 3. Pero, de modo parecido a lo que ocurre con el escritorio, aquellos no acostumbrados a esta forma de hacer las cosas van a encontrar esta parte de la instalación más complicada, lo que viene siendo lograr lo contrario del objetivo que se perseguía. En mi caso particular, el particionador me obliga a estar más pendiente de lo habitual, pues no parece claro en determinados momentos qué se va a formatear y qué no, qué se monta y qué no.

Cuestión de habituarse, supongo. Al menos, mirado desde el punto de vista de los usuarios poco avezados en la materia, existe la posibilidad de optar por el particionado automático. La secuencia de imágenes que acompaña al proceso de instalación es sencilla, pero refrescante, pues también se aleja de lo tradicional para ofrecernos líneas modernas, con colores claros y distintivos, incluyendo el ¿perrito caliente? que aparece junto al enlace que invita a colaborar con la distribución de Red Hat. Aun no entendiendo muy bien la relación entre las salchichas y los sombreros tipo Fedora, queda resultón y divertido.


Tras reiniciar, un grub de texto plano que se podría adecentar un poco más nos da la bienvenida. Todos los sistemas reconocidos y funcionando, mi capitán. El escritorio Gnome, en versión 3.14, comienza su sesión con una serie de pantallas de configuración y ayuda para aquellos poco familiarizados con la forma de hacer las cosas un tanto especial que caracteriza a las versiones modernas del popular entorno. Vídeos incluidos, todo hay que decirlo.


El aspecto general es de un Gnome bastante "vanilla", algo que se antoja hasta lógico, siendo Red Hat uno de los principales valedores del escritorio. Si queremos modificar algún aspecto del grub en modo gráfico, como es habitual, hay que tirar de programas externos como grub-customizer, el cual, en su versión para Fedora logré localizar en el genial buscador rpmfind.

Arranque y apagado
Un tiempo de encendido normal, de 40 segundos, y uno de apagado que supone un récord hasta ahora: 3 segundos. Menos, creo, es imposible salvo que se corte la corriente...

Gestión de software
Me ha gustado la integración del instalador de paquetería con el escritorio, a lo Ubuntu con Unity, esto es, que permite introducir cualquier programa en el campo de búsqueda, dando como resultado el enlace para iniciarlo cuando ya está instalado, o la posibilidad de descargarlo y añadirlo a nuestro sistema cuando todavía no lo está. Es algo que puede parecer trivial, pero facilita y mucho la tarea de instalar programas que para los recién llegados a GNU/Linux no son conocidos. Me quito el sombrero (rojo) ante esta característica.


¿Qué programas nos entrega Fedora por defecto? Firefox, Libreoffice, Rhythmbox, Vídeos, Shotwell... lo clásico, que si funciona, no tiene sentido cambiarlo. Y una peculiaridad referida a las actualizaciones que me resulta molesta: en cierta ocasión, cuando fui a reiniciar, el sistema me informó de la existencia de las mismas, dispuestas para ser aplicadas, al más puro estilo de Windows. Reinicié, apareció el "Installing updates..." y... ¡volvió a reiniciar! Lo dicho, estilo Redmond.


Reconocimiento de hardware
Podría hacer un "copia y pega" de todas mis últimas revisiones. Resumiendo la experiencia: uno intenta instalar la HP Laserjet 1018 con la utilidad entregada para tal efecto por el sistema, de nombre "Impresoras". Se instala y no imprime. A continuación, se busca la utilidad gráfica de HP y se instala: la búsqueda del "plugin" no concluye nunca y tengo que matar el proceso. Finalmente, intento hacerlo desde consola con "hp-setup". Se instala, pero sigue sin imprimir, aun mediando un reinicio. La utilidad de diagnóstico de HP me muestra que faltan gran cantidad de paquetes por instalar y recomienda deshabilitar "SELinux". ¿Por qué, entonces, da la impresora por bien instalada? Total, resultado final: cero, nada, "niente".

También es justo mencionar, por supuesto, que la webcam y el escáner, así como mi tarjeta de red inalámbrica van perfectas desde el inicio.


Conectividad
Venga, ¿hacemos otro "copia y pega"? Samba sigue diciendo que no, que no se conecta al portátil con Windows y eso es lo que hay. En los tiempos de acceso a dispositivos externos se produce un incremento preocupante, destacando los más de siete minutos que tardé en copiar los 1'7 Gb de la iso de Chakra a la tarjeta de memoria. ¿Por qué este rendimiento tan paupérrimo?

Experiencia "out of the box"
Sin ser de las peores, Fedora tampoco es la mejor en este aspecto. De inicio ya sé, aunque un usuario novel no tiene por qué saberlo, que se va a necesitar al menos un repositorio adicional a los instalados de serie: el archiconocido "RPMFusion". De no instalarse éste, los intentos de las aplicaciones multimedia por encontrar "codecs" para reproducir archivos serán infructuosos. A pesar de todo, si no añadimos dicho repositorio todavía seremos capaces de reproducir algunos de los formatos más populares, como ".avi" o ".dv". Pero si queremos la funcionalidad completa, que es lo habitual, hay que optar por RPMFusion sí o sí.


Lo extraño, como se aprecia en las capturas de arriba, es que el sistema informa de los paquetes que se necesitan, pero a la hora de instalarlos los reconoce como si ya estuvieran en el sistema. Todo ello, repito, sin haber añadido el repositorio de RPMFusion.

Intenté también hacer uso de la utilidad que recomienda Tannhausser en su artículo dedicado a la misma: Fedy. Cuando lo leí me pareció que es justamente lo que le falta a Fedora, o más bien, aquello que no puede incluir por razones de espacio o de licencias. Pero el "script" anteriormente conocido como Fedora Utils todavía no se encuentra disponible para esta versión, y mis intentos de emplearlo terminaron con la cancelación por mi parte del proceso, toda vez que pretendía añadir repositorios de la versión 20, algo que no creo que sea recomendable para el sistema, la verdad.

Estabilidad
Muchas de las críticas que sus detractores hacen a Fedora se refieren a este aspecto, ya que se trata de una distribución que suele estar a la última y ello entraña sus riesgos. En el tiempo de uso, corto eso sí, no he tenido que lamentar fallos de estabilidad o cuelgues de aplicaciones, por lo que mi experiencia en este apartado es altamente positiva.



Fluidez
Las nuevas versiones de Gnome 3 se mueven perfectamente en mi sistema, sin sensación de pesadez ni "lags" que señalar.



Gestión de energía
Lamentablemente no encontré la manera de habilitar las opciones de suspensión e hibernación, pues me fue imposible instalar los controladores privativos. En ausencia de un repositorio con los Catalyst para Fedora 21, traté de hacerlo a las bravas y compilarlos con la utilidad que AMD pone a nuestra disposición en su web. Ni que decir tiene que fue un fracaso rotundo que me obligó a reinstalar Fedora, pues ni conseguí iniciar al entorno gráfico ni arreglar el tremendo desaguisado que yo mismo había creado. ¿Mensajes de error? Pues en concreto, tras la instalación del controlador propietario, uno que rezaba "DKMS part of installation failed". Inquietante, tanto que ya me imaginaba que el posterior reinicio acabaría en tragedia. Y así fue en todos mis intentos, con los dos kernels (el de serie y el actualizado) y el modo de recuperación. Un "a reinstalar se ha dicho" de manual.

Rendimiento
Tengo poca experiencia con Fedora, de modo que no soy capaz de explicar el resultado tan pobre de las pruebas de rendimiento de Phoronix en mi sistema, al igual que tampoco tengo idea del porqué de los tiempos tan alargados de copia al "pendrive" y la tarjeta de memoria. Como es costumbre (la excepción fue KaOS), los controladores libres no me permiten correr el "benchmark" de rendimiento gráfico Unigine Valley, de modo que he tenido que obviar esa parte de las pruebas.

Esta revisión puede que no guste demasiado a los felices usuarios de Fedora. Ya lo siento, pero así son las cosas y esto es lo que la distro precursora de RHEL me ofrece a mí, con mi hardware y mis configuraciones particulares. Aspectos positivos, pues sí que los tiene: un Gnome de serie que hará las delicias de los muchos admiradores del escritorio de la huella y una gran base de usuarios a los que preguntar y a quienes acudir en busca de ayuda. Así mismo, gustará a todos a los que les gusta estar a la última, y como muestra un botón: ofrece la posibilidad de iniciar sesión utilizando Wayland. Ahí es nada.


¿Puntos negativos? No estoy muy seguro de qué parte de la problemática actual de mi equipo en GNU/Linux puede achacarse a Fedora, visto el resultado de las últimas revisiones. Pareciera que voy retrocediendo cual cangrejo, y que las nuevas versiones de paquetes causan regresiones en lugar de avances. Pero eso no explica el asunto del rendimiento, máxime cuando la siguiente revisión (estoy "on fire", literalmente), se ha comportado mucho mejor a todos los niveles. Ello me lleva a concluir, y sigo insistiendo en que lo lamento, que Fedora está bastante por detrás en desempeño de otros sistemas ya analizados aquí. Si le unimos esa extraña sensación de vivir siempre al filo de la navaja con las constantes actualizaciones de paquetes de importancia crítica, tenemos que reconocer que Fedora no es una distribución que uno se aventure a recomendar a la ligera para usuarios noveles. Esa es mi opinión y así os la cuento.

