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Chakra: cambiador de tareas

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Lo admito, soy un fanático del alt+tab. Sí, esa sencilla combinación que permite ir rotando las aplicaciones abiertas, sencillamente una genialidad para manejar gracias a los atajos de teclado cuando tenemos muchas ventanas abiertas y optimizar tiempo de trabajo.

En Chakra, y por extensión en KDE, tenemos muchas opciones para escoger, pero ¿qué sucede si no nos sentimos a gusto con ninguna de las que están por defecto?

Aquí es donde interviene este artículo ;)

Seré mas específico, resulta que siempre me ha gustado cómo distribuye MacOS dicha combinación, y a partir de ello he reducido a dos mis opciones:

Con Iconos Grandes


Esta en particular me encanta pero, como pueden ver, resulta que no coincide con todos los programas, sobre todo si el paquete de iconos no lo soporta. En mi caso uso Nitrux, quien a mi humilde criterio es el más completo (tal vez no el más bonito), pero sí quien tiene mayor cantidad de iconos, pero como todas las cosas, no es perfecto; así que solo me queda ir cambiando los iconos que no se encuentran por su tamaño manualmente, algo tedioso y nada productivo.

Con Miniaturas


Aquí la cosa se pone interesante, pues aunque sí coinciden todos bien (los iconos aquí salen más pequeños), resulta que no me muestra todas las previas de las ventanas que están abiertas en un solo cuadro; es decir, si aprecian bien en el panel inferior tengo abiertas 7 ventanas, por lo cual si soy un poco despistado (cosa que sí soy, jejeje) o no me doy cuenta de ellas o las paso por alto. La cosa es que me gusta que se vean todas sin necesidad de ir pasando.

Hasta aquí me había resignado, pues aunque las otras opciones de KDE por defecto sí lo hacen, a mí solo me gustan esas dos por ser más “bonitas”… pero les faltaba algo.

Y ahí es donde entra Scaling, un cambiador de tareas desarrollado por el usuario aheinecke el 15 de Mayo de 2013 (http://opendesktop.org/content/show.php?content=158648), que sí hace lo que quiero. A la muestra:

Bonito y Funcional


Para instalarlo es muy sencillo, abren krunner (ALT+F2) y digitan cambiador de tareas, luego se van al pequeño cuadrito de visualización y le dan “Obtener nueva disposición de ventanas” y buscan scaling, y listo ;)



Linux Lite 1.0.6: Xubuntu en peso pluma

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Antes de empezar el ciclo regular de revisiones que anunciaba en el artículo sobre la búsqueda de la tranquilidad y la calma en el ejercicio de bloguear sobre GNU/Linux he decidido respetar la "promesa" hecha en su día a un lector anónimo que deseaba ver revisada la distribución que usa en LSDH. Se trata de una distro neozelandesa, de la cual ni tan siquiera había oído hablar hasta el comentario de dicho lector, de nombre Linux Lite. Sus desarrolladores hacen hincapié en la idoneidad de su sistema, un Ubuntu con XFCE, para el disfrute de juegos en GNU/Linux, con la premisa de la ligereza y la compatibilidad. De modo que me he propuesto averiguar si es tan liviano como su nombre y la descripción que presentan en su web sugieren. Por no hablar de la pluma que esgrimen como logo...



Si bien he llegado a un punto en que, como bien saben los lectores habituales, me aburre revisar distros basadas en otras a su vez basadas en otras (como es el caso, derivada de derivada de Debian), creo que puede resultar un buen ejercicio de "calentamiento" para retomar el hábito. Vamos a ello, pues.

Instalación
Linux Lite cumple desde un principio con las expectativas creadas en torno a su rapidez y ligereza. El inicio de sesión en vivo es realmente veloz, no desmerece para nada a otras alternativas con entornos de escritorio más livianos. El instalador es el mismo de Ubuntu, con dos excepciones: un pase de diapositivas propio y un renderizado de fuentes horrible, para mi gusto, que nada tiene que ver con el de la distribución en que se basa. El tema principal del "slideshow" reincide de nuevo en las mismas características intrínsecas de la distro, que la hacen ideal para el uso y disfrute de plataformas de videojuegos, del estilo de Steam o Desura. En unos ocho minutos tenemos el sistema instalado en el equipo, lo cual me extraña mucho, habida cuenta de que he marcado las casillas de opción de instalación de codecs y actualizaciones.


Tras el reinicio, que ocurre solamente después de pulsar la tecla "Enter" sin que nada nos advierta que debemos hacerlo, nos aparece el Grub de Ubuntu (que es como se identifica esta distro), habiendo reconocido el resto de sistemas del equipo. La pantalla de entrada es realmente original, con nuestra foto (o lo que sea que hayamos escogido) en un círculo central. Eso sí, todo el escritorio se encuentra en inglés, a pesar de lo que elegí en las opciones de instalación, y para llegar al castellano hay que irse al Menú --> Settings --> Language support y desde ahí instalar nuestro idioma.


A este respecto, un par de pegas. Para empezar, no solo instala el español "de España", sino que se descargan todos los locales, de los correspondientes países de habla hispana. Y a pesar de todo esto, algunas partes del escritorio continúan en inglés, a la par que varias frases se traducen de forma un tanto extraña. Por poner un par de ejemplos, en el menú de XFCE aparece como "Administrador de archivos" algo que, en lugar de abrir Thunar, abre una consola que ejecuta un script de búsqueda de actualizaciones, mientras que la opción "Acerca de XFCE" directamente pone el equipo en modo bloqueo. Interesante mezcolanza de conceptos...

Como segundo problema a destacar, algo que sospechaba ya: no se han instalado los paquetes actualizados. De esto me percato por casualidad al ejecutar el script correspondiente, pensando que iba a abrir Thunar. Al menos, tras la susodicha actualización y el consiguiente reinicio no hay que lamentar más contratiempos. Como nota novedosa, Linux Lite incluye en el menú una serie de scripts para facilitar la instalación de diversos programas y utilidades como podemos ver en la captura de pantalla que acompaña a estas líneas.


En cuanto al aspecto general de la distro, con el tema Mediterranean Light y los iconos Faenza, podríamos catalogarlo de discreto y elegante, sin ser nada del otro mundo. En consonancia con el espíritu de la distro, realmente. El consumo de RAM al inicio se limita a 390 Mb en mi equipo.

Arranque y apagado
El sistema arroja unos tiempos de inicio y finalización bastante buenos, teniendo en cuenta que la base es Ubuntu 12.04, con 18 meses ya de antigüedad, lo que en Informática tiende a llamarse obsoleto, calificación con la que, dicho sea de paso, no estoy nada de acuerdo. 16 segundos para apagarse y 25 para encenderse son tiempos alejados de los modernos estándares de systemd, pero para mí son más que aceptables.

Software
El manejo de programas se realiza con el conocido gestor de paquetes Synaptic, mientras que las actualizaciones se instalan con el script que comentaba más arriba. Entre la batería de aplicaciones incluidas con Linux Lite tenemos Firefox 24, Thunar 1.2.3, VLC 2.0.8, Libreoffice 3.5 o Gimp 2.8, por señalar los programas que utilizo más.



Reconocimiento de hardware
Cualquier derivada de Ubuntu juega con ventaja en este apartado, Linux Lite no es una excepción. Salvo por un problema con el reconocimiento de la contraseña de acceso a la red Wifi casera, el resto se ejecuta de forma incólume: la impresora es reconocida y auto-instalada, el escáner ídem de lo mismo, la webcam también y la red cableada, efectivamente, funcionante desde un inicio.


Conectividad
Todo perfecto en este sentido, Samba se ejecuta bien, si bien no conseguí hacer streaming de modo directo desde mi portátil. Por lo demás, el reconocimiento de dispositivos externos es más que correcto.


Experiencia "out of the box"
Al igual que ocurre con el reconocimiento de hardware, al ser una derivada de la distro de Canonical obtenemos una experiencia de uso muy amigable para el usuario novel. Todos los archivos multimedia, pdf y de oficina se pueden abrir sin dificultad alguna. El pequeño "pero" viene en esta ocasión por la vía del applet de sonido de XFCE, que escoge por defecto HDMI en lugar del sonido estándar y requiere de intervención del usuario para su corrección.


Estabilidad del sistema
Durante las pruebas realizadas a Linux Lite no se produjo ningún cuelgue o mal funcionamiento de aplicaciones. Un comportamiento impecable en este sentido.


Fluidez
Uno de los puntos clave a la hora de analizar esta distro, toda vez que hacen de esta característica su seña de identidad. Y no, no falla en cumplir lo que promete, una experiencia muy fluida y un desempeño ligero.


Gestión de energía
La suspensión a RAM y el reposo de la pantalla funcionan bien, no así la hibernación (desconozco, ciertamente, si alguien sigue usando esta función hoy en día), pues no existe diferencia alguna entre apagar e hibernar para Linux Lite,ya que no se mantienen las aplicaciones y procesos abiertos tras el reinicio.

Personalización
Siendo sincero, no me apetecía en demasía configurar esta distribución como si fuese a hacer uso de ella a diario. Las pocas tareas de personalización que llevé a cabo se limitaron a la instalación del soporte para 32 bits, imprescindible en las pruebas de rendimiento de Phoronix, y a los controladores propietarios. Curiosamente, tras instalar estos últimos vía jockey, encontré que el consumo de RAM bajaba hasta los 345 Mb al inicio. Eso sí, a costa de perder el Plymouth de la silueta de Tux (una baja sin importancia, en realidad).


También probé algunos de los scripts antes mencionados que pretenden facilitar la instalación de elementos a los usuarios menos duchos. Si bien son perfectamente funcionales he de advertir que se encuentran sin traducir.


Rendimiento
Las pruebas efectuadas con la Phoronix Test Suite arrojan muy buenos resultados. Linux Lite supera a Xubuntu (referencia más próxima que se me ocurre, dadas las características) en tres de los cinco apartados estudiados, algunos de ellos de forma holgada (Apache y Unigine Valley).


La sensación que me deja la prueba de Linux Lite 1.0.6 es que se trata de una distribución enfocada prioritariamente al público "gamer", algo en lo que ya insisten los propios desarrolladores. Para ello se aseguran de mantener la compatibilidad con la mayoría de juegos posibles (la base Ubuntu es un buen punto de partida) y eliminan el "factor Unity", con lo que aumentan los recursos disponibles para jugar. Ignoro si se podría haber hecho algo similar tomando a Xubuntu directamente, la verdad.

En cuanto al usuario normal, entre los que me encuentro, creo que no hallará en Linux Lite nada especial o novedoso. Es cierto que las modificaciones, cualesquiera que sean, realizadas al código por los creadores neozelandeses arañan algunos megas de RAM, pero teniendo en cuenta las configuraciones de la mayoría de equipos que se gastan en la actualidad, al fin y al cabo terminan por resultar una cantidad nimia en comparación con Xubuntu, la cual deja un poso de gran profesionalidad y un acabado más redondo para mi gusto. Ello no es óbice para que los usuarios con equipos más modestos, sobre todo si son jugones, le den un vistazo a esta Linux Lite. Saludos.


FICHA TÉCNICA
Distribución: Linux Lite 1.0.6
Entorno de escritorio: XFCE 4.8
Kernel: 3.2.0-48
Xorg: 1.11.3
Driver gráfico: fglrx 8.96.4
OpenGL: 4.2.11627
GCC: 4.6


LINUX LITE 1.0.6LSDH
Instalación9,40
Arranque y apagado7,50
Software7,50
Hardware8,00
Conectividad8,33
Out of the box9,58
Estabilidad10,00
Fluidez10,00
Gestión de energía6,67
Pybench3.135,00
Apache24.492,65
Encode-flac8,58
Unpack-linux18,05
Unigine Valley438,00
Corrección por rendimiento0,36
CALIFICACIÓN9,32

Ubuntu 13.10: una versión muy buena

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Transcurrido un tiempo prudencial desde su lanzamiento y una vez vencida la tremenda pereza que me da volver a revisar lo tantas veces revisado, allá vamos con una nueva versión de Ubuntu, la distribución que a nadie deja indiferente. Siguiendo con la nomenclatura habitual que emplea Canonical, es el turno de la letra s, habiendo elegido Saucy Salamander, algo así como la atrevida salamandra, como nombre de guerra. Lo primero que cabe recalcar es que esta versión es el paso último antes de la publicación de una nueva versión de soporte extendido, prevista para abril de 2014, y que como tal únicamente brinda actualizaciones durante 9 meses.



Igualmente quisiera destacar, antes de enredarnos en los entresijos del último lanzamiento de Ubuntu, que me considero de algún modo admirador de las versiones LTS, por lo que suponen de estabilidad respecto al resto de lanzamientos de Canonical, y porque creo que dos años es un período de tiempo razonable para mantener un sistema operativo instalado, disfrutar de él  y no tener que preocuparse por una eventual ruptura del mismo durante una actualización. Sí, sé que esta última frase no casa muy bien con un fanboy de Chakra, pero el tiempo va pasando tan deprisa que uno se va agarrando a ritmos más tranquilos. Ese es el motivo de que siga manteniendo una partición con Ubuntu Precise, actualmente por su versión 12.04.3, que funciona cual reloj suizo.

Como advertencia final previa a la revisión, algo que ya he comentado en otras ocasiones, aquí no se va a tratar sobre temas que trasciendan la idoneidad de Ubuntu como sistema operativo para usuarios con pocos conocimientos previos de Informática. Con ello quiero decir que no entraré en el debate de Mir contra Wayland, de KDE contra Canonical, de Ubuntu contra el mundo GNU/Linux, ni voy a valorar a Mark Shuttleworth, sus decisiones y las implicaciones éticas de las mismas, o si su plan es dominar el mundo a lo Hank Scorpio... No, nada de eso se tocará en este artículo. Siento desilusionar a aquellos que buscan la confrontación en cada mención de Ubuntu que se hace en la red, pero ya hace tiempo que prefiero centrarme en lo que une a la comunidad GNU/Linux en lugar de en lo que la divide. Es lo que hay...

Instalación
¿Qué voy a contar? La instalación de Ubuntu 13.10 es casi calcada a la de anteriores versiones, con la excepción de que ahora se permite al usuario elegir si desea conectarse a su cuenta de Ubuntu One, o crear una en caso de que no la tenga. Insistiré en que se trata de algo opcional, por lo que se puede continuar sin hacer ninguna de las dos cosas. El proceso completo toma 20 minutos, incluyendo la descarga de las últimas actualizaciones y de los "codecs" multimedia. Es un tiempo muy bueno para lo que Ubuntu nos tiene acostumbrados, supongo que la fiebre inicial de descarga de la distro ha pasado ya, casi un mes después del lanzamiento, eliminando la saturación en los servidores. Aún así sigue siendo tremenda la diferencia entre descargar desde la réplica en España (lenta hasta la extenuación) y hacerlo desde cualquier otro lugar. No me explico el porqué, pero así ha sido siempre mi experiencia.

Tras finalizar, se nos indica que debemos reiniciar, algo que no sucederá si no pulsamos la tecla "Enter". Recuerdo que en anteriores versiones se instaba al usuario a hacer esto, sería buena cosa continuar haciéndolo, sobre todo pensando en ese tipo de persona que no sabe qué hacer cuando el equipo parece no responder, como es el caso. Grub reconoce todos los sistemas y, una vez iniciado el nuevo Ubuntu, digamos que nos toparemos con la apariencia habitual, marca de la casa, predominando los tonos morados y marrones. En resumidas cuentas, el Ubuntu de toda la vida. Si bien se han descargado las pertinentes actualizaciones, éstas no terminan de instalarse hasta que así se lo indicamos al entrar por primera vez al escritorio. Cero problemas.


Respecto a los programas que nos encontraremos tampoco hay novedad en el frente. Tras la instalaciones de las mencionadas actualizaciones tendremos Firefox 25, Libreoffice 4.1.2, Rhythmbox 2.99.1... insisto, lo habitual de la distro, aderezado con el kernel 3.11.0, uno de los últimos disponibles.


Arranque y apagado
Espectacular mejoría en el tiempo de apagado de esta Saucy Salamander. Nada menos que 3 segundos, cronometrados. Realmente increíble. El tiempo de inicio, por el contrario, ha aumentado ligeramente (27 segundos frente a los 20 de la versión anterior), pero sigue entrando dentro de los parámetros que personalmente considero aceptables, teniendo en cuenta el equipo en el que nos encontramos. Como también viene siendo habitual, para poder modificar el Grub y sus parámetros vamos a precisar un programa externo, siendo mi recomendación el Grub Customizer de Daniel Richter.

Gestión de software
El Centro de Software de Ubuntu, que en sus inicios era tremendamente pesado y lento, ha mejorado una barbaridad. Destacaría la facilidad con la que una usuario sin apenas conocimientos de paquetería y forma de instalar programas en GNU/Linux podría lograr descargar y ejecutar cualquier cosa que se encuentre en los repositorios oficiales. Gracias a la función de búsqueda del Dash, en tres sencillos pasos se tiene la aplicación deseada en la barra lateral de Unity.




Reconocimiento de hardware
El que cabe esperar de Ubuntu. La única novedad viene dada por mi parte, al poder incluir en este análisis una nueva pieza de hardware, en concreto una impresora: la HP Laserjet 1018, una impresora láser monocromo que ha caído en mis manos tras una historia que no viene a cuento y que reemplaza para ciertas impresiones a mi obsoleta Epson Stylus Color 685.

El caso es que la instalación de la nueva impresora no resultó tan simple como en Ubuntu Precise, donde me bastó conectarla para que se abriese una terminal, se descargasen los controladores desde los servidores de HP y listo, a imprimir. Con Saucy esto no ocurrió así, aunque la impresora es reconocida y se puede añadir desde el módulo "Impresoras", no realiza su función en principio. Intenté ejecutar la utilidad hp-setup, pero tampoco logré que la cosa marchase.

La solución pasa por descargar los últimos controladores para la impresora. Abrimos terminal con CTRL+ALT+T y escribimos:

wget http://prdownloads.sourceforge.net/hplip/hplip-3.13.11.run

Ejecutando dicho script se desinstala la versión anterior, al parecer incompatible con Ubuntu Saucy, y se instala la nueva. Tras el preceptivo reinicio... voilá. Impresora funcionando.


Todo lo demás, impresora Epson, escáner, webcam, tarjeta Ethernet y wifi no ofreció dificultad alguna.


Conectividad
Pues como siempre, esto es, absoluta conexión con el resto de mis dispositivos sin fisuras de ningún tipo. Buena velocidad en las transferencias mediante Samba, "streaming" de vídeo incluido, y reconocimiento de mi disco duro externo, mis pendrives y mi tarjeta SD.

Experiencia "out of the box"
Seguimos para bingo. Otra de las señas de identidad de Ubuntu continúa inalterable versión tras versión, siendo capaz el sistema de reproducir cada tipo de archivo que guardo en el disco. El único que requiere un paso adicional, bien sencillo por otra parte, es el archivo comprimido en rar, pero el propio sistema conduce al usuario a la instalación inmediata y la posterior descompresión.