Y en resumidas cuentas, que siguen existiendo distribuciones que no casan demasiado bien con según qué equipos. Lo mío con Fedora, lo tengo más que asumido, tiene poco arreglo.

Salud


Fedora 21LSDH
Instalación10
Arranque y apagado7,50
Software10
Hardware7,50
Conectividad5
Out of the box5,83
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía3,33
Pybench3.775
Apache11.747,67
Encode-flac13,40
Unpack-linux18,70
Unigine ValleyN/D
Browsermark FF2.761
Browsermark GC3.807
Transf. pendrive5,46
Transf. disco USB1,07
Transf. SD-card7,25
Corrección por rendimiento-1,17
Corrección por errores0,00
CALIFICACIÓN7,17

Ubuntu Mate 14.10: bendita nostalgia

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La Navidad suele ser para muchas personas una época de añoranza, que aviva los recuerdos, no todos felices, por desgracia. Se echa de menos a muchos que ya emprendieron el viaje, o que se encuentran lejos por mor de las circunstancias económicas del tiempo que nos tocó vivir, siendo continuamente manejados por poderes económicos desconocidos, esos que no nos brindan ni tan siquiera la posibilidad de defendernos, aunque sea a h*****s (editado para cumplir con las leyes del país de la piruleta, donde puedes acabar en la cárcel por insultar a un futbolista millonario, mientras robar y estafar puede salir hasta gratis). Sí, como suena. Pero mejor me centro, que como empiece a hablar de política (en minúsculas, por supuesto, no merecen otra cosa) me conozco y acabamos mal.



Retomo el hilo. Si nos ponemos nostálgicos, en clave de GNU/Linux, algunos podemos rememorar nuestros comienzos con el sistema, si bien los míos ya se empiezan a vislumbrar lejanos, allá por 2007 con Ubuntu Feisty Fawn. Pero si la nostalgia es de la buena, de la que se torna melancolía, cuando echo la vista atrás y pienso en la versión de Ubuntu que hizo consolidarse mi preferencia por GNU/Linux sobre Windows, entonces no veo otra cosa que Lucid Lynx. Un Gnome 2 en la cúspide de su funcionalidad y estética que dejaron, para tristeza de muchos, caer finalmente en la primera versión del año 2011.

Pero, como sabemos, Gnome 2 renació en Mate. Y últimamente, Ubuntu Lucid ha vuelto a cobrar vida también, con la aparición de una versión "pseudo-oficial" (todavía no me ha quedado claro este punto, pues se refieren a ella en su web como una versión comunitaria y en muchos sitios la dan como totalmente soportada por Canonical) que implementa el escritorio con nombre de yerba del Paraguay. Aprovechando esta época de recuerdos bonitos y esta vorágine de instalación de distros que seguramente no me conduce a nada bueno, he puesto el punto de mira en este nuevo sabor de Ubuntu. Veamos lo que me he encontrado.

Instalación
La clásica de Ubuntu, eso sí, en tonos verdes y azulados que combinan a la perfección con las señas de identidad de Mate. Lástima que la presentación aparezca por entero en inglés, si bien el resto de aspectos de la instalación se encuentran en español. El reinicio nos conduce a un precioso grub tematizado (bien harían otras distros en copiar este punto) que reconoce a Chakra y a Windows 7. Tras las consabidas actualizaciones automáticas de rigor, vuelvo a reiniciar y ya está todo hecho.


Arranque y apagado
Esperaba algo más de rapidez al iniciar, pero 35 segundos sigue suponiendo un buen guarismo. El apagado se ejecuta en 5.

Software
Voy a ser breve con esta revisión, en general, pues a Ubuntu ya de sobra la conocemos. Su sabor a yerba mate no cambia demasiado algunas cosas, de modo que disponemos del mismo centro de gestión de programas que la versión principal. También se producen algunos errores... como el que me arrojó la primera ejecución de Grub-customizer. Pero no creo que algo así se tenga que apuntar en el debe de Ubuntu Mate, además de que no recuerdo más problemas en toda la experiencia de uso.



Hardware
Lo de siempre: una utilidad de impresoras que no me sirve para instalar los controladores de la HP Laserjet 1018. O, para ser más exactos, que los instala pero ésta no funciona ni a tiros. Menos mal que está hp-setup para acudir al rescate. Escáner, webcam y tarjeta inalámbrica, sin incidencias.



Conectividad
Érase una vez un usuario de GNU/Linux que no era capaz de emplear Samba para conectarse con su portátil de Windows. Distro tras distro, tenía que soportar con desgana el sempiterno mensajito, siempre algo parecido a: "Imposible obtener la lista de compartición del servidor". Empiezo a estar algo paranoico con este tema, a decir verdad. De hecho, estoy por culpar bien a Windows, que en alguna actualización se haya cambiado algún parámetro que impide ser visto por Samba, o bien a mi router, de una compañía francesa que me está dando un servicio infame y de la que estoy deseando poder librarme en cuanto esa cadena al cuello llamada "compromiso de permanencia" finalice. Sí, hablo de Orange, maldita sea la hora en que se me ocurrió contratar sus servicios y su ADSL lleno de cortes sin solución. Nunca hubo un eslogan publicitario más acertado en la historia de la televisión: "tu vida cambia con Orange". Ya lo creo que cambia, amigos...



Vaya, he vuelto a mis desvaríos. El caso es que hay dos variables que han cambiado en las revisiones de este año con respecto al anterior: el router y la versión de Samba. Dicho de otro modo, cuando la mayoría de distribuciones que probaba lograban realizar con éxito la tarea de conectar al portátil con Windows, estaba empleando un router diferente y una versión de Samba diferente. Y, como os decía, empiezo a pensar que el problema no se encuentra en GNU/Linux. Investigaré, lo prometo.

En cuanto a reconocimiento y tiempos de acceso a los dispositivos externos, todo bien. En Ubuntu sigo consiguiendo las copias de archivo más rápidas, en general. No sé por qué, pero así es.


Experiencia "out of the box"
A excepción de un fichero comprimido con extensión "rar", todo aquello que intenté ver o reproducir desde el inicio con Ubuntu Mate lo logré hacer sin mayores inconvenientes. Es decir, una experiencia de uso de primera categoría.



Estabilidad
Un pequeño error, ya comentado, al cerrar Grub customizer es todo lo que puedo recalcar como negativo en esta distro. Ni cuelgues, ni reinicios, ni extraños comportamientos (¡ay, Rebeca!) que señalar.

Fluidez
Como toda distro tiene su punto débil, voy a contaros cuál me ha parecido el de ésta. Y, sorprendentemente, se nota un cierto retardo al cerrar algunas ventanas, así como al cargar los iconos en el menú del sistema (en especial los de Libreoffice). Sin que ello lastre la experiencia en demasía, sí tengo que reconocer que no me lo esperaba en un escritorio como Mate.

Gestión de energía
Este tema representa otro de mis bucles actuales. AMD no me deja, con sus lamentables controladores propietarios, que suspenda o hiberne mi equipo. A mí me da igual, porque no hago ni lo uno ni lo otro, pero a quien le interesen estas opciones ya sabe qué hardware no debe comprar.



Rendimiento
Se da la circunstancia de que la distribución empleada para comparar en nuestro sistema de calificaciones no es otra que Ubuntu 14.04. Había que elegir alguna, pues un "benchmark" no son más que un montón de números sin sentido cuando se carece de algún otro sistema al que equipararlo. Es por ello que este apartado tenía para mí un interés doble: comprobar las mejoras entre las versiones 14.04 y 14.10 de Ubuntu, al mismo tiempo que poder medir cuán pesado es Unity con respecto a Mate. Pues resulta que la LTS gana en la mayoría de puntos, con especial holgura en el tiempo de transferencia al "pendrive" y, lo que resulta más sorprendente aún, en el "benchmark" de rendimiento de gráficos 3D.

Aunque, si lo pensamos, existe la remotísima posibilidad (estoy siendo irónico, de nuevo) de que los controladores propietarios de AMD vayan cada vez a peor. No, no creo que sea eso...


Bueno, me pongo serio para concluir el artículo, algo más ácido de lo habitual. Espero que sepáis disculparme, pero hacer revisiones una tras otra, todas en el mismo tono, aburre hasta a las ovejas. Y con esta Ubuntu Mate, la verdad es que he disfrutado bastante. Digamos que se trata de aquel Ubuntu que se fue y que jamás volverá, al que muchos que no se sienten cómodos con los paradigmas de escritorio actuales no dudarán en regresar, ahora que se les ofrece la oportunidad.

¿Qué destacar de Ubuntu Mate? A mí me ha gustado mucho la estética, con unos tonos de colores acertados y un fondo de escritorio muy bonito para mi gusto. Se nota, además, que Mate está avanzando en el buen sentido, con la desaparición de algunos errores que solían dejarse ver por versiones pretéritas. Sobre si merece la pena otra versión más de Ubuntu cuando ya tenemos Linux Mint, cuyo equipo se dedica a colaborar más que ninguno con los desarrolladores de Mate... no lo sé. Cansados estamos de decir que la libertad de elección es inherente a GNU/Linux, y estamos ante una prueba más.


Me ha encantado volver a usar Mate y recordar viejos y buenos tiempos "gnomeros" (mi SolusOS, mi Debian Squeeze...) Faltaría una comparativa con la última versión de Mint que implementa el mismo escritorio. A ver si me pongo a ello. De momento, os dejo esta muy buena distribución que puntúa 7'76 y nos devuelve a los días en que Gnome 2 era el rey y los escritorios tenían un corte tradicional centrado en la productividad y sin tantas zarandajas. A algunos nos bastaba y nos sobraba.

Salud

Ubuntu Mate 14.10LSDH
Instalación10
Arranque y apagado7,50
Software10
Hardware8,13
Conectividad5
Out of the box9'17
Estabilidad10
Fluidez8'75
Gestión de energía3,33
Pybench2.972
Apache17.057,52
Encode-flac13,15
Unpack-linux17,39
Unigine Valley438
Browsermark FF2.956
Browsermark GC3.896
Transf. pendrive4,31
Transf. disco USB1,03
Transf. SD-card4,55
Corrección por rendimiento-0,61
Corrección por errores0,00
CALIFICACIÓN7,76

Un millón de gracias

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Resulta que, como quien no quiere la cosa, hace casi un mes desde la última ocasión en que me puse frente al ordenador para redactar alguna entrada. El ánimo del ciclotímico linuxero al que tan estoicamente aguantáis es así, tan pronto se dispara la necesidad de probar distribuciones y compartir sus hallazgos con la comunidad como se asienta en él el desánimo y el aburrimiento, de un modo más acentuado cuando las últimas conclusiones que saca son casi todas similares. Leyendo estas líneas es muy posible que estéis pensando en que se avecina una nueva despedida... os equivocáis. Este es un artículo que sirve a un doble propósito: por un lado poneros al día de mis tribulaciones con mis sistemas preferidos, que las sigo teniendo y de todos los colores. Por otro, quizás lo más relevante, que este proyecto personal que viera la luz hace tres año y pico ha alcanzado la nada desdeñable cifra de un millón de visitas.



Un millón, tan fácil de decir como difícil de creer. A este respecto solo se me ocurre decir "gracias". Muchas gracias a todos por vuestra compañía, vuestros comentarios y vuestros ánimos en los malos momentos. El blog lo hacemos entre todos, y entre todos hemos alcanzado esa cifra.

No me prodigo mucho últimamente en estas lides por dos motivos: uno es el habitual, la falta del tiempo y la tranquilidad necesaria para poder instalar y analizar un sistema con objetividad y trasladaros así mis opiniones sobre el mismo. El otro motivo es que he tenido problemas con mis sistemas de uso habitual (Chakra y Ubuntu), con lo que el poco tiempo del que disponía para el blog se ha diluido tratando de resolver errores que, por repetitivos y ya conocidos, cansan una barbaridad.

Como odio las regresiones en GNU/Linux... Es algo insoportable para mí, y conforme pasan las hojas del calendario menos las entiendo y menos las tolero. ¿Cómo es posible que un año después de describir una experiencia con la congelación de la barra de tareas de KDE que casi me hace llegar tarde a una cita muy importante para mí, el error vuelva a hacer su aparición cual fantasma de las Navidades pasadas? ¿Por qué se me desconfigura el aspecto de las tipografías y Libreoffice deja de reconocer un tipo determinado que me era muy útil para poner deberes de caligrafía a mi hijo? Todo ello tras una actualización de KDE, dicho sea de paso.

Y Ubuntu Trusty tampoco se libra. ¿Por qué, si se supone que las impresoras HP son ideales para usar en GNU/Linux, por qué, insisto, tengo que reiniciar a veces hasta en tres ocasiones mi Laserjet 1018 para que se comunique con el sistema? ¿Por qué al quedarse con papel tienes que reiniciar el equipo como única solución posible para que la impresora vuelva a responder, tras intentar sin éxito toda suerte de tutoriales, habidos y por haber? Y, lo más inquietante, ¿por qué estas cosas siempre suceden cuando tienes prisa por terminar algo o tu mujer/suegro/hijo te esperan y te miran con cara de "esto te pasa por usar el sistema raro ese"? ¿Qué puedes hacer en estas situaciones?

Pues haces lo que has de hacer, valga la triple redundancia, reiniciando al sistema propietario y acabando la tarea. Y, a pesar de las caídas, me vuelvo a levantar y continúo luchando por aquello que mejor enarbola la bandera de unas ideas con las que me identifico plenamente. Este, y no la comodidad, desde luego, es el impulso que me empuja a seguir usando GNU/Linux. Porque yo no quiero más actualizaciones de KDE, ni de systemd, ni de ninguna otra cosa para que agreguen funcionalidades del tebeo o solucionen errores antiguos si van a crear otros nuevos. Estoy cansado, con todo el dolor os lo digo, muy cansado. Tenemos ejemplos a montones en los últimos lanzamientos, con errores que no solo me afectan a mí, pues ya he leido varias revisiones de distribuciones populares en las que los problemas con Samba y con los controladores gráficos están a la orden del día. Sencillamente, cosas que funcionaban en una versión anterior, en las siguiente ya no lo hacen o lo hacen mal.

Cuando empecé con este blog, hace un millón de visitas, me encontraba a la búsqueda de la distribución perfecta. Suponía, erróneamente, que los bordes rugosos que presentaban la mayoría de sabores de GNU/Linux se irían limando con el tiempo, dando paso a ese sistema soñado donde todo fuese como la seda. Pero aquí sigo, analizando y buscando algo que la mayoría de vosotros ya sabe que no existe. Una distro que no repita al cabo de un año errores que se suponían ya solventados estaría bien. Una donde la impresora funcione siempre y no cuando le da la gana, también.

Creamos que dicha distribución existe y sigamos tras ella. No nos ha ido tan mal, cuando tanta gente ha pasado por aquí. Y, después de todo, puede que la diversión esté en la búsqueda... Pero, aunque así sea, si alguno de vosotros ha conseguido encontrar esa distro que no falla nunca, le ruego que me diga cuál es. Y si la usa en hardware AMD, mejor que mejor. Yo, tras tres años y pico, todavía no he dado con ella.

Salud

Como la lluvia en un día soleado

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Seguro que muchos conocéis esa canción. Creada y popularizada por la Creedence allá por 1971, del puño y letra de John Fogerty, y más tarde mil veces versionada. Supongo que hay muchos temas que, lejos de tener un significado concreto, presentan un trasfondo muy distinto según quien los escucha, e incluso yendo más allá, según el ánimo y el momento personal de cada cual. Me estoy refiriendo a "Have you ever seen the rain?", que fue visto durante mucho tiempo como un alegato en contra de la guerra de Vietnam, referente a bombas que caen del cielo en un día despejado. Para mí, que nací cuando aquella sonrojante cruzada americana ya había finalizado, tiene una lectura personal muy diferente.

Imagen: Shutterstock


No sé si a muchos os habrá pasado, imagino que a alguno sí, por desgracia. El sentimiento de que las cosas van medianamente bien en vuestra vida, el cielo está azul, o al menos, no está gris, y sin embargo tenéis la desagradable sensación de que comenzará a llover en cualquier instante. Ignoro si esto tiene algún nombre concreto en el campo de la Psicología (Vicente, si estás leyendo esto, yo te invoco...), lo que sí sé es que es un perfecto arruinador de momentos felices. Como una ansiedad anticipatoria de algo terrible que ha de suceder, de modo irremediable. Este nerviosismo comienza a hacerse fuerte y a crear un círculo vicioso que conduce a estados de bloqueo mental poco recomendables.

Es difícil encontrar el origen exacto de este problema. Tal vez ni siquiera tiene un comienzo definido. Sobre qué lo causa, tengo mis teorías. Una mezcla de predisposición genética y acontecimientos sorpresivos durante mi infancia que truncaron un par de veces, allá por mis once años, la sensación de felicidad y de balsa de aceite que se supone debe ser esa etapa de la vida. Para no ahondar mucho más ni entrar en intimidades, digamos que en un abrir y cerrar de ojos mi familia normal se convirtió en disfuncional, y mi salud se quebró hasta dar con mis huesos en un quirófano de Urgencias con la sensación de que hasta ahí había llegado. Bueno, siendo realistas, no era para tanto, pero para un niño de esa edad el asunto tiene la gravedad que sus padres le quieran otorgar. Mi madre, que arrastraba también su propia historia personal de desencadenantes hipocondríacos, lejos de quitar hierro al asunto, adoptó una postura y un comportamiento tales que me llevaron al convencimiento absoluto de que en aquella mesa de operaciones de aquel frío quirófano iba a palmar. Así de crudo lo viví, así lo cuento.