Estabilidad
En otras ocasiones talón de Aquiles, con Saucy Salamander se nota que nos estamos acercando a la próxima LTS de Ubuntu. Mucho más estable en sus primeros días de vida que las anteriores, tan solo he de lamentar un par de errores en aplicaciones, concretamente en el HUD y en indicator-power, ambas tras sendos reinicios. Por lo demás, ni cuelgues del servidor gráfico ni congelaciones de Unity. En este sentido me confieso sorprendido, pero insisto en que el objetivo de estas versiones "entre LTS" se ha conseguido.


Fluidez
Si llevamos tiempo en GNU/Linux sabemos de sobra ya que Ubuntu no es un dechado de virtudes en cuanto a requerimientos mínimos del equipo. Es conocido y aceptado, por unos más que por otros. En mi equipo, recalco, se comporta absolutamente fluido y sin sensación de pesadez. Nada que envidiar a entornos mucho más ligeros en principio. Esto no va a ser así si se instala en un equipo más antiguo, para esos menesteres hay otras distribuciones más adecuadas y hay que ser consciente de ello antes de empezar a soltar barbaridades sobre lo lento y pesado que es Unity. Es mi opinión personal, claro está.

Gestión de energía
Poco que destacar en este apartado. Suspende a RAM y entra en modo de ahorro de energía sin más. Para hibernar, también como suele ser habitual, hemos de abrir una terminal  y escribir:

sudo pm-hibernate

Funciona perfecto, manteniendo abiertas las aplicaciones al volver a encender el equipo.

Personalización
El entorno de escritorio Unity es, por definición, poco personalizable, al menos sin esa gran aplicación que es "Ajustes de Unity". Una vez instalada es sumamente sencillo adecuar la apariencia a nuestros gustos personales. En cuanto a programas que suelo emplear, no tuve problemas en encontrar ninguno de ellos. Instalé Variety, My-weather-indicator, Clementine y Spotify, todos ellos correctos en su funcionamiento.



Ya hace bastante que no utilizo los controladores propietarios de AMD en ninguna distro que instalo, salvo para lanzar la batería de pruebas de Phoronix, al seguir siendo indispensables para el empleo de aceleración 3D. En el caso de Saucy, la instalación de Catalyst no ofreció resistencia, basta iniciar "Software y actualizaciones", donde encontraremos "Controladores adicionales" en forma de pestaña.

Lo que sí me sigue resultando molesto es el hecho de que Ubuntu dé por sentado que el usuario desea realizar búsquedas en Amazon o enviar información a Canonical sobre qué teclea en el Dash. No me chupo el dedo, ya soy mayorcito, y hasta cierto punto comprendo las necesidades que la empresa pueda tener de rentabilizar de algún modo su "producto". Pero es evidente que este tema encaja muy mal dentro del mundo del FOSS y es por esto que genera la controversia que genera. Una opción para deshabilitarlo durante la instalación estaría incluso mejor que la alternativa existente (en el apartado "Privacidad" del menú). Pero entonces, muy probablemente, la multinacional que patrocina esto pagaría mucho menos...

Pruebas de rendimiento
Los resultados que arroja Ubuntu Saucy Salamander en los cinco tests de Phoronix a los que la sometí me resultan un tanto sorprendentes, al menos cuando los comparo con los obtenidos en mi partición con Precise Pangolin. Y es que la versión 13.10 que nos ocupa solamente resulta vencedora en la prueba de codificación de audio y en el banco de pruebas de Python. Por mi parte reconozco que esperaba una mejora general, sobre todo teniendo en cuenta la gran diferencia de tiempo entre la aparición de una y otra, especialmente en cuanto al kernel de Linux. Pero es posible que, bien el parcheado sucesivo a la LTS (vamos por 12.04.3) o bien el aumento en los requerimientos mínimos tengan la culpa de que el Pangolin se comporte mejor que la Salamandra.



Pese a todo ello, insisto en que el sistema se nota fluido, incluso más en Saucy si es que es posible apreciar una diferencia tan sutil. De igual manera se pueden señalar ciertas mejoras, como la perfecta integración de las barras de menú en el panel superior, incluso para aplicaciones Qt como Clementine, cosa que no sucedía ni sucede en Precise. La fuente tipográfica da la impresión de ser más fina, más clara, pero al igual que comentaba antes se trata de apreciaciones muy difíciles de hacer, tan subjetivas que igual no son ciertas y hay que tomarlas con precaución. Pero esto es un análisis personal, que aunque intento que sea lo más objetivo posible, nunca podrá despojarse de eso, de la persona que lo realiza.

Y esa persona, quien escribe estas líneas, encuentra la experiencia de uso de Ubuntu Saucy muy satisfactoria. Las mejoras que incorpora no me parecen suficientes, una vez más, para dar el salto desde la confortable y segura Ubuntu Precise Pangonlin, pero sé que hay muchos usuarios cuya "versionitis" les impide ver esto. Para todos ellos existe esta Salamandra. No me bajo del burro, insisto en que el mejor Ubuntu se encuentra en las LTS, sobre todo transcurrido algún tiempo desde su lanzamiento. Lo estoy experimentando actualmente, usando una versión robusta y que funciona muy bien, que cubre de sobra todas mis necesidades excepto una: la sensación de pertenencia a una comunidad, con posibilidad de aportar, aspecto por el que nunca fui capaz de abandonar Chakra.


Pero mi preferencia por las LTS no puede impedir que alabe a una versión 13.10 muy conseguida y que se encuentra solo un peldaño por debajo, como corresponde por otra parte, a lo que cabe esperar de las versiones de soporte extendido. Agoreros aparte, solo puedo desear que en abril de 2014 vea la luz otra excelente versión ubuntera, tras dos años de probaturas con el Quetzal, el Ringtail y la Salamandra. Esto está montado así por alguna razón desde que apareció la distro de Canonical y así continúa por ahora. Un saludo a todos.

LO MEJOR
  • Versiones bastante actualizadas de los programas y paquetes
  • Sistema fluido y que se siente ligero pese al entorno Unity
  • Muy fácil de usar para usuarios noveles
LO PEOR
  • Pequeños fallos en algunos programas
  • Tiempo de soporte muy limitado
  • El empeño en mantener las búsquedas en Amazon por defecto

    FICHA TÉCNICA
    Distribución: Ubuntu 13.10 Saucy Salamander
    Entorno de escritorio: Unity 7.1.2
    Kernel: 3.11.0-13
    Xorg: 1.14.3
    Driver gráfico: fglrx 13.10.10
    OpenGL: 4.2.12337
    GCC: 4.8


    UBUNTU 13.10LSDH
    Instalación9,80
    Arranque y apagado8,75
    Software10,00
    Hardware9,50
    Conectividad10,00
    Out of the box10,00
    Estabilidad8,00
    Fluidez10,00
    Gestión de energía8,33
    Pybench2.982,00
    Apache22.541,78
    Encode-flac8,38
    Unpack-linux17,82
    Unigine Valley421,00
    Corrección por rendimiento0,36
    CALIFICACIÓN9,58

    Chakra y GTK: otra vuelta de tuerca

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    Chakra hace tiempo que no está "de moda", soy consciente y lo asumo. Igualmente tengo interiorizada la imposibilidad de abandonar esta distribución, con la que tanto he disfrutado y disfruto, por mucho que no termine de estar de acuerdo con algunas de las decisiones que toman los desarrolladores, si bien no es el caso de la que hoy me propongo dar a conocer. Por eso, porque la considero mi distribución de cabecera y porque apenas hay páginas en la blogosfera que traten sobre ella, aquí estamos de nuevo con un artículo sobre Chakra. Quienes conocen Chakra y su filosofía recordarán cómo fueron los primeros pasos de esta distribución, la base Arch Linux con KDEmod, su posterior escisión de la distro canadiense y su consolidación como sistema independiente absolutamente centrado, de un modo exclusivo y excluyente, en el escritorio KDE y las tecnologías Qt. La dedicación absoluta a una única arquitectura (64 bits), escritorio y librerías de desarrollo hacían de la distro algo especial, tan admirada como repudiada en algunos casos por esa especie de discriminación hacia GTK y las arquitecturas de 32 bits.

    Imagen obra de Malcer


    Yo siempre viví esta diferencia como algo lógico, teniendo en cuenta la escasez de recursos humanos endémica en Chakra y su condición de distribución comunitaria que se desarrolla en el tiempo libre que pueden sacar de aquí y de allá las personas al frente de ella. En un mundo plagado de distribuciones genéricas jamás vi con malos ojos la existencia de una un poco distinta en sus esquemas, en su forma de hacer las cosas y, es justo reconocerlo, en su exquisito gusto para decorar KDE.

    Pero las cosas están cambiando. Tras la marcha de algunos desarrolladores principales, a las que se ha unido recientemente la del responsable de la parcela artística que a muchos nos cautivó en su día (me refiero a Malcer, por supuesto, quien ha emprendido nuevo rumbo lejos de Chakra), la distro está inmersa en una profunda renovación. En tiempos pasados era muy sencillo señalar cabezas visibles al frente del proyecto (Jan Mette (DEP), Anke Boersma, Phil Müller, Manuel Tortosa...). Aunque ninguno de ellos llevase la vitola de líder, su actividad pública en pos de la distro era notoria y reconocible. A día de hoy Chakra es una distribución basada en el "no liderazgo", si es que ello es posible, donde todas las decisiones se toman de común acuerdo empleando una plataforma de apoyo.

    Pues bien, es en este marco actual donde se ha decidido prescindir, como en su día se hizo con los bundles, de la estructura de directorios específica para alojar las aplicaciones GTK, en concreto el "/extra". Ojo, no se debe confundir con el repositorio del mismo nombre, el cual continúa activo y recogiendo dichas aplicaciones. Las motivaciones y repercusiones, mejor las transcribo del artículo publicado por Neophytos Kolokotronis en la web del proyecto:

    Tras una larga discusión entre los miembros del proyecto se ha tomado la decisión de mover el lugar de instalación de todos los paquetes del repositorio [extra] desde /extra hasta /usr.
    Se ha tomado esta decisión para facilitar el mantenimiento de los paquetes por parte de los desarrolladores, los colaboradores en CCR y los usuarios. Con este cambio no se necesitarán más arreglos especiales además de que el sistema cumple mejor con los estándares de jerarquía de sistemas de archivos. Para el usuario final no ha de suponer ningún problema, sino una mejora.
    Os estaréis preguntando por qué hacemos un nuevo cambio más en nuestra forma de tratar los paquetes con dependencias GTK+. Como probablemente ya sabréis, en principio desarrollamos un sistema de bundles. Fue una idea que innovaba, pero no fue posible lograr que se integrase como debiera con el resto del sistema, debido a las modificaciones que había que realizar en binarios y librerías. A principios de año abandonamos el sistema de bundles y añadimos el repositorio [extra], el cual instalaba todos sus paquetes en el directorio /extra. Ya no había retrasos en el lanzamiento de aplicaciones con dependencias GTK+, al no tener que duplicar paquetes se redujo el tamaño de las mismas y resultaba mucho más sencillo añadir complementos a esos programas. Habíamos invertido un tiempo considerable en el desarrollo de los bundles; el cambio a [extra] fue una decisión muy difícil de tomar, pero lo hicimos convencidos de que era un mejora en la experiencia general de usuario. Sin embargo, el cambio trajo consigo otros problemas al no detectarse correctamente ciertas librerías GTK+ por parte de algunos programas debido a su ubicación especial, con lo que resultaba más complicado compilar e instalar paquetes. Con el cambio de ubicación que ahora acometemos estamos seguros de que la detección de librerías GTK+ no supondrá un problema a partir de ahora.
    Para el usuario final, el cambio va a ser imperceptible, ya que pacman informará del cambio de los antiguos paquetes por los nuevos. Tan solo se deberán ajustar las rutas en caso de utilizar algún enlace o lanzador para que apunten al ejecutable en /usr/bin en lugar de en /extra/bin. En caso de encontrar alguna dificultad, por favor, comunicadlo. Si no tenéis instalado ningún paquete de CCR que dependa del paquete filesystem-extra podéis eliminarlo sin problemas.
    Hay disponible una lista de los paquetes CCR afectados en este enlace.Los mantenedores de paquetes en CCR tendrán que eliminar la parte referente a /extra de las secciones build y package(). Lamentamos daros trabajo extra, pero esperamos que este cambio sea para mejor.
     Por último, aseguramos que todos los paquetes a excepción de los contenidos en el repositorio [extra] continuarán siendo compilados sin ninguna dependencia GTK+, así como nuestras ISOs seguirán sin incluir ningún paquete de este tipo. Siempre se podrá instalar lo que se quiera desde el repositorio [extra] o CCR. Nosotros, como proyecto, creemos necesario puntualizar que no tenemos nada en contra de GTK+, es solamente que nuestro deseo es concentrarnos en KDE/Qt y entregar nuestros paquetes acorde a ello.

    Así que, informados quedan todos los seguidores y usuarios de Chakra de este nuevo movimiento, que esperan sea definitivo y que parece acercar un poco a la distro hacia la normalidad. Estoy seguro, es más, ya lo he podido constatar en ciertos foros, de que habrá usuarios que no estén de acuerdo con este cambio, lamentando que Chakra se vaya a convertir en una distro más. Personalmente no comparto esa visión del asunto, y no lo hago porque he sido uno de los que ha sufrido las incomodidades de tener que empaquetar para CCR y que un paquete no compile por no encontrar las librerías adecuadas. Por no hablar de cuando se logra compilar y el funcionamiento es penoso y lamentable, uno se pregunta dónde está el problema, y éste se halla precisamente en la particular forma de tratar las dependencias GTK en Chakra.

    Por mi parte aplaudo este movimiento en pos de la regularización de GTK en la distribución. No están cambiando gran cosa en realidad, aquellos que se declaran anti-GTK podrán seguir teniendo su sistema Qt puro sin mayor dificultad, lo único que han de hacer es no habilitar el repositorio [extra], como hasta ahora, repositorio que además viene desactivado por defecto al instalar. Y los que abogamos por la coexistencia entre Qt y alguna aplicación GTK, porque las hay muy buenas e irreemplazables, podremos instalar y compilar sin tener que quebrarnos la cabeza en busca de soluciones a extraños errores en la localización de librerías. ¿Dónde está el problema?


    Termino agradeciendo a los desarrolladores su duro trabajo para lograr que Chakra no caiga en el olvido. Aún lamentando las últimas bajas en el equipo y a sabiendas de que dejan un hueco imposible de llenar, quisiera acabar resaltando algunas de las novedades que se plantean en la próxima ISO de la distro, como el suavizado de fuentes de Ubuntu instalado "de serie", o la inclusión casi segura del soporte para Wayland en mesa. Sobre los aspectos artísticos no sé nada, tras la marcha de Malcer ignoro si se va a trabajar en un nuevo "artwork" o se apostará por la continuidad en este apartado. Estaremos (al menos yo, seguro) atentos a las novedades.

    Linux Mint 16 Petra: 7 meses de excelencia

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    Después de una gran versión de Ubuntu suele venir otra de Linux Mint que no le va a la zaga. Es la lógica consecuencia de que ésta se base en aquélla. Pero como no siempre se cumple lo que en un principio parece obvio, tras acometer el análisis de la distro de Canonical hoy le toca el turno al reciente lanzamiento del equipo liderado por Clem Lefebvre. He usado Linux Mint en distintas etapas de mi vida linuxera, se podría decir que fue la distribución con la cual empecé a descubrir que hay todo un mundo más allá de Ubuntu, digamos que fue la que disparó al distrohopper que hay en mí. No le guardo rencor, pese a todo, más bien al contrario...



    Recuerdo con un cariño especial aquellas primeras versiones (para mí lo fueron, aunque la andadura de Mint se remonta a Ada, en agosto de 2006) con nombre de mujer: Elyssa, Felicia, Gloria, Helena... Muy buenos sistemas, con sus problemas de detección de hardware inherentes a la época en que nos encontrábamos y que hoy, en su gran mayoría, han pasado a la historia. A lo largo de todos estos años el equipo de Mint ha ido poniendo su esfuerzo y dedicación al servicio de la comunidad GNU/Linux para mejorar en lo posible las respectivas versiones de Ubuntu, puliendo los pocos bordes rugosos que éstas pudieran tener. Elevando la ya de por sí excelente Debian al cubo, por así decirlo. Y con su decimosexta intentona, lo digo con la boca bien grande, lo han conseguido. Vamos a detenernos en un análisis pormenorizado de un sistema ideal para iniciarse en el ecosistema de Tux que, por desgracia, nace como un gigante con pies de barro debido al ridículo tiempo de soporte que tiene. La versión escogida, por su relevancia y su modernidad, tenía que ser la de Cinnamon.

    Instalación
    No hay nada nuevo que destacar en el instalador de Linux Mint Petra: es el mismo de siempre, con el aspecto de siempre y, claro está, la fiabilidad y rapidez de siempre. En 8 minutos tenía el sistema instalado en una de mis particiones de prueba, habiendo detectado Grub tanto a Ubuntu Precise como a Chakra Fritz. Tras el primer inicio se me advierte de la existencia de 92 paquetes para actualizar. Al contrario que en otras distribuciones todo el escritorio se encuentra en nuestro idioma, sin extrañas mezclas de ningún tipo.


    Procedo a actualizar y a reiniciar, de nuevo sin incidencias. Ante mí contemplo el mismo "artwork" marca de la casa, que se mueve con fluidez en el nuevo Cinnamon 2.0 ocupando unos escasos 292 Mb de RAM. Para mi regocijo han desaparecido todas los pequeños detalles que se me hacían molestos en Cinnamon, en su mayoría artefactos gráficos, falta de agilidad en la ejecución de alguna aplicación o inconsistencias en la barra de tareas. Después de lanzar varias versiones, por fin tengo la sensación de que me encuentro ante un entorno de escritorio completo y original, que no parece ya un parche encima de Gnome 3 y que incorpora interesantes novedades como un esquema de sonido para acciones comunes (subir o bajar el volumen o insertar un pendrive), nuevos efectos de escritorio que hacen que ya no se eche de menos al vetusto Compiz, o un módulo de control de las esquinas activas del escritorio, entre otras cosas.


    Sobre la reiteración en el uso del mismo tema de escritorio e iconos no voy a volver a incidir. Es algo secundario si se tiene en cuenta que la mayoría de usuarios proceden a cambiarlo cuando no les gusta, y me imagino que para la próxima versión de soporte extendido (LTS) los desarrolladores se plantearán la introducción de novedades.

    Arranque y apagado
    Tiempos de inicio y finalización prácticamente calcados a los de Ubuntu Saucy, lo que es algo muy bueno dada la rapidez con que ambas acciones se ejecutan en la distro de Canonical. Como tantos otros sistemas, sálvese Chakra y quien pueda, adolece de alguna forma de cambiar el aspecto y demás parámetros del menú de arranque, con lo que en caso de precisarlo o desearlo tendremos que recurrir al consabido Grub customizer.

    Software
    Tampoco hay grandes novedades en el apartado de programas incluidos con Mint Petra. Para ser exactos, ni grandes ni pequeñas, a excepción de las nuevas versiones de las clásicas aplicaciones que trae la distribución. Contaremos con Firefox 25, Libreoffice 4.1.2.3, VLC 2.0.8, Gimp 2.8, Banshee 2.6.1 o Nemo 2.0.8. El manejo de actualizaciones continúa siendo uno de los puntos fuertes, a pesar de la polémica suscitada por ciertas informaciones que apuntaban a una presunta vulnerabilidad en la forma de tratar estas cuestiones, acusaciones vertidas por Canonical que, a tenor de las contestaciones recibidas, no han sido demostradas. En cualquier caso, basta marcar los niveles de seguridad 4 y 5 en el gestor de actualizaciones si uno está preocupado por el asunto.


    Reconocimiento de hardware
    Experiencia casi idéntica a la vivida con Ubuntu Saucy Salamander, esto es, algún problemilla para echar a andar a mi impresora HP Laserjet 1018 y cero inconvenientes en el resto de periféricos que rodean mi equipo. El problema lo solventé tras iniciar el programa hp-setup desde la terminal, si bien dicha aplicación termina de forma inquietante con un mensaje en letras rojas que indica que no se pudo descargar el controlador necesario. Pues no hay que hacer caso a dicho mensaje apocalíptico, al menos en mi caso no hubo que hacer más para que la impresora funcionase.


    Conectividad
    Perfecta conexión del sistema con el portátil, pudiendo ver archivos de vídeo en "streaming" directo vía wifi. Los dispositivos conectados son reconocidos y se permite el acceso a todos los archivos sin restricción alguna.

    Experiencia "out of the box"
    Realmente excelente. La sensación de "instalar y listo" es plena en esta distribución, lo que la convierte sencillamente en la ideal para no iniciados. Sí, ya sé que Ubuntu ofrece algo muy parecido, pero con Cinnamon permanece el paradigma de escritorio clásico, por lo que alguien que venga de Windows prácticamente no notará el cambio, en sus connotaciones negativas claro, que para bien sí que lo va a notar en las muchas virtudes que los que llevamos años con GNU/Linux ya de sobra conocemos. Resumiendo: todo funciona, todo se reproduce y no hace falta instalar nada. No se puede pedir más.


    Estabilidad
    Si cogemos Ubuntu Saucy y eliminamos los cada vez más escasos mensajes de error al cerrar alguna aplicación obtenemos... un sistema tan estable como el mejor Debian. Nada más que añadir.

    Fluidez y desempeño del sistema
    La sensación de "atrancarse" que notaba en ocasiones cuando usaba versiones anteriores de Cinnamon ha desaparecido por entero. El escritorio se siente muy fluido y ligero, apenas ocupa 300 Mb de RAM de inicio y la experiencia de uso es una gozada.


    Gestión de energía
    La pantalla entra en modo de reposo cuando debe y la suspensión funciona perfectamente. Los problemas acontecidos en la hibernación, que me imposibilitaban retornar al entorno gráfico tras encender el equipo, resultaron ser responsabilidad del controlador libre de ATI/AMD, pues tras la instalación de Catalyst desaparecieron por completo.


    Personalización
    Con el paso de las versiones Cinnamon va incorporando más y más añadiduras que lo complementan, en forma de extensiones, applets y desklets. No soy muy amigo de los dos últimos, pero he de decir que instalé cosas como el reloj de escritorio o el parte meteorológico sin más complicación. En cuanto a las extensiones, Cinnamon ya incluye las más usadas de serie, de modo que tan solo tuve que ocuparme de instalar la meteorología para la barra de tareas y el botón de apagado, que me gusta tenerlo a la derecha del reloj. Recuerdo que, en especial la extensión meteorológica fallaba más que una escopeta de feria, cosa que ahora no sucede. Trabajo bien hecho.


    En lo referente a programas, tuve la oportunidad de comprobar el buen funcionamiento y fácil instalación (PPA mediante) de Spotify y Variety. Los controladores propietarios de ATI/AMD, vulgo Catalyst, se pueden descargar e instalar desde la entrada "Controladores adicionales" del menú principal de Cinnamon.


    Pruebas de rendimiento
    Puesto que prácticamente incorpora el mismo kernel, de la serie 3.11.0, que Ubuntu Saucy, era de esperar que los resultados fueran parejos a los logrados con la distro de Canonical. Mint empeora ligeramente en dos de las pruebas y mejora en otras tantas a Ubuntu. La quinta de ellas, el test Apache, no pude realizarla debido a divergencias en las versiones que la Phoronix Test Suite pretende descargar y las disponibles a día de hoy en los servidores de Apache. Pero, visto el patrón de resultados cosechado, cabe esperar que se asemeje al de la distro en que se basa, con lo que se indica el mismo valor. En cualquier caso no tiene un peso excesivo, más bien mínimo, en la obtención de la fantástica nota que otorgamos a esta versión de Linux Mint.

    Una nota, la máxima posible, que es la primera vez en más de dos años de andadura de este blog que se la concedemos a una distribución. Desde sus inicios, LSDH se ha caracterizado por centrar sus análisis en un público concreto, el que a mi juicio precisa de más información y ayuda, que no es otro que el que se inicia en el conocimiento y uso de GNU/Linux. Este es el motivo de que nuestra plantilla de calificaciones dé la máxima importancia a unos aspectos y no a otros. Teniendo en cuenta estas premisas, a nadie debería extrañar que Linux Mint Petra, siendo como es una de las distribuciones más populares y enfocadas a este tipo de usuarios, alcance el cum laude.


    Pero pensar que esto es únicamente mérito de Lefebvre y su equipo sería quedarnos cortos en nuestra apreciación. Lo cierto es que GNU/Linux, en su conjunto, ha avanzado de un modo tan impresionante en todos los ámbitos en un período de tiempo tan relativamente corto que tenemos, hoy por hoy, un sistema fantástico en su base, que aderezado con algunos toques personales (cada distro da los suyos) viene a resultar en esto que presenta el equipo de Linux Mint. Un sistema robusto, fácil de usar, gratuito y de una calidad suprema. Y esto se ha conseguido gracias a Debian, a Ubuntu, a Linux Mint y a todos los que colaboramos en lo posible con nuestros granitos de arena particulares. Estamos de enhorabuena.

    Lástima que esta maravilla de sistema operativo peque de inconsistencia en el aspecto relativo al tiempo de soporte ofrecido, que finaliza en julio de 2014. Se podrá argüir que para eso existen las versiones de soporte extendido (Maya, en el caso de Linux Mint, que extiende el suyo hasta 2017). Pero no es de Maya de quien estamos hablando hoy, sino de Petra, y esta última tiene un ciclo de vida a todas luces muy corto, que sin embargo no ensombrece la gran experiencia ofrecida. Para finalizar, me dirijo a los posibles usuarios de otros sistemas que estén pensando en saltar a GNU/Linux: dejen de darle vueltas. Linux Mint 16 Petra es el sistema perfecto para empezar... y hasta para acabar. Un saludo a todos.


    LO MEJOR
    • Versión muy mejorada de Cinnamon
    • Gran cantidad de programas disponibles
    • La sencillez de uso

    LO PEOR
    •  Sin duda alguna, el tiempo de soporte

      FICHA TÉCNICA
      Distribución: Linux Mint 16 Petra
      Entorno de escritorio: Cinnamon 2.0.14
      Kernel: 3.11.0-12
      Xorg: 1.14.3
      Driver gráfico: fglrx 13.10.10
      OpenGL: 4.2.12337
      GCC: 4.8


      LINUX MINT PETRALSDH
      Instalación10,00
      Arranque y apagado8,75
      Software10,00
      Hardware9,50
      Conectividad10,00
      Out of the box10,00
      Estabilidad10,00
      Fluidez10,00
      Gestión de energía8,33
      Pybench3.013,00
      Apache22.541,78
      Encode-flac8,37
      Unpack-linux17,60
      Unigine Valley424,00
      Corrección por rendimiento0,37
      CALIFICACIÓN10,00

      Resultados de la encuesta de sistemas operativos

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      Parece mentira, pero ya ha pasado un año desde que iniciase la encuesta sobre el uso de sistemas operativos de los lectores del blog. Por cierto, Feliz Año 2014 a todos, siento llegar tarde pero no me van las felicitaciones virtuales, las encuentro vacías de sentido, prefiero el abrazo de los de toda la vida. Puesto que me hallo en un momento de crisis "ñusera" (copyright, Yoyo Fernández) del que podemos disertar más tarde, si os parece, y dado que ha finalizado el largo plazo que puse a la encuesta que ha estado adornando el lateral derecho de este blog durante 365 días, parece buena hora para comunicar los resultados.



      El dato principal a tener en cuenta es que la encuesta permitía el voto múltiple, por si se daba el caso, muy común por otra parte, de tener más de un sistema operativo en uso. Pues bien, os dejo la tabla con la clasificación final:


      SISTEMAVOTOSPORCENTAJE
      WINDOWS20312,72%
      MINT20212,66%
      UBUNTU20112,59%
      DEBIAN17510,96%
      OPENSUSE1227,64%
      CHAKRA825,14%
      XUBUNTU805,01%
      MANJARO794,95%
      OTRO754,70%
      ARCH724,51%
      KUBUNTU684,26%
      FEDORA684,26%
      CRUNCHBANG251,57%
      MAGEIA221,38%
      ZORIN221,38%
      MAC191,19%
      SLACKWARE140,88%
      PCLOS120,75%
      BSD110,69%
      CENTOS100,63%
      SOLUSOS90,56%
      BODHI80,50%
      SABAYON70,44%
      GENTOO70,44%
      SNOWLINUX30,19%
      TOTAL1596100,00%

      Vamos a ir por partes para tratar de sacar algunas conclusiones:

      - La victoria de Windows, por un solo voto, se explicaría por la gran cantidad de personas que utilizan el sistema de Microsoft a la vez que un GNU/Linux, e igualmente porque este blog lo suelen visitar muchos que se hallan en la fase de búsqueda de información para tratar de dar el salto desde dicho sistema.

      - Entre Ubuntu, Linux Mint y Debian acaparan más del 36% de los votos, número que aumenta al 49% si tomamos en consideración al resto de derivadas directas de la distro madre por excelencia. Esto es, casi la mitad de los votos van a Debian e hijos. Seguramente sean más, pues sospecho que muchos de los que votaron por "Otro" usaban Elementary OS.

      - El gran resultado de Chakra, que no se corresponde para nada con el obtenido en casi ninguna otra encuesta de este tipo, viene a explicarse por el simple hecho de que durante mucho tiempo me he centrado en artículos dedicados a este sistema operativo. Normal, por tanto, que muchos lectores del blog lleguen aquí usando Chakra.

      - El resto de los resultados los encuentro normales y más o menos creíbles. openSUSE tiene un meritorio quinto puesto, lógico dada la calidad de sus últimos lanzamientos, mientras que el auge de Manjaro ya no sorprende a nadie, la verdad. En la lista también está la extinta SolusOS de Ikey Doherty, que en el momento de comenzar la encuesta aun constituía una opción sólida. Destacaría igualmente el gran salto en votos que se produce después de Fedora, lo que vendría en diferenciar sistemas de uso más o menos masivo (insisto en la excepción de Chakra) de los que solamente usa una minoría.

      En cualquier caso esta encuesta no permite sacar resultados definitivos, en tanto en cuanto se toma de una muestra muy pequeña y más o menos afín a los temas de mayor trato en el blog. Por lo demás, como decía más arriba, estoy tomándome unas buenas vacaciones blogueras, chakreras y quién sabe qué mas. Como durante el pasado verano, mi refugio es Ubuntu Precise, y no uso el equipo más que para lo preciso (valga la redundancia). El detonante de esta enésima crisis... lo dejo para un próximo artículo, por no desvirtuar el tema principal.

      Pesadilla antes de Navidad

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      Si os lo temíais, estábais en lo cierto: ya estoy otra vez por aquí para dar la tabarra con una de mis batallitas de experiencias "ñuseras" frustrantes. Os comentaba en el último artículo que había vuelto al modo "remanso de paz", aprovechando las fiestas navideñas. Ahora que éstas han concluido paso a relataros en qué ha consistido esta vez la odisea. Ya en verano de 2013 tuve el primer ataque de hartazgo, pero lo dejé a un lado en aras de aportar mi granito de arena a una causa que apreciaba, como era la que entonces yo creía inminente (luego resultó no ser así) desaparición de Chakra por falta de manos para ayudar. Luego, una cosa llevó a la otra y me encontré de nuevo, de un modo más pausado, eso sí, en la dichosa espiral de instalar y probar sistemas operativos para el blog, subir paquetes a CCR, ayudar en los foros de Chakra...



      Es muy cierto que somos una especie que tropieza una y otra vez con la misma piedra. Al poco tiempo de retomar mi actividad, y por seguir con los símiles rocosos, volvía a encontrarme cual Sísifo de la vida, empujando una piedra con forma de Tux hasta una cima de la cual volvía a caer como un péndulo retorna a la posición anterior en su bucle infinito de movimiento perpetuo. Y no es que no me diera cuenta, al contrario, pero estaba decidido a persistir a sabiendas de que de nuevo estaba atrapado en el mismo problema de la última vez. Pensaba que os lo debía a vosotros, lectores-sufridores de los continuos devaneos de un servidor. Y es que es duro ser bloguero.

      Adiós Chakra, gracias por todo
      He insistido tanto en alabar a Chakra que cualquier cosa que escriba parecerá ya redundante. Es la distro de la que me proclamé fanboy a los cuatro vientos, a la que tantas veces dejé tirada y otras tantas regresé con el rabo entre las piernas. Donde me sentí parte de una comunidad todo el tiempo en que traté de ayudar con lo poco que podía. Y también la distro en que, mientras hacía todas esas cosas, seguía oyendo el "run-run" incesante de quien no entiende el porqué había que complicar las cosas tanto en el tema GTK, aun respetando el ideario que dio origen a la propia distribución.

      Los motivos para dejar definitivamente de usar Chakra tienen un poco de todo, pero el detonante principal de la decisión tiene que ver con el carácter de semi-rolling release de la distro, que comenzó a causarme problemas en tanto en cuanto las nuevas versiones de KDE parecían traer consigo ciertos retrocesos. Algunos errores eran nimiedades sin importancia, como el hecho de que el volumen se fuera al 100% con cada notificación del escritorio, algo que incluso tenía fácil solución. Otros, sin embargo...

      Me encontraba una tarde más tranquilo de lo habitual, dado que mi retoño (practicante del noble arte del kárate) tenía que entrenar durante dos horas en lugar de la hora que suele. No recuerdo cual de mis auto-impuestas obligaciones me hallaba realizando, creo que estaba repasando los foros, cuando me sobresaltó mi mujer advirtiendo que se hacía tarde para ir a recoger al crío. Contesté que no era así, que faltaban aún más de tres cuartos de hora, a lo que ella respondió con una pregunta: "¿tú estás tonto?" (más de lo normal, se entiende). Tras ponerme un reloj delante de las narices me dí cuenta de que todo el Plasma workspace se había congelado hacía 45 minutos y, efectivamente, llegaba tarde a recoger a mi hijo. El reloj del escritorio, como toda la barra de tareas, estaba parado.

      Obviamente lancé maldiciones varias en arameo al tiempo que corría por la calle para intentar llegar a tiempo. Luego del tremendo cabreo ("esto no me había pasado ni en Windows, maldita sea mi estampa") empecé a comprender que no tengo edad, ganas ni tiempo de seguir viviendo en la continua inestabilidad de un escritorio que se renueva tan asiduamente. Y eso que a Chakra se la acusa precisamente de lo contrario... Pero aún había más.


      Debido a la especial configuración de la distro, a mi torpeza o a ambas cosas a la vez, jamás conseguí que funcionara Ace Stream, un programa P2P para ver partidos de fútbol que va perfecto en Debian y derivadas, e incluso en Arch, por poner un ejemplo distinto al ya tan trillado de Shotwell. Varias veces compilé el programa, pero no pude subirlo a CCR porque, simple y llanamente, no funcionaba. Horas de "googlear" me terminaron convenciendo de que debía ser alguna incompatibilidad con el particular GTK de Chakra, porque en Arch andaba bien. Por supuesto que pensé en comentar el caso en los foros, pero los pocos desarrolladores estaban ocupados con el testeo de los nuevos paquetes y no me parecía que les sobrara el tiempo para algo así.

      Luego estaba el asunto de la impresora HP Laserjet 1018 que había heredado de mi cuñado y que en Ubuntu funcionaba de perlas, mientras que con Chakra dependía de no se sabe qué el que le diese por andar o no. A veces bastaba reiniciar, otras tenía que enchufar el cable en un puerto distinto... Ni idea de qué causaba el problema, pero estar, estaba presente en Chakra y no en la distro de Canonical (en la LTS, al menos). Puede que sea algo relacionado con las nuevas versiones de cups, o foomatic, vaya usted a saber.

      Si me conocéis un poco ya iréis adivinando que cada pequeña gota iba llenando el vaso del distro hopper un poquitín más. Lo que me pasó con mi hijo equivaldría a un manguerazo entero para hacerlo rebosar, de modo que decidí que necesitaba estabilidad y que estaba cansado de las regresiones de KDE. Y esta afirmación, en Chakra, equivale a verse obligado a abandonar la distribución. Como digo siempre, esto es mi experiencia personal y como tal la relato. A quien no tenga estos problemas, que Dios se la dé y San Pedro se la bendiga.

      ¿Otra vez la misma historia? ¡Me vuelvo a Windows!
      Y allá vamos otra vez, huérfano de distribución. Había estado probando para el blog SolydK, una distro de la que todo el mundo habla maravillas, pero mi experiencia no había sido esa. A estas alturas de la película no encontraba motivaciones para publicar más artículos de prueba de distros, con lo que mis anotaciones sobre SolydK duermen el sueño de los justos en el fondo de un cajón de mi escritorio a la espera de una decisión. Para los curiosos, solo añadiré que obtuvo un 7'76 de puntuación y que no me resultó tan sólida como su nombre hace presuponer, cosas de intentar meter con calzador paquetes nuevos en una Debian que pretende ser estable, supongo. En cualquier caso, actualmente albergo serias dudas sobre mis métodos de calificación y la utilidad de estas revisiones tan pragmáticas. En otras palabras, tengo ganas de lanzar opiniones un poco más subjetivas y mi vigente sistema de puntuar me ata de pies y manos para hacer eso. Veremos en qué acaba este tema.