Desde entonces, y estamos hablando de finales de la década de los ochenta, llevo conmigo esta cruz, que en diferentes etapas de mi vida se ha manifestado de maneras diversas. Un profesional me dijo una vez que siempre ando a la espera de que las cosas se tuerzan, que no entendía la vida de otra manera. Esto es realmente triste, sobre todo porque no puedo considerar que haya tenido un camino lleno de dificultades, sobre todo comparado con quienes pasan hambre y penurias de toda condición. Pero esto es lo que hay. El verano pasado, un supuesto problema de salud que al final quedó en nada trajo de vuelta la lluvia a los días de sol. Y ha sido este invierno cuando ha explotado, reventando en melancólica apatía, dando al traste con mis aficiones, entre otras cosas. Y GNU/Linux se ha quedado un poco al margen, al igual que este blog.

Imagen: Shutterstock

Afortunadamente, aun tratándose de un problema cíclico, llega un momento en que uno mismo decide reponerse. Tal vez, de manera consciente o inconsciente, puede que exista también un momento en que uno mismo decide volver a caerse. Pero ahí no puedo profundizar mucho más, ni aunque quisiera, porque no dispongo de "plata" para un Psicoanalista en este momento... Solo quería comentaros que, aunque agazapado, aquí sigo en el mundillo. Tal vez, si soy capaz de ver el sol brillante que luce sobre el cielo en días como hoy, sin aventurar nubes imaginarias que se aproximan, pueda volver a contaros historias linuxeras, como la enésima dificultad que he tenido en Chakra y la distro con KDE que estoy usando ahora. O cómo un artículo de victorhckinthefreeworld me picó para intentar instalar Trisquel sin éxito (malditos adaptadores wifi propietarios). O como descubrí, entre mis tribulaciones nostálgicas, el mundo de las novelas visuales (Everlasting Summer, esa pequeña joya gratuita de origen ruso a cuyos creadores agradezco grandes dosis de entretenimiento y horas de reflexión).

Eso espero y eso deseo. Mientras tanto, cuídense ustedes mucho. Y se admiten apuestas sobre dónde ha ido a parar ahora este eterno "distro hopper" a la espera de que Chakra arregle sus problemillas...

Netrunner Rolling: todo un descubrimiento

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Me deshago del paraguas y saco la cabeza al sol, cual caracol, para contaros lo que ha sido para mí una agradable sorpresa: el hallazgo de una distribución de la cual solo tenía conocimiento de pasada y que antes jamás me había llamado la atención. Tantos años practicando el "distro hopping" dejan poco espacio a la novedad, pero en este caso, más que algo desconocido se trata de una especie de reencuentro con mis períodos de feliz "Archero-KDEero" (toma palabreja). Y es una vuelta a los orígenes, más o menos, propiciada por un mal momento en el sistema que suelo usar, Chakra, situación que se viene repitiendo continuamente, para mi desgracia. Como ya tengo experiencia en ir y venir de Chakra, este nuevo abandono no lo voy a dar por definitivo, pero ciertamente espero que los problemas que vengo notando se vayan suavizando con los próximos lanzamientos. Y mucho me temo que no soy el único.



Entre tanto, me ocupo con una distro a la que me acerqué con bastante escepticismo, siendo completamente sincero. Una distro basada en Manjaro, a su vez basada en Arch... demasiadas manos toqueteando la paquetería. No obstante, el venir auspiciada por Blue Systems puede considerarse una ventaja, a tenor de los buenos resultados que últimamente arroja Kubuntu en cuanto a experiencia de uso. Netrunner tiene una versión basada en esta última, con lanzamientos periódicos, el último de los cuales se presenta nada más y nada menos que con Plasma Desktop 5.2. Como no me siento tan intrépido como para adentrarme en los vericuetos de sistema tan novedoso, me quedo con aquello que conozco y domino mejor, esto es, el mundo de pacman y sus distribuciones afines.

Aunque, y siguiendo con la absoluta sinceridad, antes de dar el paso a Netrunner Rolling traté de probar la versión Tumbleweed de openSUSE, nuevamente conducido por un gran artículo de nuestro amigo Víctor. Sin embargo, me fue imposible hacer que tan siquiera iniciara en mi equipo. Otra vez será.

Vamos al tema. Me permito la licencia de enfocar el artículo desde un punto de vista ligeramente distinto al habitual, pues ando cansado de los mismos planteamientos. Si os parece, me centro más en la experiencia de uso que en los detalles concretos, sin obviar la calificación final, que sé de buena tinta que a muchos os interesa bastante.

Instalación
Si bien es muy sencillo intalar Netrunner Rolling, a las primeras de cambio, esto es tras reiniciar, nos vamos a encontrar con los típicos bordes rugosos que suelen presentarse en Arch y derivadas. Y es que el intento de facilitar la gestión de paquetes con Octopi se va al traste cuando este programa no termina de manejar correctamente las dependencias. E igualmente ocurre en línea de comandos, cuando al intentar actualizar por vez primera se nos presenta un problema, que se detalla en este hilo de los foros de la distribución.


No me costó demasiado encontrar la solución, pues además de en el comentado hilo, hay referencias al asunto en los foros de Arch y de Manjaro. Supongo que es una de las ventajas del "basarse en algo que se basa en". Pero, definitivamente es un problema para los usuarios noveles, eso está claro. Y, como tal, he de penalizarlo como error grave.

En resumidas cuentas, mi preferencia en el manejo de paquetes y actualizaciones sigue siendo la línea de comandos con pacman y yaourt. Y hablando de consola, Netrunner nos ofrece un Yakuake con activación desde la barra de tareas, merced al icono allí colocado a tal efecto. Carece, empero, de una notificación de las actualizaciones disponibles, algo fácilmente solucionable con la instalación de "octopi-notifier" y su inicio automático con el sistema.


Arranque y apagado
Los tiempos normales para una distro con KDE, tal vez algo alargados al encender respecto a los que obtengo con Chakra. Pero nada fastidiosos en absoluto.

Software
Como ya he comentado antes se puede optar por Octopi para gestionar los programas, pero como consejo personal, donde esté pacman que se quiten sus aplicaciones gráficas. En cuanto a lo que incluye de serie, digamos que viene con una gran mayoría, si no todos, de los programas que suelo emplear: Steam, Libreoffice, Skype, Vokoscreen, Firefox, KDEconnect, Qtransmission, todo ya preinstalado. Incluso Grub customizer, algo que casi ninguna distribución incluye per se.

Reconocimiento de hardware
Tan bueno o tan malo como en el resto de distribuciones GNU/Linux.Esto, en mi caso particular, viene a ser que tanto escáner como webcam y otros dispositivos extraíbles funcionan sin necesidad de la intervención del usuario. El tema de la impresora ya es otro cantar. Pero teniendo en AUR el paquete hplip-plugin, resulta bastante sencillo ponerla a funcionar. Como curiosidad, en mi revisión de Manjaro XFCE no fui capaz de hacerlo.


Conectividad
Hace unos días se produjo un acontecimiento cuya fecha mantenía señalada en rojo en mi calendario: ¡el fin de mi permanencia con Orange! Para no desvirtuar el artículo con temas no relacionados con Netrunner, simplemente diré que es la peor empresa de ADSL de la que he tenido el disgusto de ser cliente. Punto. Baja velocidad y cortes de línea a todas horas que ya son historia, dado que a día de hoy disfruto de fibra óptica con Jazztel y ya he jubilado el router Livebox de Orange.

¿Que qué tiene esto que ver con Netrunner y GNU/Linux en general? Pues que, por arte de birlibirloque, Samba vuelve a funcionar correctamente. Luego, por ende, parece oportuno traer a colación el principio de la navaja de Ockham: ¿todas las distribuciones probadas desde hace un año incluían una mala configuración y Netrunner la buena? ¿O el dichoso router impedía el funcionamiento adecuado de Samba? Yo diría que está bastante clara la respuesta.

En cuanto al resto de dispositivos, buenos tiempos de acceso a todos ellos, destacando especialmente en el caso de la tarjeta de memoria SD.

Experiencia de uso
Lo más parecido a Chakra que he encontrado hasta el momento, sin ningún género de dudas. Fluidez, sensación de sistema liviano por mucho que ocupe más de 1 Gb de RAM en inicio. Algunas configuraciones personalizadas, como la precarga de Firefox que hace que éste inicie tremendamente rápido en comparación con otras distribuciones, Chakra incluida. Todos los "codecs"vienen operativos y la intervención del usuario es mínima para tener el sistema preparado para el uso intensivo.

Estabilidad, fluidez y gestión de energía
Al momento de escribir estas líneas, tras cuatro días de utilización de Netrolling, no he de lamentar problemas en lo referente a todo lo que encabeza este apartado. Es estable, es fluida y gestiona bien la energía. La suspensión e hibernación ya hace eones que no las uso, aunque sigue sin funcionar en GNU/Linux, ni con los controladores propietarios ni con los libres.

En lo que respecta al controlador gráfico, Netrunner nos trae una herramienta de Manjaro, el Gestor de configuración, que nos permite manejar la instalación de los mismos, junto con los kernels instalados en nuestro sistema y algunas cosillas más. Es un programa genial, la verdad. Si bien, al instalar el controlador propietario, el sistema se puede hacer un lío con el Plymouth al iniciar y demorar más de treinta segundos. No es demasiado complicado de solucionar, pero de nuevo puede quedar lejos del alcance de usuarios muy novatos en el arte de lidiar con Arch y derivadas.