      Yo seguía dudando, ansiaba recuperar mi vida anterior a GNU/Linux, y ese era el motivo por el que tenía meridianamente claro que volver a Windows era la solución definitiva al problema. Y lo hubiera hecho, hubiera instalado el sistema de los chicos de Redmond. Pero como bien escribía hace poco Yoyo Fernández, creo que era en Google +, uso GNU/Linux porque me gusta, no porque sea libre. Si quisiera ser "libre" usaría Trisquel, no tendría móvil y viviría en una granja en medio de ninguna parte. A mí me gusta GNU/Linux, me parece mejor sistema que Windows y lo uso por eso. Verme obligado a abandonar este sistema por la "triste guasa" de no ser capaz de quedarme quieto en una distribución concreta se me antojaba un tanto injusto a la par que absurdo. La culpa no es de GNU/Linux: ¡la culpa es mía!


      Así que, tras pensarlo bien, puse una muesca más en mi revólver con el enésimo formateo del disco duro (pobrecillo) y la instauración de una única distro para gobernarlos a todos: la LTS de Ubuntu. Aquello ocurrió a principios de Diciembre, y aquí es donde me encuentro ahora y donde pretendo quedarme. La no existencia de particiones de pruebas implica, forzosamente, dejar de revisar distribuciones en modo "real".

      Propósitos de Año Nuevo
      Por supuesto que estáis en vuestro derecho de no creerme, a fin de cuentas he faltado tantas veces a mis "promesas" virtuales que no merezco otra cosa. Yo mismo no me creería, pero la sensación de tranquilidad que uno tiene cuando no está obligado a hacer cosas que no quiere hacer es una razón muy poderosa. Dejaré que una lista de actividades que creo mejores opciones para mi escaso tiempo libre, y que me parecen mucho más interesantes que probar distribuciones, haga los honores por mí:

      - Disfrutar de la familia (esto es algo innegociable)

      - Leer un libro (estoy con Guerra Mundial Z, de Max Brooks, gracias Mario)

      - Ver series (tengo varias pendientes, como la última temporada de Homeland o Breaking Bad completa)

      - Escuchar música (en esto ando algo estancado, me quedé en los 90)

      - Estudiar (se convocan oposiciones este año para Enfermería en el SAS. Son ridículas en cuanto a número de plazas, 128, pero hay que intentarlo. Consolidación de empleo, que le llaman. Y ya en otras ocasiones os he hablado del continuo aprendizaje que demanda mi profesión)

      - Jugar (he instalado Steam en Ubuntu y aprovechando la gratuidad de Left 4 Dead 2 le he echado unos ratillos... aunque ya estoy un pelín viejo para esto, como he podido comprobar. Y sí, me gusta el rollo zombie, también veo The Walking Dead, no tengo remedio)


      - Escribir en el blog experiencias personales, tal que el artículo que estáis leyendo ahora, ya sea sobre GNU/Linux o lo que surja

      Y, por favor, que no se me enfade nadie, pero el leer a tantos otros en la red, ya sea en Twitter, Google + o en sus blogs personales, atrapados en la misma telaraña del cambio de distribución, escritorio, versión, o lo que sea, se me hace muy triste. Tenemos que empezar a pensar, en un momento determinado, que un sistema operativo es un medio, nunca un fin. No es una religión, ni una filosofía de vida, ni nada de eso. Yo hace tiempo que lo sé, pero como comentaba en aquel artículo de la espiral, siempre fui un experto en postergación. De hecho, he logrado postergar algo que ya había conseguido hacer, volviendo a caer en el mismo círculo. Sin embargo, todos somos libres de continuar engañándonos, o no, sin contar aquí a quienes disfrutan del distro hopping, claro. Aquello que es divertido no puede ser malo. ¿O puede serlo? ¿No hay demasiadas personas que utilizan GNU/Linux no ya para trabajar, sino como mero entretenimiento? ¿Algo así como "tunear" el coche, pero gratuitamente?


      Como digo siempre, mis disculpas por adelantado si todo este rollo os importa bien poco, este artículo es del tipo "no sé qué hacer, estoy cansado, necesito dejar de hacer esto". Los que tenéis un blog sabéis de lo que hablo. Si nos quedamos con lo estrictamente referente a distribuciones GNU/Linux, leit motiv principal de LSDH hasta ahora, podríamos resumirlo en que ya no estoy cómodo con una distro "rolling release" y necesito algo estable, sencillo y duradero, como la LTS de Ubuntu.

      Termino con una maravillosa metáfora que le leí a Eduardo, lector habitual del blog de Yoyo, sobre el maestro cerámico que continuamente ponía a punto su máquina y se vanagloriaba de ella, hasta que alguien le pregunta si piensa fabricar una vasija algún día. Es lo más acertado que he leído nunca sobre una gran cantidad de personas que usamos GNU/Linux: "mira mi último Conky", "no puedo esperar a la nueva versión de KDE", "voy a probar Cinnamon, creo que consume 0.0001 Mb de memoria menos que mi escritorio actual"... Y a todo esto, ¿vamos a usar de verdad el ordenador algún día?

      Principales problemas de Linux en el escritorio

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      Hace algún tiempo me topé con la página personal de Artem S. Tashkinov, un administrador de sistemas que se define a sí mismo como un entusiasta del FOSS, y que a lo largo de los años ha ayudado a resolver multitud de errores y problemas que afectaban tanto al kernel como a otros componentes de GNU/Linux. Cuando lo leí quedé fascinado, pues me pareció que su crítica constructiva es precisamente el aspecto del que más adolece nuestro sistema operativo preferido. "Harían falta más Artems", pensé. En los comentarios suscitados por mi último artículo, traje a colación este escrito, el cual no ha tenido excesiva difusión en el mundo de habla hispana, probablemente por carecer de una traducción correcta, pues emplear el "gadget" que incorpora la propia web para este menester nos da un resultado francamente ridículo. Encontré, no obstante, una mención en el blog Alcance Libre, pero algo desactualizada ya.



      El artículo original es muy extenso y profundiza en aspectos que no todo el mundo domina. Con esto quiero decir que hay palabras técnicas y ejemplos que, tal vez, solo los Informáticos y personas que se dedican al desarrollo de aplicaciones podrán entender. No lo voy a traducir entero, pero creo que el resumen nos da un buen punto de partida para comprender lo que algunas personas sentimos hoy día que es mejorable en GNU/Linux. Algunos de los problemas que expone tienen solución; otros, sencillamente, son inherentes al mundo competitivo y salvaje en que vivimos. Ésos, creedme, no se arreglarán. Pero me callo ya, para que hable Artem:

      Artículo original de Artem S. Tashkinov. Traducción de Enrique Bravo. El documento original, en constante revisión, se encuentra en este enlace.

      Prefacio
      En este artículo en continua actualización, que constituye sin duda alguna la lista de este tipo más fácil de entender en todo Internet, únicamente se discuten los problemas principales y las deficiencias de Linux, que podrían ser la razón por la que mucha gente dice que las distros Linux no están listas para su uso como sistema de escritorio. Si bien, todo el mundo debería tener en mente que hay parcelas donde Linux ya ha superado a otros sistemas operativos: un manejo de paquetes excelente, soporte para múltiples plataformas y arquitecturas "out of the box", una excelente estabilidad (por lo general), inexistencia de virus o malware de amplia difusión, casi nunca se precisa una reinstalación completa del sistema, aparte de que Linux es altamente personalizable, resulta fácil crear "scripts" y es gratis.

      Una vez más, debo reiterarlo, este artículo trata principalmente sobre distribuciones Linux, si bien muchos problemas de los que se citan afectan también al kernel.

      No se trata de una comparación Windows contra Linux, aunque a veces se pueden tomar comparativas con Windows o Mac OS como punto de referencia (después de todo, su penetración en el mercado es, por mucho, mayor). La mayoría de problemas que se detallan son de naturaleza técnica, si bien otros son de tipo "político" (no lo digo yo, así los llaman otros) - como, por ejemplo, cuando las compañías se niegan a proporcionar datos, o los dan incompletos, sobre temas de hardware, de modo que los usuarios de Linux no pueden beneficiarse de todas las características, o los controladores tienen errores que casi nadie en la comunidad Linux es capaz de resolver.

      Quisiera que una cosa quedara totalmente clara: Windows, en algunos aspectos, es incluso peor que Linux y tampoco está preparado para ser usado como sistema de escritorio. Por poner algunos ejemplos incontestables, cito de memoria: la creciente pesadez del sistema con el paso del tiempo, el sistema de ficheros y la jerarquía del registro (aún no he encontrado una sola aplicación seria que se pueda desinstalar de un modo limpio y completo), no existe un auténtico modo seguro, el uso como administrador del sistema no lo entienden ni lo entenderán la mayoría de usuarios, no existe un buen sistema de empaquetado (MSI es una abominación), no existe un modo de actualizar el sistema completo (incluyendo aplicaciones de terceros), la depuración de errores es muy complicada de hacer, en muchos casos en que Windows no arranca es casi imposible resolver el problema para un usuario normal... Windows depende del hardware (en especial, en sistemas con UEFI) y, en la mayoría de los casos no se puede actualizar el sistema de una forma segura (siempre quedarán miles de restos), etc.

      Es posible que hayas oído muchas veces que Android supone el modo en que Linux ha conquistado el mundo, pues lo incorporan la mayoría de teléfonos inteligentes (que son, ciertamente, pequeños ordenadores especializados, mas no sistemas de escritorio). Sin embargo, hay dos cosas importantes que conviene considerar: primero, Android no es Linux (¿conoces a alguien que use Android en su ordenador de sobremesa o portátil?). Android solamente contiene un componente Linux: el kernel (en concreto, es una versión antigua para el año en que estamos, mantenida y soportada únicamente por Google). Segundo, Android no es un sistema de escritorio, es un sistema operativo para dispositivos móviles, tablets y otros artilugios táctiles. De modo que este artículo no trata sobre Android, sino sobre la plaga de distribuciones Linux y software libre y de código abierto incluido en dichas distros.

      Miguel de Icaza, el creador de Gnome y Mono (N. del T.: sería más bien, co-creador de Gnome, en cualquier caso), opinaba sobre los problemas de Linux en términos parecidos. Dejó de usar Linux en 2012, y decía lo siguiente sobre su Mac: "Desde el punto de vista tecnológico, estas vacaciones de tres semanas han resultado muy relajantes. Mi equipo suspende y vuelve de la suspensión sin problemas, el WiFi funciona, el sonido nunca ha dejado de funcionar, he pasado tres semanas sin tener que recompilar el kernel para arreglar esto o aquello, sin pelearme con los controladores gráficos, o hacer frente a la extraña y aleatoria pérdida de velocidad que sufría mi ThinkPad". De este modo subrayaba alguna de las áreas más problemáticas de Linux. Recientemente, Linus Torvalds expresaba su absoluto descontento con el estado actual de Linux en el escritorio.

      Los desarrolladores de Ubuntu decidieron impulsar a su sistema como una plataforma de juegos viable, identificando los problemas que deben resolverse para alcanzar dicha meta. Increíblemente, la lista que han publicado coincide con la que vas a leer más abajo, casi palabra por palabra.

      Algunos desarrolladores de Fedora propusieron realizar cambios en la distro en aras de proveerla de APIs y ABIs estables que evitaran regresiones en la medida de lo posible.

      Algunas consideraciones importantes a tener en cuenta antes de leer esta lista:

      - Si crees que Linux es perfecto y no tiene problemas, por favor, cierra esta página.

      - Si crees que cualquier crítica a Linux solo busca perjudicarlo, por favor, cierra esta página.

      - Si crees que el propósito de este artículo es probar que "nunca funciona nada en Linux, o que Linux es casi inutilizable", te equivocas, por favor, cierra esta página.

      - Si crees que Linux y sus usuarios pueden vivir y trabajar bien sin programas y juegos comerciales, por favor, cierra esta página.

      - Si crees que estoy aquí para promocionar Windows o Mac OS, por favor, cierra esta página.

      - Si crees que estoy aquí para proclamar mentiras  y sembrar miedo, incertidumbre y dudas sobre Linux, por favor, cierra esta página inmediatamente y no vuelvas nunca más. ¿Qué estás haciendo aquí, a todo esto? Por favor, vuelve a tus "flame wars" y tus difamaciones.

      Ten en cuenta que esta lista sirve al propósito de descubrir qué hay que arreglar en Linux, más allá de solo señalar los fallos que tiene.

      La lista (resumida) de problemas
      (N. del T.: tenéis la lista completa, completísima de hecho, en el enlace original)

      1. Falta de estabilidad, errores, regresiones, regresiones y regresiones. Hay una increíble cantidad de regresiones, tanto en el kernel como en las aplicaciones de escritorio. Cuando las cosas parece que funcionan bien, se rompen de un modo inexplicable; algunas regresiones pueden conllevar la pérdida de datos. Básicamente no existe el control de calidad sobre las regresiones en la mayoría de proyectos de FOSS (kernel incluido). Microsoft, por ejemplo, informa que Windows 8 fue probado durante 1.240.000.000 horas, mientras que cada nueva versión del kernel recibe, calculo yo, menos de 10.000 horas. Y cada nueva versión del kernel de Linux puede compararse a una nueva versión de Windows. Los errores graves, los que impiden el flujo de trabajo normal, pueden estar años sin resolverse. Un montón de hardware de crucial importancia, como GPUs y tarjetas WiFi, no funcionan correctamente.

      2. Problemas de hardware. Bajo Linux, muchos dispositivos y sus características asociadas están mal soportadas, o no soportadas en absoluto. Hay hardware (adaptadores WiFi Broadcom, por ejemplo) que no se puede usar a menos que ya poseas una conexión a Internet que funcione. El hardware nuevo es soportado, a veces, meses después de su aparición. Los programas especializados, para el manejo de dispositivos como impresoras, escáneres, cámaras, webcams, reproductores de sonido, teléfonos inteligentes, etc. casi nunca están disponibles, de modo que no serás capaz de acceder con plenas garantías a tu nuevo iPad o actualizar el firmware de tu Galaxy SIII. El soporte gráfico en Linux es un maldito embrollo porque las APIs/ABIs del kernel/X.org cambian constantemente, y las compañías como Nvidia, ATI, Broadcom, etc. no desean destinar recursos adicionales y desperdiciar su dinero solo para mantenerse al día con el continuo y absurdo ritmo de los cambios en el FOSS.

      3. La falta de estandarización, la fragmentación, la falta de garantías y la excesiva variedad. Hay demasiadas distribuciones Linux con configuraciones, librerías y sistema de empaquetado incompatibles entre sí. Distros diferentes que emplean entornos de escritorio totalmente distintos, aplicaciones gráficas y de consola diferentes para configurar el escritorio, etc. Debian y derivadas, por ejemplo, te obligan a usar la utilidad de texto "dpkg-reconfigure" para hacer ciertas tareas relativas al mantenimiento del sistema.

      4. La falta de cooperación entre los desarrolladores de software libre y las guerras internas. No existe un organismo central que regule el desarrollo de las distintas partes del software libre, lo que a menudo conduce a una situación en que los cambios introducidos por un proyecto termina por romper otros proyectos (el mismo problema se refleja en las APIs/ABIs inestables, que veremos ahora). Aunque el movimiento del software libre carece de suficiente mano de obra,las distintas distros siempre encuentran los recursos necesarios para realizar "forks" o proyectos alternativos (los desarrolladores de Gentoo van a crear una alternativa a udev; un desencuentro en ffmpeg llevó a la aparición de libav; la situación en OpenOffice y LibreOffice; la nueva alternativa a X.org/Wayland llamada Mir) y para usar sus propias soluciones (Ubuntu no usará systemd).

      5. Un montón de rápidos cambios. La mayoría de distros tienen unos ciclos de actualización y lanzamiento demasiado cortos, tanto como seis meses en algunos casos. O, por ejemplo, Arch, que es una "rolling release", o Fedora, que se actualiza cada seis meses. Te bombardean constantemente con cambios que ni esperas ni deseas. Las distros LTS (de soporte a largo plazo) no son usables en la mayoría de los casos, debido a la política que emplean de mantener versiones muy antiguas de las aplicaciones de escritorio. Y, normalmente, no hay manera oficial de instalar versiones más nuevas (por favor, no me habléis de los PPAs y los backports, estos no son soportados oficialmente ni se garantiza que funcionen bien). Otro problema de las distros LTS es que los kernels que incorporan, muchas veces, no soportan el hardware más nuevo.

      6. APIs/ABIs inestables y la falta de compatibilidad real. Es muy complicado usar software antiguo, ya sea libre o privativo, en las distros modernas. En muchos casos resulta imposible, debido a cambios en los componentes principales del kernel, en el compilador GCC o en glibc. La casi inexistencia de la retro-compatibilidad entre versiones hace que sea increíblemente difícil y costoso crear aplicaciones de código cerrado para distros Linux. El software libre que se queda sin desarrolladores activos o mantenedores, simplemente no sirve si sus dependencias no pueden cumplirse debido a librerías antiguas y obsoletas que ya no están disponibles. Por este motivo, por ejemplo, montones de aplicaciones de KDE3/Qt3 ya no están disponibles en las distros modernas, aunque no exista una alternativa válida. El desarrollo de controladores, más allá del kernel de Linux, supone un esfuerzo insoportable y caro. No hay alternativa a WinSxS para Linux, pues no hay un modo sencillo de instalar las librerías con conflictos.

      7. Problemas de software. Hay pocos juegos, y muy pocos son grandes producciones. Los esfuerzos de Valve y la colaboración con los desarrolladores de juegos están llevando a la reciente aparición de juegos para Linux, sin embargo, miles de títulos se lanzan cada año exclusivamente para Windows. No existen programas de aspecto parecido a los de Windows, no existe MS Office (LibreOffice aún presenta graves problemas cuando se trata de abrir correctamente documentos escritos en MS Office), no hay un CIF nativo, que sea simple de configurar y usar, así como un sistema de compartición de archivos en red encriptado y protegido por contraseña, ni hay un equivalente para "Active Directory".

      8. Dinero, entusiasmo, motivación y responsabilidad. Predije, hace años, que los desarrolladores de software libre comenzarían a alejarse de esta plataforma debido a que ya no es un juego de niños, como antes, ya requiere cuantiosos esfuerzos y mucho tiempo. Digamos que la diversión se acabó, y los desarrolladores necesitan dinero real para que se pueda terminar el trabajo duro. El desarrollo de software libre, que carece de un respaldo financiero real, comienza a mostrar signos de fatiga y desilusión. Después de todo, se requieren desarrolladores motivados económicamente, pues los proyectos sin fondos comienzan a desaparecer y a dejar errores críticos sin resolver durante años. Siempre se puede decir que proyectos así no se echan de menos, pero el problema, en muchos casos, es que estos proyectos moribundos no tienen alternativas válidas o sus sucesores no están a la altura.

      9. No hay brillo, no hay consistencia y no se siguen las HIG. Hasta los desarrolladores de KDE lo admiten.

      Comentarios del autor (Artem S. Tashkinov)
      Un montón de nuevos usuarios de Linux o aquellos que usan muy pocas aplicaciones, rápidamente desacreditan la lista completa diciendo cosas como "el sonido en Linux a mí me funciona bien" o "nunca he tenido problemas con el vídeo en Linux". ¿Sabes qué? Hay miles de usuarios que tienen grandes problemas porque tienen un hardware o usan un software diferente. Haceos un favor, visitad los foros de Ubuntu o Linux.com y contad el número de entradas que contienen "he borrado PulseAudio y solo ahora me funciona el sonido" o "finalmente he descubierto que puedo usar Nouveau en vez de los controladores privativos de Nvidia (o viceversa) y he arreglado el problema".

      Hay otro punto importante que los críticos no comprenden. Si algo no funciona en Linux, a la gente le da igual de quién es la culpa. Automáticamente asumen que es culpa de Linux. Para el usuario medio, Linux es solo un sistema operativo más, y no le importa que la compañía X no dé soporte a Linux o no desarrolle controladores plenamente operativos para Linux. El hardware que han pagado, simplemente, no funciona, ergo Linux no funciona. A la gente no le importa que Skype se cuelgue cada cinco minutos en determinadas circunstancias, aunque en realidad Skype es un pésimo programa con montones de errores y cuelgues incluso bajo Windows y Mac OS.

      Quisiera aclarar un concepto normalmente mal entendido sobre que el soporte a hardware antiguo es mucho mejor en Linux que en Windows. En parte es cierto, pero también falso. Por ejemplo, ni los Nouveau ni los controladores propietarios de Nvidia tienen buen soporte para las antiguas GPUs de Nvidia. La aceleración de hardware en Nouveau no existe, y el blob de Nvidia no soporta muchas características esenciales de Xandr o funciones requeridas por los escritorios modernos de Linux, como Gnome 3 o KDE 4. En el caso de que tu hardware antiguo aún esté mágicamente soportado, los controladores Linux casi siempre ofrecen solo una pequeña porción de las características que encuentras bajo Windows, de modo que decir que el soporte es mejor en Linux, solamente porque no has de pasarte 20 minutos instalando controladores, es, como mínimo, injusto.

      Algunos comentarios me dejan de piedra: "Es horrible, el artículo está lleno de medias verdades y opiniones personales. Si Nvidia no funciona bien, no lo uses, usa Intel o cualquier otra cosa". ¡Y una mierda, señor mío! ¿Me compré el portátil para disfrutar de juegos con Wine o hacer arranque dual con Windows y usted me dice que no me lo tendría que haber comprado? Le sugiero, cortésmente, que no imponga su opinión a otras personas que a lo mejor encuentran diversión jugando a juegos de gran calidad. Decir que SSHFS puede reemplazar a Windows File Sharing es lo más ridículo que he oído en toda mi vida.

      Es preciso recalcar que los participantes que más se hacen oir en la comunidad del software libre son extremadamente insidiosos y gente exageradamente idealista, que demandan continuamente que todos los programas sean de código abierto y gratis, o de lo contrario, no hay razón para que existan en Linux. Con actitudes como esta no sorprende que un montón de compañías ignoren y rehuyan al escritorio Linux. Linus Torvalds habló en una ocasión sobre esto: "Hay extremistas en el mundo del software libre, ése es uno de los motivos principales por los que ya nunca digo que hago software libre. No quiero que se me asocie con gente para la que el software libre representa exclusión y odio".

      Lo más importante es que esta lista no es una opinión. Casi cada punto listado aporta enlaces a los respectivos artículos, hechos y discusiones que prueban mi afirmación. (N. del T.: se pueden consultar dichos enlaces en el extensísimo artículo original).

      El lado positivo
      Si por leer este artículo tienes la impresión de que Linux es un asco, estás completamente equivocado. Si tuviera que crear una lista de los problemas de Windows sería casi tan larga como esta. Los problemas inherentes a Windows son casi imposibles de solucionar, a menos que Microsoft volviera a reescribirlo desde cero. Los problemas de Linux son, en realidad, abordables.

      Por fortuna, en la actualidad hay varios proyectos en desarrollo que pretenden unir el escritorio Linux y hacerlo verdaderamente moderno y unificado. Como son systemd, Wayland, el sistema único de ficheros propuesto e implementado por Fedora, y otros más. Valve ha desarrollado Steam (plataforma de distribución de juegos) para Linux, abriendo la puerta a la posibilidad de que se hagan verdaderos juegos de primera clase para este sistema (han prometido portar todos los grandes juegos de Windows a Linux a lo largo de 2014, la mejor noticia en el mundo de Tux en los últimos 10 años). Nvidia está estudiando opciones para soportar Optimus bajo Linux. Linus Torvalds cree que las APIs en Linux se han vuelto mucho más estables, aunque yo no comparto su optimismo. Los desarrolladores de Ubuntu me han escuchado y han creado un formato de paquetería unificado.

      Postdata
      A veces encuentro motivos de sobra para decir que Linux es un asco y que lo odio con todas mis fuerzas. A Lennart Poettering le importa un carajo cómo quiero usar mi sistema (N. del T.: se refiere a doserrores reportados por él que no han obtenido respuesta satisfactoria, en su opinión). "Soy desarrollador, sé mejor que nadie lo que quieren los usuarios y cómo usan su sistema y sus programas", es lo que dice el desarrollador medio en Linux. El resultado final es que la mayoría de novedades provocan el asco y el enfado general. Gnome 3, Unity y KDE 4.0 son los ejemplos perfectos de esta tendencia a fastidiar al usuario en Linux.

      Fin de la traducción del artículo original ----------------------------------------

      Bueno, se podrá estar más o menos de acuerdo con lo que expone, pero no me negaréis que el artículo está trabajado y que sabe de lo que habla. Desde mi punto de vista hay cosas que no soy capaz de rebatir por falta de conocimientos, pero hay otras muchas que no tengo más remedio que aplaudir, aunque no me gusten. En realidad, Tashkinov inició esta lista hace varios años, y con el transcurrir del tiempo ha ido eliminando gran cantidad de cosas que ya se han conseguido solucionar. No obstante, la lista sigue siendo muy larga.

      En particular, por rebatir algo, no entiendo por qué considera que cada versión del kernel de Linux es comparable a un nuevo Windows. Diría que no cabe comparación posible, del mismo modo que el cálculo que presupone de las horas dedicadas al testeo del kernel no sé de dónde lo saca.


      Quizás la parte con la que estoy más de acuerdo es aquella en que expone el problema que un lector señalaba en los comentarios del artículo anterior publicado en este blog. Tú puedes instalar con total comodidad la versión más actualizada del programa X en Windows XP (trece años después de su lanzamiento), pero te las ves y te las deseas para hacer lo mismo en Debian estable. Mucha gente, y me incluyo, desea un kernel y unos componentes centrales del sistema estables y duraderos, pero también quiere poder usar las nuevas versiones de aplicaciones, cuando éstas incorporan funcionalidades que no traen las versiones anteriores. En su opinión, backports y PPAs no funcionan bien... algo que también es rebatible, según qué casos.

      El objetivo de publicar esta traducción/resumen en LSDH es mover a la reflexión y al debate. Soy plenamente consciente de que es muy fácil que dicha discusión derive en "flamewar", pero estoy dispuesto a correr ese riesgo. Señalar los defectos de aquello que disfrutas, con el noble propósito de que pueda mejorar algún día, no me parece una mala práctica. Siempre podremos optar por ponernos una venda y arremeter contra todo aquello que supone una crítica constructiva hacia nuestro sistema operativo preferido, aun cuando dicha crítica provenga de personas que han dedicado muchas horas de su vida al desarrollo del mismo. Ello nos convertiría, en mi humilde opinión, en parte del problema.

      Por qué no actualizo el kernel de Ubuntu

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      Aprovechando que llueve a mares en este viernes, el peque está en el cole y mi mujer ejerciendo de madre/profesora de apoyo - nueva figura propiciada por los recortes en materia de Educación en esta caricatura de país que llamamos España - me he propuesto explicar el motivo por el cual no tengo a bien actualizar el kernel de mi Ubuntu Precise a uno más moderno. El artículo lleva algún tiempo en el tintero de temas futuribles, y tras leer la acertada reflexión del blog de Yoyo, con la que no creo que haga falta puntualizar que estoy totalmente de acuerdo, me ha parecido un buen momento para tratar el asunto.



      Empecemos por el resultado que arroja el comando "uname -r" en mi sistema: 3.2.0-58-generic. El primer y más importante motivo por el que me mantengo en esta versión tan antigua - que enseguida veremos que no lo es tanto - es que FUNCIONA. Así, en mayúsculas, funciona y lo hace realmente bien. El sistema va fluido y rápido, de modo que lo más sensato es atender a la máxima que tan a menudo se nos olvida y que nos recordaba Juan Carlos Senar en los comentarios de un artículo anterior: "si no esta roto, no lo arregles". Y en mi caso, no solo no está roto, sino que me permite hacer mis tareas cotidianas perfectamente, amén de algunas otras que demandan más recursos, como jugar alguna partida a Left 4 Dead 2, Steam mediante, sin molestos "lags" ni problema alguno que reseñar.

      Obviamente, de presentar algún tipo de problema ya me habría planteado actualizar. O algo peor, tan saturado como estoy a estas alturas de practicar distro hopping... Ahora bien, esto no ocurre por casualidad. Si bien el kernel 3.2.0 fue lanzado allá por los albores de 2012, lo que en Informática lo convierte automáticamente en obsoleto, debemos prestar atención a ese último numerito: el 58. Canonical no solo da soporte al kernel 3.2, considerado LTS (soporte a largo plazo), hasta Abril de 2017, sino que lo va mejorando e incorporando parches (imagino que tomados de versiones más nuevas del kernel), para aumentar el rendimiento, corregir vulnerabilidades y ampliar el reconocimiento de hardware a nuevos dispositivos.


      Para entendernos: no estamos usando un kernel de enero de 2012. Usamos la base de dicho kernel, estable y sólido, escogido, además de por Canonical, por Debian y Slackware como núcleo de las últimas versiones de sus distribuciones. Y, sobre esa base que proporciona estabilidad, nos beneficiamos de los parches añadidos que mejoran el rendimiento. Por esta razón, no veo preciso actualizar el kernel de mi sistema.

      Esos son mis únicos motivos, pero hay quien va más allá. El mes pasado encontré una opinión que, aunque apunta en el mismo sentido, incide en otro aspecto que considera importante: no todo el mundo está capacitado para actualizar el kernel y resolver las posibles consecuencias negativas que se pueden derivar de dicha acción. El artículo se refiere a Elementary OS, pero es perfectamente extendible a Ubuntu, no en vano la primera se basa en la versión LTS de la segunda. Es un artículo de Sergey "Shnatsel" Davidoff titulado "Por qué NO debes actualizar el kernel de Elementary OS Luna (y cómo hacerlo bien si no tienes más remedio)", que os traduzco a continuación:

      Comenzaré con una introducción. He trabajado como desarrollador de Elementary Luna, siendo requerido por el resto de desarrolladores para explicar por qué no se debe tocar el kernel, y cómo hacerlo bien cuando no queda más remedio.

      No creas todo lo que se publica
      Me han pedido que escriba esto porque ha habido un frenesí de artículos muy peligrososúltimamente sobre "Actualizar tu kernel en Luna". Los métodos que se describen permitirían a un atacante tomar el control completo de tu sistema de modo furtivo en el momento de actualizar. Dichos métodos, además, te dejarían sin actualizaciones de seguridad, por no mencionar que supondrían una ruleta rusa, en términos de estabilidad y desempeño.

      Si te topas con un artículo que menciona "wget" o "mainline kernel ppa", pídele al autor que lo retire de inmediato, y dile de mi parte que, o bien es un incompetente o un capullo que debería mantenerse alejado de la tarea de escribir tutoriales.

      (De hecho, puedes pedirle que retire cualquier artículo referido a actualizaciones del kernel y las reemplace con un enlace a este artículo, ya que no vas a necesitar ningún otro artículo sobre actualizaciones del kernel).

      El kernel no es un juego
      El kernel es, probablemente, la pieza fundamental del software de un sistema operativo. A menos que sepas realmente lo que haces (es decir, lo opuesto a seguir una guía cualquiera en Internet), no le metas mano. En serio. Estás subestimando la complejidad de la tarea.

      ¿Te crees lo suficientemente hábil con la tecnología como para atreverte con el kernel? ¡Ja! Coño, yo soy el principal desarrollador del sistema operativo, estoy escribiendo pruebas de regresión para el kernel (en colaboración con el equipo del kernel de Ubuntu), y ni siquiera yo estoy capacitado para tocar el kernel. Nadie lo está, excepto puede que alguno de sus mantenedores con mayor nivel de conocimientos, como el propio Linus. No es una tarea que una sola persona pueda llevar a cabo con éxito. Se necesita un equipo de profesionales dedicados a ello y un montón de recursos, como ocurre en Ubuntu o en Red Hat.

      Y, bueno, si piensas que nuestro kernel "3.2" es viejo, te equivocas. Ubuntu 12.04 LTS y Elementary OS tienen un kernel derivado del 3.2, pero con un montón de elementos incorporados de kernels posteriores. Los cambios giran, en su mayoría, alrededor de la corrección de errores y el soporte de hardware.

      Pero, y esto es lo más importante, nuestro kernel de base es estable comparado con los nuevos. No completamente estable, lo advierto, de lo contrario no estaría escribiendo pruebas de regresión, pero aún así supone una ventaja considerable. Y la estabilidad es preferible al rendimiento siempre. Así es. Créeme, yo también he sufrido desilusiones a este respecto.

      Cuando no te queda más remedio...
      Por desgracia, no todo el soporte de hardware puede hacerse mediante "backports" y no todo el hardware funcionará "out-of-the-box" en Luna, al igual que nuestro kernel base no es perfectamente estable en todo el hardware que existe. Así que hay unos pocos casos en los que una actualización del kernel puede ser necesaria, pero nunca cuando tienes un sistema que funciona.

      Debes considerar la posibilidad de actualizar el kernel solamente si experimentas varios problemas graves relacionados con el kernel, como "kernel panics", o cuando tu sistema no inicia después de la instalación. ¡El "rendimiento" no es una excusa, lee más arriba!

      Si realmente no te queda otra que actualizar el kernel, simplemente ejecuta "sudo apt-get install linux-generic-lts-saucy" y reinicia. Eso es todo.¡No necesitas ninguna guía!

      Si el kernel actualizado se comporta incluso peor que el de base, puedes iniciar con un kernel antiguo escogiéndolo en el cargador de arranque. Mantén pulsada "Mayúsculas" al inicio del proceso de arranque en caso de que dicha opción no aparezca.

      Para eliminar el kernel que has instalado, ejecuta "sudo apt-get purge linux-generic-lts-saucy"mientras estás usando el kernel antiguo, lee más arriba. ¡Eliminar un kernel cuando se está usando no me funcionó la última vez que lo intenté! (sí, mi labor incluye hacer cosas así de raras).

      ¡¡¡No a la información errónea!!!

      El autor termina su artículo recomendando enlazarlo y revisarlo de vez en cuando en busca de actualizaciones. Igualmente pide que si alguien tiene alguna duda la publique en los comentarios, con objeto de poder responderle directamente. Dichos comentarios incluyen alguna que otra observación a sus palabras, tachadas por algunos de tremendistas. En lo personal no he tenido excesivos problemas cuando me ha dado por actualizar el kernel (lo hice cuando tuve instalado Elementary OS en el portátil, precisamente). Al menos, que yo sepa, pues su comentario referente al "atacante malicioso" que toma control del sistema me ha dejado poco menos que perplejo.


      En cualquier caso, en lo que a mí respecta, la complejidad de la tarea no parece tanta como para generar tal alarma. De hecho, me da la impresión de que se equipara el simple acto de instalar un kernel con compilarlo, o programar parches para él... Pero claro, queda la duda, igual creo saber más de lo que realmente sé, y todo lo expuesto por el señor Davidoff es rigurosamente cierto. Como de costumbre, os invito a la reflexión y al comentario crítico, faltaría más. ¿Este hombre exagera hasta el punto de pretender que se debe ser el mismísimo Linus Torvalds para instalar un kernel? ¿O, tal vez, no exagera en absoluto? Habemus debate.

      Desmontando a shadow

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      Hace más de un mes que practico el viejo arte de la postergación, del cual soy todo un maestro - modestia aparte - gracias a la experiencia. Lo he estado aplicando, en esta ocasión, a la inevitable escritura de este artículo de despedida. Es duro regentar un blog, sea cual sea su temática, todos los que lo hacen o lo han hecho en el pasado saben bien a lo que me refiero. Pero no se puede mantener una situación no deseada por mucho tiempo, cuando está en tus propias manos ponerle fin. Y no me parece justo dejar de publicar sin más, pues ha sido éste un blog que ha contado con una pequeña pero fiel audiencia más o menos fija, la cual no merece una despedida así.



      Podría argumentar muchas razones para dejarlo, pero sería algo redundante, un compendio de razonespasadas, hartazgo del ecosistema GNU/Linux y crecientes dificultades en lo que aquellos que pasamos demasiado tiempo ante el monitor venimos en llamar, irónicamente, "la vida real". Son malos tiempos para la gente de a pie en España. Y lo van a seguir siendo, en vista de que esa misma gente desea, a tenor de encuestas electorales y demás, que nada cambie. Quien suscribe no es una excepción, un enfermero con un contrato a tiempo parcial que a duras penas llega a fin de mes, con condiciones laborales que rozan ya lo denunciable, con gerifaltes que cobran sumas inverosímiles en concepto de "productividad" mientras dotan a sus hospitales de materiales de ínfima calidad... Algo que sería para descojonarse si no fuese tan lamentable. Todo ello en una comunidad autónoma donde dicen que gobierna la izquierda. Permítanme que lo dude.

      Pero bueno, ¿quién no tiene problemas de esta índole hoy día? Tampoco quisiera culpar a la "crisis" (no es una crisis, es una estafa y lo sabéis) de mi falta de motivación para seguir escribiendo en este espacio. Ya hace más de un mes que me alejé definitivamente de GNU/Linux. Fue mi elección, y no tiene por qué ser la vuestra. Con esto quiero decir que no quisiera que se interpretara mi regreso a sistemas operativos de pago como un indicativo de que los sistemas libres no sirven. Mucho se ha escrito ya en este blog y en otros sobre el tema, que se reduce básicamente a una frase lapidaria: "usa lo que mejor te funcione en cada momento".