En mi caso, simplemente, prescindí de los controladores propietarios. ¿Para qué complicarme la vida con algo que únicamente voy a precisar para jugar, tarea que apenas me ocupa alguna hora suelta a la semana? Para esto, mientras tenga la partición con el sistema de Microsoft, no necesito enredarme con Catalyst, un controlador que, francamente, me tiene hasta las narices en todos los sistemas. ¿He mencionado ya que no me gusta AMD? Alguna que otra vez, ¿verdad?


Pruebas de rendimiento
Las sigo incluyendo porque a muchos os resultan interesantes. A título personal, no tengo mucho en cuenta estos resultados. Prefiero quedarme con la experiencia de uso y la fluidez, dos aspectos en los que Netrunner Rolling sobresale. ¿Qué tal rinde? Pues en algunos apartados mejora y en otros empeora a la distro de referencia (Ubuntu Saucy). En la tabla podéis comprobar los guarismos de todas las pruebas, salvo la denominada "Pybench" que, al igual que en Manjaro XFCE, no pude realizarla.

Estoy muy contento con Netrunner Rolling. Va como la seda, por el momento, hasta el punto que me hace dudar si retornar a Chakra cuando salga la nueva "iso" de mi distribución preferida. Y es que, poniendo en comparación ambos sistemas, el desempeño es muy, pero que muy parecido, con la ventaja de que AUR es mucho más que CCR. Por no hablar de la rapidez en la solución de problemas, hecho diferencial que se debe a la enorme base de usuarios de Arch y Manjaro, amén del creciente número de desarrolladores, a la inversa que en Chakra. Es todo lo que comentaré de este asunto, pues está muy lejos de mi intención desprestigiar a Chakra con este artículo; no es para nada la cuestión que estamos tratando aquí.


Uno podría pensar que no tiene mucho sentido optar por Netrunner Rolling, puenteando a Manjaro KDE. En este menester no puedo opinar, pues jamás tuve la tentación de probar dicho sabor en esa distribución. Tal vez algún lector que haya instalado ambas podría orientarnos en ese aspecto.

Sobre lo que desconozco no es prudente opinar. Lo que sí he tenido el gusto de conocer, Netrunner Rolling, me parece algo digno de tener muy en cuenta, que bien merece un vistazo de los amantes de KDE y las distros hijas de Arch. Os dejo, pues, mis conclusiones y quedo a la espera de las vuestras en los comentarios. Vaya, al final tampoco me ha quedado una revisión tan distinta de las habituales, después de todo...

Salud

NETRUNNER ROLLINGLSDH
Instalación10
Arranque y apagado8,75
Software7'50
Hardware8,75
Conectividad8,33
Out of the box10
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía3,33
PybenchN/D
Apache20.424,50
Encode-flac13,41
Unpack-linux18,13
Unigine Valley433
Browsermark FF3.006
Browsermark GC4.232
Transf. pendrive4,38
Transf. disco USB1,15
Transf. SD-card3,44
Corrección por rendimiento-0,50
Corrección por errores-1,00
CALIFICACIÓN7,41

No te tapes la nariz, que queda feo

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Hola, "amigo" de Facebook. Hola, "tuitero" al que sigo. Este artículo es para agradecerte la información que contínuamente me aportas. Sí, esa que tú y yo sabemos. Creo que tu dedicado esfuerzo a iluminarme sobre los malvados que nos acechan tras las próximas elecciones bien merece unas líneas de complacencia. Sin ti, sin tus sagaces comentarios y acertadas reflexiones que se apoyan en artículos publicados en medios tan imparciales como el diario de las tres letritas o el que se otorga la razón directamente desde su cabecera, ¿qué sería de mí, y por ende, de mi valioso voto?

Imagen: Shutterstock


Tú te arengas el derecho a ejercer del nuevo centinela de occidente, que nos protege para quitarnos de la cabeza la más mínima intención de servir a intereses oscuros, a conspiraciones del rojerío y los masones. En tu opinión, tan diáfana, tan clarividente, nos está comiendo el coco el diablo, que ahora ya no se viste de Prada, sino de Alcampo. De ahí tu interés en hacerme ver la luz. En comparar prácticas comunes del mundo universitario con tramas enteras de corrupción. En definitiva, en pretender que 1.800 euros son lo mismo que miles de millones defraudados y robados. Claro, va a ser eso, que yo no lo veo pero tú sí.

Pues permíteme responderte. Oye, que a lo mejor llevas tú razón. Lo mismo Pablo Iglesias habla con el mismo pajarito que el presidente de Venezuela. Y todos los "tweets" falsos que manipulan burdamente por ahí son en realidad ciertos. Que es tan torpe como para llamar "casta" a los médicos, cuando entre sus filas éstos se cuentan por cientos. O que en su partido no se votan las decisiones programáticas, que todo lo imponen los cabecillas, esos "perroflautas" de Izquierda Anticapitalista. Las montones de veces que yo he votado dichas decisiones deben ser alucinaciones mías. Voy a tener que ir dejando las drogas de diseño...

Pero, a lo mejor, solo a lo mejor, resulta que tú lees lo que quieres leer. Que necesitas reafirmarte en tu voluntad férrea de seguir defendiendo a ladrones, corruptos y vividores. O que tu primo trabaja en una Empresa Pública de Andalucía, no sujeta a convenios ni a contrataciones mediante concurso-oposición, y estás esperando a ver cuándo te enchufa. O a lo mejor tu familia come gracias a una concesión con la Junta que temes que se vaya a acabar si no se perpetúan los mismos en el poder. Te suena los de "red clientelar", ¿verdad? ¿Son estos tus motivos? Y yo qué sé.

Lo que sí sé es que el voto es libre, o eso parece. Y secreto. Tienes derecho a ir a las urnas y obviar la Gurtel, los ERES, las tarjetas Black, la caja B de la calle Génova, el robo de las preferentes, los recortes de derechos al servicio de voluntades de personas no escogidas por el pueblo y que hablan alemán, Rato y su campanita con sonrisa sardónica, los aforados para eludir la acción de la justicia ordinaria... Y los desahucios. Y los suicidios. Y el futuro que nos espera a nosotros y a nuestros hijos.


Tienes derecho a todo eso. A taparte la nariz, una vez más, y depositar tu confianza en los mismos de siempre. Los que votan en contra de las medidas de transparencia cuando los pequeños partidos las exponen en el Congreso (qué barbaridad, impedir que te juzgue alguien designado por tu partido en lugar de la justicia ordinaria...). Así como tienes derecho a eso, lo tengo yo a proclamar que das cobijo a actuaciones de criminales. Que apoyas a sinvergüenzas, que los jaleas para que nos sigan robando. Que no te importa que continúen adelante con la farsa de democracia en la que nos metieron, sin comerlo ni beberlo, durante la "modélica" transición.

Una cosita te digo: no seas cobarde. Si crees en eso, si te parece que tú también robarías si estuvieras en su lugar, y no hacen nada malo, admítelo. Sé valiente y vota sin taparte la nariz. Pero déjame tranquilo ya con tus discursos del chavismo, de los rojos, de que son peores los que han de venir que los que están. Deja de señalar noticias publicadas por medios con intereses muy claros en esta cuestión, con consejos de administración controlados por capitales a los que les va la vida en que no se rompa el statu quo. Y, sobre todo, no pretendas que tú eres el listo y yo el borrego y el populista, igual me ofendo y contesto, que llevo ya mucho tragado este último año.


Porque, y termino amigo mío, si tuvieras dos dedos de frente te quitarías la venda y pensarías en la extraordinaria anormalidad que acompaña a esa gigantesca lupa que han colocado sobre la gente de Podemos. Verás que no es natural, que no es ni tan siquiera lógica. Y obvian que el partido no son sus cabezas visibles, que somos muchos, que las decisiones las toma la gente, por otra parte. Verás cuántos esfuerzos dedican a silenciar y tamizar noticias, cuán dados son a la publicación del titular sibilino en letras gigantes y a la rectificación semi-escondida en pequeñito. Te puede no gustar Podemos. Pero, ¿tampoco Ciudadanos? ¿UPyD? ¿Equo? Alternativas tienes, no me cuentes milongas. Mas si quieres seguir al servicio de estos poderes invisibles, es tu elección. Y no seré políticamente correcto: ni la comparto ni la respeto. Te mueve el puro egoísmo o el deseo de ser como ellos, no hay más.


Mi ilusión por el cambio no la vas a matar. Hay que acabar con estructuras creadas para perpetuar a los mismos en el poder. Te presupongo inteligencia para saber que eso no se consigue haciendo lo mismo de siempre, tapándose la nariz y votando de modo cautivo. Y no creas que estoy ciego, que yo no pongo la mano en el fuego ya por casi nadie. Pero ya habrá tiempo, si es preciso, de poner a los nuevos en su sitio si es que demuestran merecerlo.

Salud

Ubuntu Gnome 14.04.2: desastroso

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Cuando uno se plantea revisar una versión de Ubuntu recién salida del horno es lógico y normal tener ciertas reticencias. La experiencia es un grado, y muchos sabemos de sobra que es mejor quedarse en las LTS (soporte extendido) de la distribución de Canonical si no se desean tener problemas de diversa índole. Es por este motivo que cuando mi inquieto "distro hopper" interior me avisó de que se avivaba el deseo de probar el sabor "gnomero" de Ubuntu, de inmediato tomé la decisión de limitarme a revisar la susodicha versión, esto es, Trusty Tahr. No es ningún secreto, ni tiene por qué serlo: mantengo una partición con Ubuntu Trusty (original, con su Unity correspondiente), por dos razones fundamentales: la primera es que me gusta Ubuntu y su escritorio por defecto. La segunda es que Chakra, para mi desgracia, no me provee de todo lo que necesito, pues es un hecho, triste, pero hecho al fin y al cabo, que CCR no atraviesa su mejor momento. Y faltan cosas, esto es así.



El problema surge cuando una distribución que no es precisamente comunitaria, sino que tiene a una empresa detrás, ofrece una versión de largo soporte, la cual se supone estable y segura, mas dicho sistema comienza a fallar. Esto, mucho me temo, es lo que ha ocurrido con la liberación de esta tercera versión de Ubuntu Trusty, al menos en lo que a los usuarios de tarjetas gráficas o GPUs de la marca AMD nos compete. Un lamentable error, del que se puede encontrar más información aquí, que provoca comportamientos erráticos en el servidor gráfico cuando se usa el controlador propietario, algo que solo es posible forzando su instalación para puentear un fallo en la resolución de dependencias. En mi Ubuntu con Unity los problemas han sido otros, no sé si relacionados o no con el error que comento, pero no vienen al caso. Me centro en la versión revisada hoy aquí, a la cual el asunto le salpica de lleno.

Instalación
No difiere casi nada de la versión "oficial". Si acaso en la paleta de colores, donde predominan el azul y el negro, sobre los clásicos tonos morados, naranjas y marrones. Es una instalación sencilla, que lleva unos diez minutos y transcurre sin incidencias. El escritorio que se nos presenta tras reiniciar es un Gnome 3, en su versión 3.10.4, bastante "vanilla" y con un fondo de pantalla por defecto que no llama demasiado la atención en positivo. Poco más que comentar.



Arranque y apagado
Los tiempos no eran especialmente buenos con los controladores libres, pero tras la instalación de los propietarios se tornan mucho peores. Los 15 segundos de apagado no están mal, pero algo falla cuando el sistema se toma 1 minuto y 45 segundos para iniciar.

Software
Se apuesta por los programas habituales en un entorno con Gnome. Firefox, Rhythmbox, Evolution, Shotwell, Cheese... El Centro de Software de Ubuntu es el encargado de la gestión de las aplicaciones, y nos avisa cuando existen actualizaciones disponibles.



Reconocimiento de hardware
Sigue siendo uno de los puntos fuertes de Ubuntu, sea cual sea su versión. Para echar a andar la impresora solamente hube de instalar la suite de HP creada a tal efecto (hplip, con su utilidad gráfica correspondiente). Para el resto de periféricos, enchufar y listo.



Conectividad
Desde que desterré a Orange y su router Livebox de mi vida, Samba está feliz y yo también. En el caso de Ubuntu Gnome me puedo conectar tranquilamente a mi portátil con Windows, e incluso reproducir contenidos del mismo en mi equipo de sobremesa. Ni que decir tiene que la compañía francesa Orange, junto a AMD, ocupa un bonito lugar en mi lista de empresas a odiar. Lista que crece día a día, por supuesto...



Experiencia de uso
Suena repetitivo, pero es cierto. Ubuntu Gnome ofrece, como no podía ser de otra manera, la misma experiencia de uso "out-of-the-box" que nos entrega su versión con Unity. Como siempre me encargo de recalcar, esto ocurre si tenemos la precaución de señalar la casilla correspondiente a la instalación de los "códecs" cuando estamos instalando Ubuntu.



Estabilidad
Mal. Fatal. Desastre absoluto. Durante mi uso del sistema obtuve fallos en aplicaciones (como el Centro de Software que se negaba a cerrarse tras instalar un programa) o cuelgues del equipo que me obligaron a salir del entorno gráfico para reiniciar (como al hacer "clic" sobre el icono de notificaciones ante la llegada de un mensaje de correo). Esto no es lo esperable en una versión LTS, obviamente, por mucho que la culpa se suponga que recae en los controladores propietarios de AMD.



Fluidez
La experiencia es buena en cuanto a fluidez y ligereza, salvo la primera vez que se pulsa en Aplicaciones o se desplaza el ratón a la esquina superior izquierda, cuando en mi equipo se produce un retardo de unos 2 segundos. Por lo demás, no hay queja.

Gestión de la energía
Lo de siempre con mi GPU: no puedo suspender, no puedo hibernar. Nada más que añadir.

Rendimiento
En general, con la excepción de los bancos de pruebas de navegadores y la transferencia a disco duro externo, este Ubuntu Gnome es peor que su homónimo con Unity. Las diferencias no son exageradas, pero existen.

He pasado casi de puntillas por esta revisión. Vayan por delante mis disculpas, si alguno esperaba más profundidad en el análisis. Pero la verdad es que encontrar errores de bulto en una LTS de Ubuntu me desanima bastante, qué le vamos a hacer. Mi idea era revisar un sabor relativamente nuevo de la distro por antonomasia y comprobar si resultaba una opción digna de tener en cuenta para los amantes del escritorio de la huella.

Porque soy de la opinión de que Gnome está renaciendo. Ojo, no quiero decir que estuviese muerto, solamente que mucha gente salió espantada de las primeras implementaciones de la versión 3 (también pasó con KDE 4) y ahora vuelve mansamente al redil. Lo que antes se criticó de Gnome comienza a verse con buenos ojos al cabo del tiempo: ideas claras, conceptos diferenciadores, escritorio diáfano. Un poco en contraposición a lo que está ocurriendo con KDE: escritorio clásico, pocas novedades, sensación de improvisación. Al hilo de esto último me permito recomendaros, si no lo habéis leído ya, un artículo de Malcer sobre la dirección que está tomando el proyecto KDE. Como siempre, sin pelos en la lengua y llamando a la reflexión.


Pero volviendo al tema, que me pierdo, no me parece que Ubuntu Gnome sea un refugio adecuado para los entusiastas de dicho escritorio. Contar con la versión 3.10, lo que supone ir 3 versiones por detrás de la última disponible, no tiene mucho sentido si no va acompañado de estabilidad. Y esto es algo que no ocurre en este caso. ¿Para qué conformarnos con esta versión si se producen errores que dan al traste con la experiencia? Para eso mejor instalar Fedora o Antergos, distribuciones que nos traen un Gnome más actual y puede que incluso más estable a pesar de todo.

Así que, en resumidas cuentas, Ubuntu Gnome no, gracias. Al menos por el momento, mientras se resuelve el error, y suponiendo que necesitéis usar los controladores propietarios de AMD. Y os dejo, que tengo que arreglar mis otros problemillas con mi partición ubuntera... ¿cuándo funcionarán de modo consistente las esquinas activas en Unity? 4 años sin solución y subiendo. Qué cruz...

Salud


UBUNTU GNOME 14.04.2LSDH
Instalación10
Arranque y apagado5
Software10
Hardware8,75
Conectividad10
Out of the box10
Estabilidad2,50
Fluidez7,50
Gestión de energía3,33
Pybench3.129
Apache22.209,71
Encode-flac13,08
Unpack-linux17,72
Unigine Valley470
Browsermark FF3.011
Browsermark GC4.223
Transf. pendrive4,51
Transf. disco USB0,59
Transf. SD-card5,08
Corrección por rendimiento-0,53
Corrección por errores-1,25
CALIFICACIÓN5,08

Dando otra oportunidad a Linux Mint Rebecca

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Anda que no llevo tiempo intentando usar Chakra como único sistema operativo. La "tira". El "manso". Y así podría seguir con un montón de términos de mi tierra, hoy que celebramos elecciones al Parlamento, ése ocupado por los mismos del puño y la rosa desde hace más de tres décadas porque así lo ha querido la gente. A ver qué pasa hoy. Parafraseando a Pérez-Reverte en una entrevista cercana en el tiempo: "país de golfos y gilipollas. Por cada golfo, cien mil gilipollas". Palabra de Arturo. Volviendo a lo que iba, pues últimamente tengo una facilidad para cambiar de tema que me pierde, decía que nunca consigo quedarme en Chakra por culpa de la falta de programas que necesito en CCR, además de que las últimas versiones de KDE me exasperan con pequeños errores. El diablo está en los detalles, ¿verdad? Y a nosotros, linuxeros "distro hoppers" perfeccionistas, nos bastan unos cuantos pequeños problemas para salir corriendo a por la siguiente distribución.



Como yo soy perro viejo en estas lides, mantengo siempre una partición con la última LTS de Ubuntu. Siempre digo, e insisto en ello, que Ubuntu me gusta. Me gusta su modelo de desarrollo a largo plazo y me gusta Unity. Fin de la cita. El problema es que con las recientes actualizaciones y la aparición de la versión 14.04.2, no sé qué ocurre pero el ordenador de sobremesa ha empezado a hacer cosas raras, como perder la conexión a Internet de forma aleatoria o demorarse más de la cuenta al apagar. Algunos programas que antes no fallaban, lo hacen ahora (los indicadores, mayormente). Cosas que, justo es mencionarlo, no me han ocurrido en mi equipo portátil, que también viste y calza un Ubuntu Trusty, aunque corriendo sobre Intel. Me siento tentado, y mucho, de culpar al hardware AMD, pero eso sería lo más fácil y tampoco tengo pruebas certeras, así que mejor no.