      En la actualidad, con un equipo relativamente moderno, Windows 7 no es una mala elección. Al fin y al cabo he usado sistemas de esta empresa desde los años noventa, jamás tuve que formatear por culpa de un virus y jamás instalo ni instalaré nada usando el "siguiente, siguiente, siguiente" sin tan siquiera leer las condiciones y lo que se instala. Es muy cierto que el mayor problema de seguridad informática se halla entre el monitor y la silla. Si os parece, por terminar la vida de este blog con el rigor y la objetividad que siempre he ido buscando, podemos enumerar una serie de ventajas e inconvenientes que mi decisión del pasado enero (sí, llevo más de un mes sin usar GNU/Linux ya...) trae consigo.

      Ventajas de usar Windows 7 en lugar de GNU/Linux

      - Funcionan todos los puertos USB. Aunque no lo creáis, pues nunca hice mención de ello en mis revisiones al tratarse de un problema generalizado y no achacable a ninguna distro en particular, el funcionamiento de los puertos USB de mi equipo ha sido siempre errático. El introducir un dispositivo era lo más parecido a una lotería: a veces lo reconocía, a veces, no. A veces lo reconocía a la primera, pero tras desmontarlo ya no había forma de que funcionase otra vez hasta reiniciar. Este problema se seguía reproduciendo tras la instalación de Windows, pero una vez actualizados los controladores de la placa base Gigabyte, desaparecieron para siempre.

      - Programas actualizados, sistema estable. He dicho adiós a la eterna diatriba entre sistema sólido y "rolling release". Windows se va actualizando y los programas también, no hay inconvenientes derivados de incompatibilidad entre versiones de las librerías. Esta es la mayor ventaja, en mi opinión, pues siempre me fastidió sobremanera tener que elegir entre una cosa y la otra en GNU/Linux.

      - Todo, o casi todo, está hecho para Windows. Esos porcentajes de implantación en el mercado, que sabemos que no se ajustan exactamente a la realidad, que aseguran que el sistema de Microsoft domina por apabullante mayoría provocan, de manera irremediable, que todo esté montado para funcionar bajo Windows. Y vaya si se nota, estoy descubriendo funcionalidades en algunos programas que ni sabía que existían. Mal que nos pese, a día de hoy, siguen faltando cosas en las versiones de determinado software para GNU/Linux.

      - Controladores gráficos decentes. No hay color, y mira que me duele reconocerlo, entre la fluidez con que se manejan los controladores de mi APU AMD/ATI en Windows y en GNU/Linux. Apartado especial merece la navegación: en páginas que se atascaban, sobre todo las de alto contenido en Flash, ahora hago "scrolling" con una suavidad y rapidez que ya no recordaba. Uno de los más fieles lectores del blog, antes INDX y ahora Juan Martínez, preguntaba en cierta ocasión por qué no podía hacer "scrolling" de más líneas con la rueda del ratón en GNU/Linux. En lo tocante a los navegadores, desde luego, la diferencia es abismal. Hasta en el "innombrable" IE... El tema del renderizado de fuentes no estoy seguro si también tiene que ver con esto, pero se nota también una tremenda diferencia en positivo.

      - Windows ha mejorado mucho. Esta es mi opinión, la de alguien que ha usado el sistema de Microsoft desde su versión 3.1 pero apenas había trasteado en serio con la versión 7. De la nueva, la de la interfaz Metro, no voy a hablar porque no la he probado. Me han sorprendido cosas para bien, como el Reproductor de Windows Media, capaz ya de "ripear" un CD musical a MP3 y grabarlo sin necesidad de caros programas de terceros. Quiero creer que la competencia que ha supuesto GNU/Linux ha llevado a esta empresa a ponerse las pilas... aunque nunca lo reconocerían, eso es seguro.


      Desventajas de usar Windows 7 en lugar de GNU/Linux

      - El coste. Es el handicap principal, eso está claro. En mi caso disponía de la licencia OEM, regalo de la tienda donde compré el equipo, pero de lo contrario solo quedaría recurrir al pirateo consentido (Microsoft gana más de lo que pierde haciendo la vista gorda en este asunto) o quedarse con sistemas gratuitos, aceptando sus limitaciones y disfrutando sus ventajas. Si he estado así siete años, es que tampoco se está tan mal.

      - La creciente lentitud. Ahora mismo no se nota, pero todos los que hemos usado Windows sabemos que el sistema se va enlenteciendo por días. En mi caso no es tan grave la cosa, porque ya digo que soy cuidadoso con lo que instalo y lo que ejecuto. Espero y deseo que también haya mejorado en este aspecto. La solución última a este problema suele ser la reinstalación, algo que no puedo considerar como negativo, a tenor de que la cifra de sistemas GNU/Linux instaladas en este equipo en los últimos años, de haberla contabilizado, sería para asustar a cualquiera.

      - Virus y spyware variado. Quien no posea los conocimientos para manejar con seguridad un ordenador con Windows 7 haría bien en pasarse a GNU/Linux. Hay todo un mundo de amenazas ahí fuera. Vuelvo a reiterar que no es mi caso, siempre examino todo antes de ejecutarlo, y el Avast en versión gratuita es más que suficiente para mis necesidades. Consume recursos, eso sí, si bien en este aspecto también se ha avanzado bastante y no noto lentitud alguna en la navegación o en el desempeño del sistema. Al menos, por el momento.

      - Mi escáner ya no tiene soporte. Supongo que el ingeniero de Epson que diseñó en su día el escáner Perfection 640U sería despedido, pues las empresas actuales no conciben que un aparato electrónico pueda durar tanto. El susodicho data del año 2001 y sigue funcionando como el primer día... Ahora bien, la obsolescencia programada tiene un gran aliado en Windows, pues no existen controladores oficiales para las nuevas versiones del sistema operativo, aquellas posteriores a XP. Si se desea seguir utilizando el escáner hay que recurrir, como la propia Epson "amablemente" te indica en su web, a controladores de terceros que, oh sorpresa, cobran por ellos y no poco. Pretenden los señores de Hamrick que pagues unos cuarenta dólares anuales por usar sus controladores sin marca de agua. Por desgracia para ellos existen los "Live CD" de GNU/Linux por si en alguna ocasión necesito escanear algo. Y ojo, no me malinterpreteis, veo bien que alguien se gane la vida programando, pero me parece que una empresa que factura 3 millones de dólares al año por ofrecer algo que se puede obtener gratis está, tal vez, pretendiendo demasiado al cobrar un 50 por ciento del valor de un aparato nuevo solamente por los controladores de otro aparato con 15 años de antigüedad.


      Y eso es todo, no encuentro más diferencias notables para el uso que hago del equipo a día de hoy. Tal vez los juegos, pero los pocos títulos gratuitos que utilizo apenas dan para establecer conclusiones. Siguen faltando juegos "triple A" en GNU/Linux, supongo que en un futuro...

      "En un futuro". Es la frase por antonomasia desde que comenzara a usar GNU/Linux allá por 2007. Se ha avanzado mucho, una barbaridad para ser justos, pero se sigue retrocediendo. Se retrocede con cada regresión en el kernel ("esto o aquello me ha dejado de funcionar con la nueva actualización, ayuda por favor"), con cada nuevo desarrollador que decide hacer la guerra por su cuenta sin aunar esfuerzos ("y venga nuevas distribuciones, nuevos escritorios, que no pare la fiesta") y también, mea culpa, con cada usuario que decide abandonar el barco, sea cual sea el motivo.

      No espero que lo entendáis, incluso espero vuestras reprimendas (los insultos serán objeto de moderación, como siempre, no vamos a perder la costumbre por ser este el último artículo) pero lo que espero, sobre todo, es que plasméis, por última vez, vuestras experiencias personales y pensamientos sobre el tema. Creo que la vida de "La Sombra del Helicóptero" ha sido plena, fructífera para ambas partes, pues he disfrutado escribiendo sobre GNU/Linux y también espero que haya servido a su vez para ayudar a muchas personas que llegaron aquí buscando respuestas sobre lo que el sistema del pingüino les podía ofrecer. Si mis escritos les motivaron para hacer un cambio que les resultó provechoso, me doy por satisfecho. Y aquí seguirán los artículos para su consulta, mientras disponga de los euros que cuesta renovar el dominio, algo que, al paso que vamos, no estoy seguro de por cuanto tiempo será posible.

      A todos los integrantes de esta pequeña comunidad, os deseo que alcancéis vuestros objetivos personales y mucho éxito en todo aquello que emprendáis. Seguid usando lo que mejor se adapte a vuestras necesidades en todo momento. Y una mención especial para aquellos colegas afectados por el distro hopping, mi más temido enemigo y compañero en estos años: paraos por un momento a pensar en lo que hacéis y en por qué lo hacéis, es un consejo de enfermo y de enfermero a la vez. En la vida hay mucho más que los sistemas operativos. Estos son únicamente medios para ayudarnos a conseguir hacer la vida más sencilla. En vuestras manos está usarlos como tales o seguir dando vueltas en la rueda infinita.

      Un fuerte abrazo a todos y hasta siempre.

      El hogar de los valientes

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      Resulta irónico que una de las cosas que más detesto en esta vida sea la ausencia de palabra, la falta de compromiso, la incapacidad de cumplir con lo que se promete o de mantener lo que se decide. Decía mi abuelo que un hombre que se viste por los pies cumple su palabra. Mantenía - y mantiene, por suerte - mi padre que si dices que vas a hacer algo has de hacerlo y punto. No valen excusas. Comprenderéis, ante estas premisas, lo difícil que resulta para mí hacer lo que estoy haciendo en este preciso momento. Dije que lo dejaba y lo dejé... durante menos de un mes. Y aquí estamos.



      No es menos cierto que cuando uno comete un error debe hacer lo posible por subsanarlo, previo reconocimiento, claro está, de que se ha metido la pata. Por continuar con las frases célebres, dos equivocaciones no constituyen un acierto, de modo que es tiempo de levantarme, admitir mi error y continuar con la batalla. No sin antes agradecer las muestras de apoyo y comprensión recibidas en el centenar de comentarios suscitados por mi artículo de despedida. No es que los motivos que aduje en dicho texto no sigan teniendo validez. Incluso diría que los sigo manteniendo. Usar GNU/Linux es nadar contracorriente, aún hoy día y a pesar de las mejoras conseguidas entre todos. Ocurre que, a veces, uno se deja vencer por la tristeza y el cansancio y decide tomar el camino fácil. Enarbolé la bandera blanca de la rendición al modo sencillo de hacer las cosas, al instalar y olvidarse, seducido por la idea de descansar y acercarme a una mal entendida normalidad.

      Pero hubo un factor con el que no conté, uno que me empezó a recordar Vicente Seguí en su correo electrónico de despedida: la sensación amarga de que abandonar GNU/Linux es, en cierto modo, cerrar los ojos, taparse la nariz y aparcar los ideales. "Ignorance is bliss", dicen los anglosajones. "Ojos que no ven, corazón que no siente", espetamos por aquí. Le pasó a él y, mientras lo leía, supe que también me pasaba a mí. Windows es un sistema operativo válido, con sus ventajas e inconvenientes, como GNU/Linux, como MacOS, como todo en la vida... Pero el sistema de Tux fomenta unos valores y defiende unas ideas que yo interiorizo como propias, mucho más próximas a mí que cualesquiera otras. Y ante eso no hay nada que hacer.

      De manera que inicio nueva etapa, volviendo a la que siempre fue mi "casa informática", con renovadas fuerzas y ganas de colaborar y compartir. Ello no implica seguir con el distro hopping, al menos eso espero, pues me parece mejor idea mantener mi partición con Windows para aquellos momentos en que un problema en mi GNU/Linux me impida hacer algo que corra cierta prisa. Siempre me molestó tener que reiniciar a un sistema distinto porque algo falla, pero si se piensa bien, esto es una tontería. Lo he vivido estas últimas dos semanas mientras ponía a punto mi partición con Chakra, donde ya todo funciona, por cierto.


      Para finalizar, lamento que el hastío y cierta cobardía me llevaran a tomar la decisión de abandonar tanto el blog como mi sistema operativo preferido. De todos es sabido que todo acontecimiento en la vida puede equipararse a una situación ya vista en cualquier episodio de Los Simpson, así que, a modo de castigo por mi osadía, recibiré mi particular "placa" que me recuerde que estoy en GNU/Linux para siempre.


      Escojo para ello una de mis citas preferidas. Ignoro el autor, solo sé que se la oí por ver primera a Enzo Maresca, en su lengua materna. "No hay derrota en el corazón de aquel que lucha". GNU/Linux no es para todo el mundo, requiere ciertas ganas de aprender y, sobre todo, no rendirse cuando algo falla y seguir luchando para que el monopolio no lo engulla todo. Recojo, pues, la toalla que tiré y continúo con el combate.

      Solucionando problemas en Chakra

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      Con la última, ya enésima, re-instalación de mi sistema operativo GNU/Linux favorito me he topado con algunos problemillas, tanto ya conocidos como de nueva aparición. Los hay que son meras incomodidades, con las que se puede convivir sin más, mientras que otros te pueden dar al traste con la experiencia de uso del equipo. Sean de una clase o de otra, todas han encontrado solución con algo de paciencia y dedicación. Estas son las pequeñas cosas que, dependiendo de tu estado de ánimo y tu predisposición al aprendizaje en cada momento pueden hacer que te alejes de GNU/Linux si no dispones de tiempo o ganas. Cuando no es el caso, ocurre lo contrario y... habemus tutorial.



      Partimos de un sistema Chakra GNU/Linux Curie recién instalado en mi archiconocido equipo doméstico de sobremesa. Tras los pasos de rigor en toda instalación, me dirijo a mi propio tutorial de puesta a punto e instalo todo lo necesario para mi desempeño informático diario. Cuando ya esta todo listo, comienza la resolución de problemas, que paso a desglosar punto por punto.

      La impresora HP Laserjet 1018 no imprime
      Hace unos meses que tuve que prescindir de mi vetusta Epson Stylus Color 680, pues la impresión dejaba ya mucho que desear (líneas por todas partes, letras y fotografías mal alineadas...), algo lógico al tratarse de un modelo con 14 años a sus espaldas. Recuperé para su uso en casa una HP Laserjet 1018, impresora láser monocromo, que solía utilizar en el negocio de hostelería de mi familia política y que últimamente no tenía ya apenas utilidad (sí, lo habéis adivinado, la crisis estafa haciendo estragos).

      Ya sabía, por experiencia, que este tipo de impresora precisa de un "plugin" propietario de HP para funcionar en GNU/Linux, algo que se instala automáticamente en distros más amigables, como Ubuntu. También sabía que este "plugin" da problemas en Arch y derivadas, siendo la alternativa más simple la instalación de los controladores foo2zjs, disponibles en CCR para Chakra y en AUR para Arch, Manjaro y demás. Por desgracia, los turbulentos momentos por los que atraviesa Chakra tienen la desagradable consecuencia de que CCR no sea un prioridad, sobre todo cuando hablamos de paquetes mantenidos por usuarios que son, a la vez, desarrolladores importantes de la distribución, caso del que nos ocupa. La instalación desde CCR, como podéis suponer por lo ya comentado, falló estrepitosamente.

      Dado que dicho desarrollador, responsable de la paquetería del repositorio [core], probablemente tendría cosas más importantes de las que ocuparse en este momento, decidí arreglar yo mismo el desaguisado, empleando para ello otro de mis tutoriales de cosecha propia: el de importación de paquetes de AUR a CCR. Eso sí, dichos paquetes se quedarían en mi equipo sin ser subidos, algo que no es posible hacer cuando ya existe el mismo paquete, para evitar la duplicidad de los programas.

      La operación tampoco tuvo éxito, algún tipo de incompatibilidad impedía la instalación del paquete en mi sistema, de manera que hube de acudir a los creadores del controlador, quienes, curiosamente, en su página desaconsejan la instalación de los paquetes pre-compilados para la gran mayoría de distribuciones. Siguiendo las instrucciones que allí se dan conseguí instalar el controlador foo2zjs. Pero... Tras intentar instalar la impresora con el módulo correspondiente de KDE y con la interfaz web de CUPS, me encontré con que, efectivamente se instalaba, pero no imprimía. El mensaje de error "Filter failed" ("falló el filtro") era lo único que obtenía.

      Llegó entonces el turno de Duck Duck Go, logrando hallar, tras varios intentos, la raíz del problema en la madre de todas las wikis: la de Arch. Se trataba de un problema de permisos en el puerto USB, subsanado completamente gracias a la información allí encontrada. Uno, que ha sido usuario de Arch y de Chakra durante la mayor parte de su tiempo en GNU/Linux, siempre estará en deuda con esta wiki y su inconmensurable aportación al software libre. Gracias, Arch.


      Mejorando el "scrolling" en Firefox
      Lo mencionaba como uno de las diferencias más notables entre Windows y GNU/Linux en mi artículo de pseudo-despedida.Lo corroboraba el comentario de otro sufridor de AMD/ATI en GNU/Linux, INDX (Juan Martínez). Pero en lo que ambos estábamos equivocados era en atribuir el problema a los deficientes controladores gráficos de dicha empresa para GNU/Linux. O no... En mi actual instalación de Chakra uso los controladores propietarios Catalyst, por si alguien se lo estaba preguntando.

      Pues bien, me atrevo a afirmar, por fin, que he equiparado la rapidez del "scrolling" de la rueda del ratón en Windows y en Chakra, con dos sencillos pasos:

      1 - En el módulo de Configuración del sistema de KDE --> Dispositivos de entrada --> Ratón, pestaña Avanzado, apartado "La rueda del ratón desplaza". Ahí ponemos el valor máximo, que son 12 líneas.

      2 - En Firefox, abrimos "about:config" y buscamos la expresión "mousewheel.min_line_scroll_amount", sustituyendo el valor asignado (creo que era 5), por un valor mucho mayor, sobre 50 ó 60, dependiendo de los gustos de cada cual.

      Salimos y volvemos a entrar en Firefox y... voilá, el "scroll" es muchísimo más rápido, a la altura del de Windows. Ignoro el motivo, pero en la versión de Firefox para el sistema de Microsoft, el valor asignado a la expresión vista arriba es 5. Sin embargo, el "scrolling" va perfecto con ese valor en Windows. Misterios insondables, o tal vez, Juan y yo no íbamos tan desencaminados y el controlador gráfico tiene algo que ver... Si algún lector puede arrojar luz sobre el asunto, se lo agradecería. En el siguiente vídeo - mis disculpas por la pésima calidad - se ve lo que quiero decir:


      Por cierto, la elección de la web de un conocido periódico para la demostración obedece únicamente a razones de "carga" de la misma, pues contiene gran cantidad de material en Flash y vídeos que suelen hacer más lenta la navegación.

      Acabando con las congelaciones de Plasma
      Otro de mis caballos de batalla, que incluso un día me condujo a llegar tarde a recoger a mi hijo, como contaba en su momento, y finalmente a la decisión de dejar nuevamente de usar Chakra en favor de Ubuntu. En esta nueva instalación, el problema se seguía reproduciendo e incluso diría que era más frecuente su aparición: de buenas a primeras, sin estar haciendo nada especial, la barra de tareas y el espacio de trabajo de Plasma quedaban congelados. Podía abrir una sesión en terminal con CTRL+Fn, podía incluso cambiar de ventana con ALT+TAB, pero todo lo demás no funcionaba.