De modo que vuelta a empezar en la búsqueda de una distribución estable, que se actualice poco y que no sea la propia Debian Stable. La primera que se me vino a la cabeza, merced a un comentario de Juan Carlos Senar en mi último artículo, fue Linux Mint. La experiencia vivida con la revisión de Rebecca no fue buena, pero siempre cabía la posibilidad, como así ha sido, de que hubieran solucionado los problemas en el tiempo transcurrido desde que la instalé. Ni rastro de los extraños errores que menciono en dicha revisión.


Puede parecer una mala idea, en principio, debido a que Linux Mint se basa en Ubuntu y ésta me ha fallado. Por simple lógica, también puedo tener problemas. No obstante, el equipo de Mint se aproxima a las actualizaciones con mucha más prudencia que Canonical. Y tal vez, por ahí pueda salvarse la cosa. Expectante me hallo.

De momento, todo bien. Cinnamon ha mejorado una barbaridad, tanto en estética como en funcionalidad. A nivel de desempeño gráfico, con la posibilidad añadida recientemente de deshabilitar la composición y efectos a pantalla completa, los juegos han ganado en fluidez con respecto a Ubuntu. También lo noto sin usar la pantalla completa, todo hay que decirlo. Los partidos en "Football Manager" se sienten tan ligeros como en Chakra.


Y en lo que respecta a funcionalidad, varias mejoras respecto a Ubuntu. Cinnamon incorpora un cambiador de fondos de pantalla, con lo que no preciso instalar Variety. El indicador de Pushbullet funciona perfectamente y sus notificaciones se integran mejor que en Unity. Con solo encender la impresora apareció el diálogo de instalación del "plugin" propietario de HP. Y las esquinas activas funcionan siempre, error que en Ubuntu no consiguen arreglar y eso que está presente desde la versión 12.04.

Me parecía justo dedicar este pequeño artículo a Linux Mint, toda vez que el equipo capitaneado por Clem Lefebvre parece haberse puesto las pilas y alisado los bordes rugosos que afeaban la experiencia con Rebecca. Bien por ellos. Yo, como sabéis, no soy hombre de palabra ni compromiso en lo que a fidelidad linuxera se refiere, aunque estoy tratando de mejorar eso. Ubuntu llevaba instalada y en uso desde Octubre. Además, ahí sigue en el portátil. De todas formas, gracias a Clonezilla, será sencillo regresar y ver si, como en el caso de esta distribución, los errores han desaparecido en unos meses. Mientras tanto, disfruto de una buena experiencia con Linux Mint Rebecca que quería compartir con vosotros.

Salud

Vivan las "caenas"

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Resulta muy difícil, muchísimo, escribir en días como hoy. Como también es complicado tratar de analizar un resultado electoral que desafía el sentido común sin que se te acuse de infantil, de sufrir una pataleta, como ese niño que se quiere llevar la pelota a casa porque el marcador del partido no es el que esperaba. Aunque quienes me conocen saben que el desenlace de la expresión del pueblo soberano no me pilla por sorpresa. Pesimista era, y mi pesimismo se confirmó. ¿"Andaluces, levantaos"? Andalucía no aspira a levantarse. Seguimos anclados en lo mismo y así continuaremos por los siglos de los siglos. Es la eterna expresión del "vivan las caenas", cambiando a Fernando VII por una nutrida representación de vividores profesionales que te roban, te engañan, se ríen de ti y, como castigo, reciben tu voto una y otra vez.



Siempre he sido firme defensor de la tesis del clientelismo y el "subvencionismo" como intento de explicación para aquello que no la tiene. Aunque cuesta mucho creer que dé para tanto. Casi dos millones y medio de votos para dos partidos sumergidos en la mierda hasta el cuello, con imputados e investigaciones para parar un tren. El bipartidismo ha muerto, decían. Sí, ya se ve. Especialmente sangrante es lo del partido que lleva 33 años metiendo las zarpas en el dinero público, que tiene a Andalucía a la cola de casi todos los indicadores de bienestar social (socialista, obrero, español) y, ahí lo tienes, aguantando el tipo, sin perder ni un puñetero escaño (votos sí ha perdido, que esa es otra, con la magnífica ley electoral con que nos ataron a todos en el 78). Con su lideresa rodeada de pelotas sonrientes que ayer conformaban un auténtico séquito en su llegada a la rueda de prensa.

¿No te gusta, Enrique? Te jodes, el pueblo ha hablado. Dicen desde Madrid que los andaluces padecemos un síndrome de Estocolmo con el PSOE. Yo no sé lo que padecen los andaluces (padecen, con "d", porque parecer, lo que parecemos es masoquistas). Personalmente sufro algo que he bautizado como el síndrome de Frank Grimes, en referencia a un personaje de un episodio de Los Simpsons. Homer (Homero en Sudamérica) se presenta a un concurso para niños pequeños y lo gana. Todos sus compañeros le vitorean, mientras Grimes corre de un lado a otro gritando "¿Estáis locos? ¿No veis que es un concurso para niños?" Así es como me siento, como llevo tiempo sintiéndome, de hecho. ¿Es que no veis los EREs? ¿No veis la Gürtel? ¿Lo de Bankia? ¿Lo de Bárcenas? ¿Mercasevilla? ¿Estais ciegos, sois gilipollas, las dos cosas?


No sé qué más tiene que pasar para que los partidos corruptos pierdan el apoyo de la gente. Uno no puede hacer nada más que agachar la cabeza, encoger los hombros y seguir trabajando. O largarse de aquí, de esta tierra sin ambición, con paniaguados al servicio del poder establecido. Porque después del resultado de ayer, dos millones y medio de personas han perdido para mí todo el respeto. No se lo merecen. Votar a ladrones, votar a corruptos, votar a mentirosos es legitimarlos con tu apoyo. ¿Tú los apoyas? No esperes mi comprensión ni mi tolerancia. Taxativo soy desde el teclado y pienso serlo en persona. Se acabó lo políticamente correcto con aquellos que son cómplices de la ruina que nos asola y que ha robado nuestra vida y el futuro de nuestros hijos.

Imagen: Shutterstock

Espero que estas líneas no se interpreten como un alegato "podemita". No se trata de Podemos. Se trata de no dar tu voto a gente que propone la continuidad del modelo establecido desde la incapacidad moral para dar lecciones. Había más opciones. Que Podemos ha cometido muchos errores es evidente, y bien harían en cambiar su ambigüedad y desmarcarse de ciertas cosas si realmente esperan conseguir algo más en próximos comicios que sustituir a Izquierda Unida en su papel secundario. Pero ya os digo que no se trata de eso. Lo que a mí me ha hundido de este resultado es que gente con la que convivo decida que la corrupción no tiene importancia, que les da igual que metan la mano en su cartera, que ellos también lo harían, en definitiva.

Ayer fue un día duro. No por esperado es menos doloroso. Y no hablaré de los abstencionistas, cómplices también de que nada cambie. Son tantos frentes que uno se plantea si merece la pena seguir peleando por lo que se cree... supongo que sí. Aunque, en días como hoy, el cuerpo solo te pida largarte lo más lejos posible de una tierra habitada por gente que da su consentimiento al robo y al escarnio. Andaluces, no nos levantemos, mejor quedémonos sentados y vitoreando a nuestros señores, como fieles vasallos del siglo XXI. Ya sabe todo el mundo que tenemos lo que nos merecemos.

Salud


Antergos: un bonito Arch, para bien y para mal

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Andaba yo a la búsqueda de una experiencia Gnome completa cuando caí en la cuenta de que no había dedicado ningún artículo a una distribución española con cierta fama actualmente. Se trata de Antergos, la que en su día se llamara Cinnarch, que si mal no recuerdo intenté revisar sin éxito. Según deduzco de mis lecturas por comunidades linuxeras varias y artículos dedicados a ella, parece ser que, junto con Fedora, su instalación constituye la mejor manera de hincarle el diente a las últimas versiones del escritorio GTK por antonomasia.



No es que me declare ferviente "gnomero", a decir verdad he practicado tanto "distro hopping" y "desktop hopping" que ya no sé ni lo que soy. Un chalado con curiosidad y un alto nivel de novelería, supongo. Sea lo que fuere, mis intenciones me llevaron a toparme con Antergos y echarle un vistazo. La distribución está disponible con varios entornos de escritorio, pudiendo escoger cuál de ellos instalar en el momento oportuno. Es decir, la iso es única (con Gnome, escritorio principal y al que más esmero dedican), pero nos permite instalar hasta seis entornos adicionales. Está basada en Arch, o más bien, es Arch, con un repositorio adicional añadido al final del "pacman.conf", lo cual le confiere la menor prioridad a la hora de instalar los paquetes, una lista de los cuales podéis consultar aquí. Y, no menos importante, con un instalador para seres humanos. Es broma. Digamos, un instalador gráfico para no perder tanto tiempo como con la instalación a golpe de consola de Arch Linux. Mejor así.