      En aquel fatídico día en que el reloj de KDE me llevó a engaño, como suele ser habitual en mí, el cabreo me impedía pensar e investigar, y mi único objetivo era dejar atrás los errores y arramplar con todo lo que tuviese que ver con la distro y el escritorio en cuestión. Si hubiera contado hasta diez e indagado un poco, se me habría presentado la ocasión de acabar con el molesto problema, cuyo origen estaba en el plasmoide de NetworkManager. Llegué a esta conclusión tras encontrar varios hilos en foros diversos de varias distribuciones (openSUSE, Kubuntu, Arch, Debian) con errores similares que no encontraban solución. Alguien, en uno de dichos hilos, proponía a los plasmoides como fuente del problema y daba como remedio un ejercicio concreto: desactivarlos todos e ir activándolos uno por uno hasta dar con el que provocaba el comportamiento errático en KDE.

      Y a la primera fue la vencida. Tras sustituir NetworkManager por Wicd, siguiendo las instrucciones de la wiki de Chakra, se acabaron las congelaciones de KDE de una vez por todas. Por fin puedo fiarme del reloj...


      KDE lento al copiar archivos grandes a pendrive
      Este problema no me lo había encontrado anteriormente, pues tenía costumbre de hacer "streaming" desde el equipo de sobremesa al portátil para ver los episodios de mis series favoritas en el salón. Recientemente cambié de proveedor de Internet, y el Livebox de Orange provocaba molestos cortes durante el "streaming", de modo que tuve que optar por pasar los ficheros a mi pendrive y de ahí llevarlos al portátil.

      En Windows, todo hay que decirlo, cero problemas. Fue al intentar hacer la copia de archivos de casi 4 Gb de tamaño a mi pendrive en Chakra cuando noté que todo el escritorio se enlentecía (el ratón se movía como a saltos) y el uso del procesador se disparaba a casi el 100%. A la vez que esto ocurría, la tasa de transferencia decaía sin parar hasta hacerse inviable la copia (menos de 100 Kb por segundo). En los foros de Arch aportaban una solución que me sirvió una vez, pero no las sucesivas. Finalmente, con la calma que da disponer de una partición de Windows para hacer la copia (cualquiera se pone a buscar la solución a las tantas de la noche mientras la señora se impacienta en el salón...) y poder así investigar con tranquilidad en otro momento, encontré una causa y la forma de subsanarlo en el foro de PCLinuxOS. Deshabilitando el modo "USB Legacy" en la BIOS dije adiós al problema. Lo malo es que al deshabilitar dicho modo me quedé sin la posibilidad de usar el teclado antes de iniciar el sistema, lo cual se traduce en que no se puede entrar en la BIOS ni elegir nada en Grub. Por si a alguien le ocurre, se soluciona quitando la batería de la placa base durante un minuto más o menos, con el equipo desconectado de la corriente para resetear la BIOS. Si no sois muy duchos en esto de toquetear la BIOS, tened cuidado de no equivocaros en la elección.

      Aparte del fastidio que supone no poder usar el teclado hasta haber entrado en el sistema, noté que el ahorro de energía del monitor no se activaba. Ni idea de qué tiene que ver esto con el USB Legacy, pero cuando reseteé la BIOS volvió a funcionar.


      Total que, puestos a elegir, decidí seguir con la investigación.Y hete aquí que la sapiencia y el espíritu comunitario de Gregorio Espadas me dieron por fin la ansiada solución, en un artículo de su blog. Bastaba añadir al primer paso que yo describía (el mencionado en la wiki de Arch), un segundo (editando un fichero de configuración con parámetros del kernel). Mano de santo, oigan. No solo se estabilizó la velocidad de transferencia de principio a fin en torno a los 7 Mb por segundo, sino que desapareció completamente la lentitud y los "lags" de respuesta del ratón. Por segunda vez, gracias Arch. Y, por supuesto, gracias maestro Espadas.



      Firefox no tematizado al abrir desde gmail-plasmoid
      Si bien todo lo anteriormente relatado puede ser útil a usuarios de cualquier distribución con KDE, sospecho que esta última solución solamente se aplica a Chakra. Hace mucho que utilizo el plasmoide de Gmail de KDE para la notificación y apertura de correos electrónicos. Dentro de la configuración del plasmoide se puede elegir la acción a realizar cuando se hace clic con el ratón sobre él, que en mi caso se trata de abrir el navegador Firefox con la bandeja de entrada de mi cuenta, ya que no uso clientes de correo. Siempre me ocurría que, si no estaba abierto el navegador, al abrirlo a través del plasmoide aparecía sin el tema oxygen-gtk, con un horrible "look" a lo Windows 95. No era un problema molesto, bastaba abrir normalmente Firefox y luego hacer clic en el plasmoide para que la pestaña con la bandeja de entrada tuviera la apariencia normal.

      La solución, hallada investigando por mi cuenta con los enlaces de KDE, pasa por sustituir la orden de apertura del navegador en la configuración del plasmoide: en lugar de "firefox %u", utilizar la expresión "xdg-open %u". De este modo, el plasmoide abre el navegador por defecto que hayamos indicado en las preferencias de KDE, y lo abre tematizado, como debe ser.


      Resumiendo, que es gerundio
      Para quienes no deseen tomarse la molestia de leer el tocho previo, hago un breve resumen de cada problema y su solución propuesta:

      Problema: HP Laserjet 1018 no imprime, mensaje "Filter failed".
      Solución: instalar los controladores foo2zjs y dar permisos al puerto USB.

      Problema: "scrolling" lento en Firefox.
      Solución: ampliar las líneas que desplaza la rueda del ratón en KDE y en el módulo de configuración de Firefox (about:config).

      Problema: KDE se congela.
      Solución: desinstalar el plasmoide NetworkManager y usar Wicd.

      Problema: KDE lento al copiar archivos a pendrive o USB externo.
      Solución:  el maestro Gregorio Espadas la cuenta aquí.

      Problema: Firefox no tematizado si se abre desde gmail-plasmoid.
      Solución: usar la expresión "xdg-open %u" en lugar de "firefox %u".


      ¿Qué he aprendido con todo esto? Que cuando algo falla en GNU/Linux tiene arreglo. Lo que no puede ser, y me ha pasado cientos de veces ya, es pretender que se arregle rápido, a lo loco, sin investigar ni documentarse, sin leer o preocuparse por preguntar. Las prisas no son buenas consejeras, y este es un ejemplo más. Mi recomendación, que cobra especial relevancia en el caso de que se use una distribución "rolling-release", es disponer de algún sistema estable en el equipo, donde todo funcione, para pasar el apuro que pueda surgir. Luego, con calma y ganas de aprender, todo - o casi todo - se puede solucionar. Que dicho sistema estable sea un Windows, un Mac o un Debian Stable, ya dependerá de cada cual.

      Espero que este artículo pueda servir de ayuda a quien aquí llegue buscando arreglo a su problema. Un saludo para todos.

      Evo/Lution: instalar Arch Linux en modo gráfico

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      Lo primero es lo primero, antes de que alguien se lleve las manos a la cabeza: sigo en Chakra. Aclarado este punto importante os explico que hace unos días recibí, a través de Twitter, una sugerencia de Torpedero Maltés para probar un nuevo proyecto que no tiene otro objetivo que acercar Arch Linux a usuarios que no cuentan con los conocimientos, el tiempo libre o las ganas de instalar la popular distribución "a pelo" (scripts varios mediante). Normalmente no suelen interesarme, desde hace tiempo, este tipo de cosas, pero tratándose de Arch Linux, distro que usé durante largas temporadas y con la que aprendí muchísimo sobre GNU/Linux, resultaba difícil resistir la tentación. Puesto que uno de mis objetivos fundamentales en esta nueva etapa bloguera es evitar el distro hopping, opté por la instalación de Arch usando Evo/Lution en una máquina virtual con VirtualBox.



      Conviene aclarar qué es Evo/Lution, pues se podría pensar que no añade nada nuevo a distribuciones como Manjaro o Antergos. Nada más lejos de la realidad, pues este proyecto no es una distribución como tal, sino un "live cd" de Arch Linux que permite una instalación gráfica. Es decir, una vez finaliza el proceso, lo que tenemos instalado es Arch y solamente Arch, con más o menos paquetería dependiendo de las opciones escogidas. El objetivo de su creador, Jeff Story, queda claro en su web personal y en la del proyecto: hacer Arch Linux sencillo para los usuarios, en oposición a cómo los desarrolladores de la distro canadiense se refieren a la misma ("creada por desarrolladores para desarrolladores"). Os cuento mi experiencia.

      Descargar Evo/Lution
      Si bien el "live cd" y el instalador, llamado Lution, se encuentran en un estado de madurez bastante avanzado, el proyecto en sí está todavía en pañales. Es por esto que únicamente encontraremos la iso que permite instalar Arch con algunos escritorios GTK (Cinnamon, Gnome, XFCE, LXDE, Openbox), o solamente en modo consola, sin entorno de escritorio alguno. La iso para entornos Qt se está desarrollando y es posible probarla para reportar errores. De igual manera sólo podremos instalarla, por el momento, en equipos con arquitectura de 64 bits.

      Instalando Arch en modo gráfico
      Los más viejos del lugar recordarán como Arch Linux se podía instalar con un sencillo programa en modo texto, el cual fue discontinuado en su día por los desarrolladores debido a la imposibilidad de mantenerlo al día con los nuevos paradigmas que se venían desarrollando. Tratábamos el tema en la introducción a mi tutorial para explicar la nueva forma de instalación que sustituía a AIF. Lo cierto es que a mí, personalmente, no me resulta tan difícil la instalación mediante "scripts", pero puedo llegar a entender los daños colaterales que aquella decisión provocó. Mucha gente se alejó, o más bien, nunca llegó a acercarse a Arch, y a su vez aparecieron nuevas distribuciones basadas en ella que sí que alcanzaron una rápida fama.

      Al iniciar Evo/Lution tendremos, simple y llanamente, un Arch Linux con XFCE en modo vivo, desde el cual podremos particionar e instalar la distribución en nuestro disco duro.


      El instalador, basado en el de Antergos, resulta muy sencillo de utilizar y se acerca en facilidad y desempeño al de muchas otras distribuciones consideradas más amigables con el usuario final. Nos ofrece la posibilidad de realizar una instalación en modo consola (a la antigua usanza) o totalmente gráfica.


      Llegado el momento se nos preguntará si deseamos instalar Arch sin entorno gráfico (sistema base) o con alguno de los escritorios anteriormente mencionados. En mi caso, puesto que no lo voy a usar realmente, opto por el propio XFCE que incorpora el sistema en vivo.






      Otra opción interesante que nos ofrece el proyecto: la de instalar o no paquetes adicionales que nos hagan más sencilla la experiencia, tales como el soporte para impresión, los códecs multimedia o la suite ofimática LibreOffice.



      Todos los paquetes de descargan directamente de los repositorios de Arch Linux, por lo que se precisará una buena conexión a Internet, algo ya de por sí necesario si se pretende ser usuario de la distro, que por su carácter "rolling release" puro se actualiza varias veces al día.



      Finalmente, tras la instalación, que durará más o menos según nuestra conexión, el entorno elegido y los paquetes adicionales, podremos reiniciar y encontrarnos con nuestro viejo amigo Grub, el gestor de entrada correspondiente al entorno escogido y, lógicamente, nuestro nuevo y flamante sistema con Arch Linux.



      A partir de aquí toca seguir la reina de las wikis para configurar el sistema a nuestro gusto. Ni que decir tiene que las ganas de repetir lo que he hecho mil veces tienden a cero, pero al menos me permito aconsejaros el uso de los nuevos repositorios de fuentes tipográficas creados y mantenidos por Bohoomil, que convierten la horrenda apariencia de las fuentes por defecto en una gozada, con el mínimo esfuerzo y empleando los parches de Infinality. Es todo lo lejos que he sido capaz de llegar en mi personalización, uno ya está más que aburrido de lo mismo...


      No es difícil adivinar por qué no hay referencias a este proyecto en los foros de Arch Linux (yo, al menos, no las he encontrado, mis disculpas si en realidad sí están ahí). Los desarrolladores siguen rehuyendo este tipo de facilidades para la instalación de su sistema, con el manido argumento de no seguir la filosofía KISS y tratando de evitar la llegada de usuarios vagos y mal acostumbrados a los que tener que aguantar sus dudas. Son el tipo de problemas, vistos mil veces en los foros, que conducen invariablemente al "RTFM" y la consiguiente tachadura de los usuarios avanzados de la distro como elitistas y poco colaboradores. Un círculo vicioso y cansino.


      Yo lo dejo ahí, no pretendo pronunciarme en uno u otro sentido, sino presentar este proyecto como una nueva alternativa que viene a sumar más que a restar. Los auténticos "puristas" de Arch podrán seguir recomendando la instalación tradicional, después de todo. Y quienes, por cualquier razón válida argumentable, deseen hacerlo con más facilidad, disponen ahora de este proyecto Evo/Lution que, a las pruebas me remito, funciona perfectamente. Libertad de elección, una vez más...

      Camino a la libertad: openmailbox y ownCloud

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      Un lobo flaco y hambriento se encontró en su camino con un perro gordo y bien cuidado.
      - ¿Por qué será - le dijo - que, siendo yo más fuerte que tú, no encuentre qué comer?
      - Se debe a que mi amo me cuida y me alimenta - dijo el can. - A cambio, yo vigilo su casa. Si quieres, puedes disfrutar de lo mío, cumpliendo las mismas obligaciones.
      - De acuerdo. Estoy cansado de pasar hambre. Pero, oye, ¿qué tienes en el cuello?
      - Es el collar de la cadena con la que me atan a la perrera durante el día. Por la noche me dejan libre y puedo correr.
      - Pues si no eres libre - replicó el lobo - goza de tus bienes, que yo no los cambio por mi libertad.

      Moraleja: es mejor la libertad que el lujo y la comodidad.

      Esopo




      A raíz de un interesantísimo artículo publicado por Eugenio M. Vigo en su excelente blog sobre software libre me planteé, de nuevo, pues llueve sobre mojado, mis hábitos de navegación y programas favoritos para el desempeño informático diario. Ya hace tiempo que concluí que Richard Matthew Stallman tenía razón, algo que, a poco que se hayan seguido las revelaciones de Edward Snowden y el escándalo de la NSA, cualquiera con ciertas luces puede llegar a comprender. El comportamiento de Stallman se suele situar en un extremo cercano a la enfermedad mental o la paranoia por aquellos que solamente saben recurrir al ad hominem a la hora de rebatir argumentos difícilmente discutibles. Para este tipo de gente debe haber sido un golpe muy duro descubrir que el manido "no tengo nada que ocultar" no es suficiente para hacer oídos sordos a la tremenda coerción de la libertad que suponen las informaciones reveladas en los últimos meses.

      Navegar por la red, mantener conversaciones por Whatsapp, comprar en Amazon, y un largo etcétera de acciones normales y corrientes se han convertido, hoy día, en una forma sencilla de rastrear al usuario y usar sus datos personales con fines que casi nunca están del todo claros. No me voy a ir al extremo de dejar de usar la tecnología, único modo que garantiza la privacidad absoluta (o no), pero ya va siendo hora de arrimar un poco el hombro en la concienciación, mediante el uso propio, de que toda esta gran red de espionaje montada a nuestro alrededor sin un ápice de ética que la fundamente se puede desmontar. Hay que ir, como suele ser habitual, paso a paso, y todo comienza con una correcta elección de las aplicaciones que uno mismo utiliza y recomienda a sus conocidos.

      En su artículo, Eugenio da unas pautas y menciona programas y extensiones para el navegador que puedo constatar que no interfieren en el normal desarrollo de mis actividades. Hablando claro: no noto lentitud ni pérdida de funcionalidad en Firefox desde que uso las susodichas extensiones.

      Además de lo apuntado por el artículo de Eugenio, tuve hace unos días una desagradable experiencia personal que sirve como ejemplo de por qué no se pueden confiar datos personales a "La gran G" y olvidarse del tema. Mi hijo recibió como regalo de Reyes el pasado mes de Enero una tablet Bq Maxwell 2 Plus. Las tablets, regalo estrella en los últimos años para los niños, no son un juguete, y nos corresponde a los padres establecer límites en su uso si no queremos convertir a nuestros hijos en zombis desde temprana edad. Fin del consejo, seguimos con la anécdota.

      Desde la primera vez que se inicia un dispositivo con Android uno ya se ve en la tesitura de tener que conectarlo a su dichosa cuenta de Google. Las prisas no son buenas consejeras, y el tener que configurar el dispositivo a escondidas para preservar la feliz inocencia infantil tampoco ayuda demasiado. Resumiendo, que cometí el error de vincular la tablet a mi cuenta de correo personal. Añadan a este imperdonable descuido la Google Wallet, un juego donde se puede comprar contenido a través de dicha cartera virtual y un niño de 6 años y medio. Tremenda combinación que hace muy probable la ocurrencia de algún desastre.

      La cosa no pasó a mayores gracias a que los "amigos" de Google tuvieron a bien informarme, correo mediante, de que se habían comprado productos por valor de unos 4 euros para mi dispositivo Bq. Rápidamente corrí a anular la puñetera "wallet" y me dediqué a aleccionar a mi hijo de por qué eso no se puede hacer, lo que cuesta ganar el dinero, etc. Pero, en el fondo (y en la superficie, qué demonios) no es culpa suya, sino de su padre y de unos señores de Mountain View, estado de California... Repartamos las culpas, en un 80-20, para el padre.

      Este desafortunado incidente que pudo ser mucho peor (en el jueguecito de marras puedes comprar cosas por valor de más de cien euros, sudores fríos solo de pensarlo) me llevó a terminar de decidirme por prescindir de ciertos servicios. Será duro cortar con Google, probablemente no pueda hacerlo del todo, pero poco a poco lo voy a intentar. Entre tanto lo consigo, se me ha ocurrido haceros partícipes de la experiencia de pasar la mayoría de mis aplicaciones y utilidades a opciones cien por cien software libre. Comenzamos hoy este particular camino a la libertad con la combinación de una cuenta de correo libre con openmailbox y una nube personal de 1 Gb alojada en los mismos servidores de dicha cuenta, usando para ello la solución, también libre, que propone ownCloud. Al lío.

      Abrir una cuenta de correo openmailbox
      Para documentar gráficamente el proceso voy a emplear capturas de pantalla realizadas en una máquina virtual corriendo Arch Linux con KDE bajo Chakra.

      1º Entramos en la web de openmailbox.