Instalación
El susodicho instalador se llama Cnchi y está escrito en Python. Me parece muy funcional y elegante, a la par que rápido y seguro. La belleza está en los ojos del que mira, por supuesto, pero si observáis las capturas que acompañan a estas líneas podréis comprobar a lo que me refiero. Sobriedad, tonos azulados y los iconos Numix, que parecen haber tomado el relevo de los ya algo ajados Faenza como la elección número uno entre los linuxeros.



Cnchi también nos permite escoger realizar una instalación en línea de comandos (CLI), para usuarios avanzados que deseen controlar en todo momento qué y cómo se instala. Una opción interesante que añade un plus a la distro. Llegado el momento, como os comentaba más arriba, podemos escoger realizar una instalación básica (sin entorno de escritorio), o bien elegir entre Gnome, KDE, XFCE, MATE, Openbox y Cinnamon. Más completo, casi imposible. Además se nos permite instalar otras funciones, como el soporte de impresión, cortafuegos, la suite Libreoffice, fuentes tipográficas añadidas o incluso habilitar el repositorio comunitario AUR. Libertad de elección por todas partes, que de eso se ha de tratar.




Es por tal cantidad de virtudes que considero que Cnchi constituye, sin duda, el valor más atractivo de los que podemos encontrar en Antergos. Para mi gusto, por supuesto. Una instalación limpia, rápida (aunque depende de nuestra conexión a Internet, conviene aclararlo) y con la única salvedad de que, tras el reinicio de rigor, nos deja un escritorio con la entrada de teclado mal configurada. Al menos, es lo que me encontré en la opción con Gnome. Constituye un error leve, que se soluciona con entrar en "Región e idioma" y añadir como fuente de entrada el español. Poco más.


Arranque y apagado
Ignoro el motivo, pero el caso es que se demora más de un minuto en entrar al sistema (un minuto y veinte segundos, para ser exactos). Algo anda mal, obviamente. El apagado, por el contrario, es rápido cual rayo, tomando únicamente 3 segundos.

Software
Entre la colección de programas nos encontramos a Chromium como navegador por defecto, más la pléyade habitual en escritorios GTK. Con una extraña salvedad, por cierto: el reproductor de medios escogido es Xnoise. Y digo que es extraña porque durante el modo "live" podemos iniciar "Música", la nueva aplicación de Gnome, que tras la instalación ha sido borrada del mapa en favor de esta otra opción. Nada tengo en contra de Xnoise, pero su integración con el escritorio resulta pésima, con una ventana mal dimensionada y fuentes ilegibles en la lista de música.


Para instalar aplicaciones se emplea, además de la consola, por supuesto, el programa PacmanXG, que todavía se encuentra en versión beta. Se trata de una aplicación muy completa, con el impedimento de que algunas de sus opciones no han sido traducidas del inglés, lo cual le resta usabilidad para algunas personas. Ello no es óbice para dejar de alabar su multitud de opciones (nuevamente en Antergos, las opciones son lo más importante) y su facilidad de uso. Lo encuentro, pese a todo, algo más complejo que Octopi, con la desventaja añadida de que no incluye un notificador de actualizaciones en bandeja del sistema.


Reconocimiento de hardware
El único modo posible de instalar mi impresora adecuadamente fue utilizando la interfaz de CUPS. La colección de utilidades de HP que suelo emplear no me funcionó en Antergos, debido a la falta de ciertos paquetes. Este es uno de los inconvenientes de una distribución basada en Arch, con el minimalismo por bandera: el intento de no saturar el sistema con paquetería hace fallar algunos programas. Traté de solventarlo como pude, pero la instalación de los paquetes mencionados en ciertos hilos de foros de Arch no funcionó.


De igual modo, Antergos no viene con una utilidad de escaneo ya instalada. Tras escoger Simple Scan pude comprobar que el escáner funcionaba bien. La webcam, ídem de lo mismo. En cuanto al adaptador wifi, me encontré con un problema que tal vez esté relacionado con una de las últimas actualizaciones del kernel. O tal vez no. El caso es que, al igual que en mi antigua partición con Ubuntu 14.04.2, en ciertos momentos se pierde la conexión a Internet. Con el sencillo gesto de desconectar y volver a enchufar el adaptador USB queda solucionado el entuerto. Parece, una vez más, una de las temidas y recurrentes regresiones que, por ahora, no se me ha dado en Linux Mint Rebecca (dedos cruzados).


Conectividad
Deseaba seguir disfrutando de la posibilidad de conectarme al portátil Windows vía Samba, algo que el denostado router Livebox de Orange me había negado durante más de un año. Sin embargo volví a toparme con el minimalismo, pues Samba, pese a venir instalado, adolece de una configuración adecuada. Es algo que, probablemente, pueda solucionarse con la fantástica wiki de Arch, mas no tengo tiempo ni ganas. Intenté instalar gvfs-smb sin que nada cambiase. Nuevo ejemplo de las ventajas de Arch, que pueden volverse desventajas rápidamente, en especial para un usuario con pocos conocimientos y/o poco tiempo. El resto de dispositivos, sin problemas que reseñar en cuanto a reconocimiento, pero sí en lo relativo a las tasas de transferencia, realmente muy bajas tanto en el caso del "pendrive" como en el de la tarjeta de memoria.

Experiencia de uso "out-of-the-box"
Es en este apartado donde Antergos deja de parecerse a Arch. Los desarrolladores han instalado todo lo necesario por nosotros, de modo que podremos reproducir sobre la marcha cuantos archivos multimedia deseemos, al igual que comprimir o descomprimir diversos formatos, leer pdfs, etcétera. Un diez para Antergos en cuanto al "instalar y listo", desde el punto de vista multimedia.



Estabilidad, fluidez y gestión de energía
No hubo problemas de estabilidad que lamentar en Antergos Gnome. La fluidez es total y absoluta, por otra parte, sin los problemas de retardo al pulsar en "Actividades" que noté en Ubuntu Gnome.La gestión de la energía es otro cantar bien distinto. Estoy habituado al mal funcionamiento de la suspensión e hibernación, pero que la pantalla no sea capaz de entrar en reposo estando correctamente configurada para ello... eso es nuevo. Y en Antergos Gnome me ha ocurrido. Ni uno, ni cinco, ni diez minutos... No hubo forma.

Rendimiento
Lo más destacable en este apartado es negativo, me temo. Los valores obtenidos con respecto a Ubuntu son similares a los logrados por otras distribuciones, salvo en lo relativo a los tiempos de transferencia de datos, algo ya comentado más arriba. Los controladores gráficos propietarios de AMD funcionan bastante bien, con un 470 de puntuación en Unigine Valley.



A la hora de hacer una valoración general de Antergos cabe valorar qué es lo que esperamos de la distribución y qué es lo que obtenemos. Hay dos lemas destacados en la web de la distribución: uno, el principal, reza "Siempre fresca. Nunca congelada". Suena ambiguo, pero es cierto. Distro "rolling", al día, que no sufre congelaciones, ni a nivel de paquetería ni en cuanto a la estabilidad del escritorio. Otro, "Tu nueva distribución favorita", que podría ser más discutible y pertenece al terreno del marketing puro y duro (aunque aquí no se vende nada, ojo). La distribución, desde luego, entra por los ojos y su funcionalidad es bastante aceptable.

Porque los avezados y acostumbrados usuarios de Arch saben que configurar el sistema al principio cuesta un poco. De tiempo, que hay que tomarse para consultar la wiki, y de conocimientos, que van "in crescendo" conforme uno bucea en las páginas del compendio de sabiduría sobre GNU/Linux que es en sí misma. Por tanto, no esperéis encontrar una experiencia exenta por completo de bordes rugosos, porque no es así. Antergos es Arch, para lo bueno (que es mucho) y para lo menos bueno también (hay que dedicarle unos momentos, más o menos largos, según cada quien). Pero una vez puesta en marcha, Antergos rodará y rodará sin demasiados quebraderos. Los fanáticos de los paquetes más nuevos, aquello conocido como "bleeding edge", estarán siempre satisfechos con las versiones que se manejan en esta distribución. La del Gnome aquí revisado, por ejemplo, es la 3.14.3.


Si a estas ventajas le unimos su estética incomparable (un gran acierto su colaboración con el proyecto Numix), pues tenemos eso: un Arch Linux bastante más fácil de instalar, ya maqueado y listo para que metamos las zarpas. Usuarios noveles, sin ganas de aprender, harían bien en abstenerse y buscar otras opciones. Es mi opinión, discutible como todas. En los comentarios podéis aportar las vuestras, si así lo deseais.

Salud


ANTERGOS GNOMELSDH
Instalación10
Arranque y apagado6,25
Software7,50
Hardware7,50
Conectividad5
Out of the box10
Estabilidad10
Fluidez10
Gestión de energía0
PybenchN/D
Apache21.662,37
Encode-flac13,53
Unpack-linux18,06
Unigine Valley470
Browsermark FF3.011
Browsermark GC4.223
Transf. pendrive6,39
Transf. disco USB0,57
Transf. SD-card7,07
Corrección por rendimiento-1,02
Corrección por errores-0,25
CALIFICACIÓN6,77
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