      2º Pulsamos en "Registro" y completamos los datos. Podéis elegir cualquier nombre de usuario que no esté ya en uso, excepto "sombra" que ése ya lo tengo yo :)


      3º Si todo ha ido bien, que irá, ya estamos registrados y tenemos 250 Mb de espacio en nuestra nueva cuenta de correo. Sé que no es mucho, más bien todo lo contrario, pero no hemos llegado hasta aquí por la comodidad, sino por algo bien distinto, cercano a los ideales (ver fábula que encabeza el artículo). En cualquier caso, se está trabajando en la posibilidad de ampliar dicho espacio por un módico precio.


      4º Pulsamos en "Conectar" y nos aparece la pantalla de inicio de sesión.


      5º Y ya estamos en la interfaz web. Como se puede apreciar, está en inglés, algo muy fácil de remediar pulsando en "Settings".


      6º Desde la pantalla de "Ajustes", podremos cambiar muchas cosas, entre ellas el idioma de la aplicación y el intervalo de tiempo entre comprobaciones de la llegada de nuevos correos.


      Tras el cambio, ya tenemos todo en nuestro idioma. El manejo de la cuenta de correo es similar a los ya conocidos servicios que ofrecen las empresas, intuitivo y muy sencillo. De igual modo, para los que prefieren acceder a su correo a través de programas gestores, como Thunderbird, Evolution o Kmail, existe la posibilidad de hacerlo. En la página principal de openmailbox.org están los protocolos de conexión correspondientes para configurar los clientes de correo. Desde dicha página también se puede acceder a opentrashbox, una utilidad para crear direcciones de correo temporales que podemos emplear para registrarnos en sitios sin dar nuestro correo personal.


      ownCloud: nuestro espacio gratuito en la nube
      Como funcionalidad añadida a openmailbox, dispondremos de 1 Gb de espacio en la nube gestionado a través del servicio gratuito y de código abierto de ownCloud. Desde este espacio en la nube podremos sincronizar y compartir archivos como lo haríamos con Dropbox, Copy y la ya extinta Ubuntu One.

      1º Accedemos a nuestro espacio en ownCloud.


      2º Entramos con nuestra dirección de correo completa y nuestra contraseña de acceso a dicho correo.


      3º Tendremos la pantalla de bienvenida, donde se nos informa de las distintas aplicaciones con las que extender las posibilidades de nuestro nuevo espacio en la nube. También encontraremos información sobre el modo de sincronizar nuestros contactos, libretas de direcciones, e incluso calendarios y agendas. Un servicio muy completo.


      4º Finalmente, nuestra pantalla con los directorios predeterminados y archivos de muestra.


      Si bien es muy sencillo gestionar nuestra nube ownCloud desde aquí, lo es más aún si utilizamos las herramientas correspondientes para el escritorio y el móvil o tablet. Respecto a estos últimos, se encuentra disponible una aplicación en la tienda Google Play, por tan solo 0'78 euros, con los que contribuimos al esfuerzo de los desarrolladores. Pero claro, no todo el mundo se siente cómodo dando los datos de su tarjeta de crédito o débito a Google (huelga reincidir en lo que puede pasar). En este caso, podemos descargar su correspondiente alternativa gratuita en F-droid.

      Instalar la aplicación de escritorio ownCloud
      Para tener nuestro ownCloud completamente operativo e interconectado con nuestro escritorio, podemos instalar el cliente correspondiente.

      1º En Arch está en AUR, de modo que se instala con yaourt, pacaur, o el script preferido de cada cual. En Chakra lo tenemos en CCR, y se instala con ccr -S owncloud-client. Para otras distribuciones, los paquetes pre-compilados se alojan en el "Build service" de openSUSE.


      2º El paquete se compila e instala para nuestro sistema, gracias a yaourt, pacaur, ccr o lo que sea que usemos.


      3º Y ya está disponible entre nuestras aplicaciones de escritorio. Procedemos a iniciarlo por primera vez.


      4º La dirección del servidor en la nube es https://cloud.openmailbox.org.


      5º De nuevo, los datos de acceso son los mismos que para nuestra cuenta de correo de openmailbox.


      6º A continuación, podemos escoger la carpeta de nuestro disco donde se alojarán los archivos. Esta será la carpeta sincronizada con el contenido de nuestra nube personal.


      7º Todo listo, todo perfecto.


      8º Si abrimos nuestra carpeta, nos encontramos ya con nuestros archivos sincronizados.


      9º Finalmente, una vista de la ventana que se abre al hacer clic sobre la pequeña nube que nos aparece en la barra de tareas, desde donde podemos configurar las opciones del cliente de escritorio, incluyendo las velocidades de subida y descarga de archivos.


      Como veis, poco o nada que envidiar a otro tipo de soluciones privativas, por mucho que sean gratuitas también. Facilidad de instalación y uso por doquier en una excelente opción con software libre. El camino a la libertad es pedregoso y difícil (a los carceleros les conviene que lo sea) pero muy satisfactorio a la postre. Los que somos asiduos del mundillo GNU/Linux lo sabemos bien, traiciones e "idas de olla" temporales aparte. Espero continuar esta serie de artículos con nuevos pasitos hacia la completa libertad informática, o al menos, algo parecido (Trisquel ya sería demasiado pedir para un usuario de ATI/AMD, en su momento lo intenté pero...uff).

      Y termino con un pequeño homenaje al recién desaparecido Gabo que bien podría aplicarse a aquello de lo que pretende tratar este artículo. "He aprendido que el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada" - Gabriel García Márquez (1927-2014).

      Instalar Cyanogenmod 11 en Galaxy S3 Mini

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      Seguimos con una nueva entrega de la serie "Camino a la libertad", toca ponernos manos a la obra para sacar a mi teléfono de la jaula a la que lo someten, al alimón, Google y Samsung. Se trata de una vieja aspiración que nunca me atreví a acometer, no ya tanto por lo complejo de la tarea, sino más bien por la posibilidad, siempre presente, de convertir un elemento tan útil como un teléfono móvil en un simple pisapapeles de lujo. De ahí que haya demorado tanto el tema y no me haya lanzado a la piscina hasta tener todos los pasos a realizar completamente claros, sin atisbo de duda. Dos semanas de rebuscar y leer tutoriales de aquí y de allá, ni más ni menos, en las que me ha dado la impresión de que la mayoría de problemas que la gente dice sufrir al dar este paso vienen provocados por el seguimiento de instrucciones que no son lo suficientemente precisas y llevan a cometer errores, algunos de ellos, sin solución posible.



      Os adelanto que no ha sido mi caso: ya disfruto de un terminal rejuvenecido, con Cyanogenmod 11 y sin haber usado mi cuenta de Google para nada. Puedo asegurar que el terminal agradece mucho la eliminación de esa pléyade de servicios que, corriendo en segundo plano, ralentizaban la experiencia de uso (la mayoría relacionados con Samsung y Google). Servicios que, en la versión estándar de Android, no era posible deshabilitar, ni tampoco desinstalar las aplicaciones que hacían uso de ellos.

      Mi terminal es un Samsung Galaxy S3 Mini, que aún pago a plazos a Yoigo (permanencias y demás al margen) y que recientemente se había actualizado a Jelly Bean 4.1.2. Dicen las malas lenguas que la supuesta actualización a KitKat que anunció Samsung hace unas semanas para este móvil nunca se va a llevar a cabo. En cualquier caso no es el deseo de estar a la última lo que me mueve a instalar Cyanogenmod, sino el proseguir dando pasos en pos de alcanzar una mayor libertad en el uso del dispositivo. Vamos, pues, a entrar en materia.

      Descargar aplicaciones necesarias
      ¿Qué necesitamos para instalar Cyanogenmod? Si bien hay algún que otro tutorial por ahí para hacerlo bajo GNU/Linux, es obvio, por razones de cuota de uso, que la gran mayoría se centran en cómo realizarlo bajo Windows. Dado que es un asunto delicado y que GNU/Linux y los puertos USB de mi equipo mantienen una relación un tanto especial (todavía hay ocasiones, raras eso sí, en que el kernel, en Arch y Chakra, no reconoce de inicio algún puerto) decidí que lo haría en mi partición con el sistema de Microsoft. Sí, igual parece un tanto hipócrita, pero no tengo dinero para reemplazar el terminal en caso de "brickeo". Qué se le va a hacer, tengo que ir sobre seguro.

      Las aplicaciones en cuestión que necesitamos son:

      - Odin. Herramienta principal que se encarga de "flashear" las ROMs en nuestro móvil.

      - La ROM de Cyanogenmod. Existen varias alternativas, tantas como versiones de Android. Yo escogí la más moderna, basada en KitKat. Es necesario destacar que Cyanogenmod no soporta oficialmente el Galaxy S3 Mini, de modo que se debe emplear una ROM no oficial "cocinada", en este caso por uno de los mejores y más prolijos "chefs": Maclaw studio. Es un archivo "zip" que habrá que descomprimir, quedando en formato "tar.md5".

      - Una ROM oficial de Samsung, aquella correspondiente a nuestro operador y modelo, por si acaso algo sale mal o, simplemente, no nos gusta Cyanogenmod una vez instalada y deseamos regresar el teléfono a su estado anterior.

      ¿Hace falta ser root?
      Haré especial hincapié en este aspecto, pues me costó bastante aclarar el concepto durante mis días de estudio del tema. La respuesta es NO. La ROM que vamos a instalar nos convierte automáticamente en "root", por lo que no tiene sentido "rootear" el dispositivo para, a continuación, instalarle una ROM "rooteada". Es una redundancia que tan solo aumenta las posibilidades de que nos equivoquemos en algún paso y la liemos. Por tanto, que quede claro y diáfano: NO NECESITAMOS SER ROOT PARA INSTALAR CYANOGENMOD.

      La instalación, paso a paso
      Una vez contamos con todas las aplicaciones descargadas en el ordenador, es el turno del hardware indispensable: no, no te asustes, se trata únicamente del teléfono y del cable USB. En algunos tutoriales recomiendan que el cable sea el original que viene con el terminal. Pese a que desconozco el motivo, y no entiendo qué diferencia puede haber, por aquello ya comentado del miedo al pisapapeles de lujo, opté por dicho cable.

      Es conveniente que la batería del terminal esté cargada. No voy a aconsejar ninguna cantidad de carga en particular, tan solo apuntaré que el proceso, en mi caso, apenas si llevó diez minutos, por lo que tampoco entiendo el motivo por el cual algunos tutoriales aconsejan hasta un 85% de batería... En fin, allá cada cual.

      1 - Conectar el teléfono al ordenador y abrir Samsung Kies. Con este primer paso nos aseguramos de que Windows reconoce perfectamente el terminal e instala los controladores precisos para su funcionamiento.



      2 - Hacer copia de seguridad de los datos. Ya que estamos con el Kies, aprovechemos para salvaguardar nuestros preciados archivos. Si hay un caso en que está justificada una copia de seguridad, es éste. Los contactos, por su especial relevancia, son tal vez la parte más delicada del proceso. En mi caso, puesto que utilizo ownCloud, los tengo centralizados en la nube y más adelante explicaré cómo recuperarlos.


      3 - Cerrar Kies y desconectar el teléfono del ordenador. Importante asegurarnos de que Kies se ha cerrado y no está minimizado en la bandeja del sistema.

      4 - Una vez el teléfono está desconectado del ordenador, lo apagamos. A continuación, lo reiniciamos el modo descarga, pulsando a la vez 3 teclas: volumen abajo, menú (botón central) y botón de encendido.

      5 - Ejecutamos Odin en el ordenador.


      6 - Conectamos el móvil al ordenador. Aparecerá un "0:COM4" (los números pueden variar) sobre fondo celeste en la casilla ID:COM, y un "Added" en los mensajes. Las únicas casillas que deben estar marcadas en Odin son las que vienen así por defecto: "Auto Reboot" y "F. Reset Time".

      7 - Hacemos clic en el botón "PDA". Se abrirá una ventana del explorador de archivos para que seleccionemos la ROM ya descomprimida (archivo con formato tar.md5).


      8 - Pulsamos el botón "Start" en Odin. Veremos una barra de progreso con el tiempo restante para finalizar. Cuando acabe su tarea, el teléfono se reiniciará solo y podemos desconectarlo del ordenador.

      9 - Al reiniciar se mostrará el logo de Cyanogenmod y el terminal comenzará a optimizar las aplicaciones existentes para la nueva versión de Android. En algunos tutoriales recomiendan quitar la batería del móvil en este instante. Yo no tuve tiempo de hacerlo, lo único que ocurrió, tras tratar de optimizar las 155 aplicaciones que tenía en mi móvil, fue que algunas de ellas se cerraron y punto. Se optimice o no, lo primordial es apagar el terminal, para poder realizar el siguiente paso.

      10 - Encendemos el teléfono en modo "recovery". La ROM que acabamos de instalar cuenta con la herramienta TWRP Recovery, que nos permitirá borrar la caché, principal fuente de conflictos al actualizar nuestro móvil a Cyanogenmod. Para iniciar en este modo, hay que encender el móvil pulsando volumen arriba, menú (botón central) y botón de encendido. No nos asustemos por la cantidad de opciones que aparecen (en inglés), basta pulsar "Wipe cache" (deslizar el botón azul hacia la derecha, nada más), lo que devolverá el terminal a su estado de fábrica ("factory reset"), pero con Cyanogenmod 11 en lugar de Android Jelly Bean. A continuación pulsamos "Reboot" para reiniciar el móvil.

      Pues ya está, diez sencillos pasos. Tras el primer reinicio, el teléfono tardará un poco en llegar hasta el menú (pueden pasar hasta diez minutos, en mi caso, apenas un par). De inmediato se nota que algo ha cambiado, una sensación parecida a cuando pasamos de Windows a GNU/Linux, pero sin curva de aprendizaje, pues Cyanogenmod es Android, solo que sin encorsetar.


      Mi móvil sin Google
      Lo más notable de los primeros días de uso de mi "nuevo" móvil es la ausencia de "la gran G" en él. Ello implica no instalar la tienda de aplicaciones, si bien esto es una elección personal y quien así lo desee puede hacerlo, obteniéndola desde aquí.Sin embargo, yo os propongo una alternativa, el binomio F-Droid + APK Downloader.

      F-Droid es una tienda de aplicaciones gratuitas y de código abierto donde podemos encontrar gran cantidad de programas muy útiles. Por citar algunos de los que tengo instalados: Firefox, Kdeconnect, Floating Stickies, Duck Duck Go, Telegram, ownCloud...


      Pero claro, no están todas las aplicaciones a las que muchos estamos habituados. Para mí, por mi trabajo, resulta esencial Whatsapp, por poner un ejemplo. En este caso podemos optar por descargar la aplicación desde la propia web de la empresa desarrolladora. Para los casos en que esto no sea posible, podemos usar APK Downloader. Esta web funciona generando enlaces de descarga directa a las aplicaciones presentes en Google Play (siempre que no sean de pago, claro) sin tener que pasar por la tienda en sí. Basta introducir el nombre, que suele comenzar con "com.", y que podemos averiguar si navegamos hasta Google Play y localizamos la aplicación en cuestión. Por ejemplo, con Runtastic, como hago en este vídeo:


      Esto es algo que podemos hacer directamente desde el móvil, aunque en el vídeo lo he realizado en mi equipo de sobremesa con Arch Linux por pura comodidad. Una vez descargado el archivo ".apk" basta instalarlo en nuestro Cyanogenmod. Fácil, ¿verdad?

      Recuperando mis contactos y mi calendario
      Desde que conocí el servicio de alojamiento en la nube de ownCloud y me fijé en la posibilidad que brinda de sincronizar calendarios y contactos, tuve claro que iba a ser pieza clave y fundamental en la liberación de mi móvil. Y no me equivocaba.


      Dos aplicaciones he empleado para este menester, ambas descargables desde F-Droid: CalDAV Sync Adapter (calendario) y DAVdroid (contactos). Si bien parece que la segunda de ellas es capaz de sincronizar también el calendario, decidí usar la primera para dicha tarea, pues ya la había instalado en el móvil cuando corría Jelly Bean, con bastante buen desempeño. En ambas aplicaciones basta añadir nuestras credenciales y el enlace que podemos obtener en la web de ownCloud en los respectivos apartados de Calendario y Contactos. Desde ese momento tendremos disponibles, en las aplicaciones del móvil, las cuentas de sincronización de ambos. No hay que hacer más... ¡y funciona!


      En los días de uso y probaturas con Cyanogenmod 11 he de reconocer que se trata de un sistema operativo fantástico, que corre con total soltura y fluidez en el Galaxy S3 Mini. No echo en falta funcionalidad alguna: cámara, vídeos, redes sociales y, por supuesto, lo esencial, que tantas veces se nos olvida: hacer y recibir llamadas. Sirva mi experiencia por si alguien está dudando si merece la pena dar el salto: no dudes más, la merece. Termino recordando que esto no es un tutorial, sino un resumen de los pasos que me llevaron a realizar el cambio de sistema en mi terminal con éxito. No puedo (y no quiero, qué demonios) responsabilizarme de que alguien convierta su móvil en un ladrillo siguiendo dichos pasos. Por muy sencillos que estos sean, siempre se puede meter la pata. Documentarse, informarse, leer y releer suelen dar buen resultado. Recomiendo a quien quiera instalar este genial sistema que haga lo mismo.

      Pienso, luego existo... e instalo Chakra Descartes

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      No ando muy activo en el blog últimamente, lo reconozco. En parte se debe a que está siendo un mes muy cargado de trabajo en la "vida real", si bien me encuentro bien asentado en mi distro de siempre y no veo la necesidad de cambiar o probar otras cosas. Bueno, de probar, digamos que sí, pues por la partición que tengo para tal efecto han rodado ya Debian, Arch, Linux Mint Debian y, en los últimos días, hasta Ubuntu Trusty. Pero no son más que jugueteos y escarceos sin interés suficiente para merecer una entrada, sinceramente. No es el caso de la nueva edición de Chakra, llamada Descartes, que paso a presentaros en palabras de Neophytos Kolokotronis, más conocido como tetris4.



      El equipo de Chakra se enorgullece en presentar la primera edición de la serie Descartes, emparejada con los lanzamientos de KDE 4.13. Estamos entusiasmados con la inclusión del nuevo set artístico, obra de Malcer, de nombre Sirius. La experiencia Chakra al completo ha sido mejorada al mínimo detalle, desde el tema de GRUB hasta el escritorio KDE.

      Entre tanto, además, Chakra se ha mudado a un nuevo servidor. Esto ha tenido un tremendo impacto en nuestros usuarios y en nuestra estructura interna (N. del T. : y que lo digas, los servidores han estado caídos en muchas ocasiones). Hemos dedicado un montón de esfuerzos a mejorar nuestras herramientas, resultando en que ahora son más funcionales, a la par que más sencillas de mantener. Nuestros sistemas de compilación han recibido varias mejoras y nuestros repositorios ya están preparados para la migración a Akabei, el nuevo gestor de paquetes que planeamos introducir en un futuro cercano.

      Además, gracias a la colaboración entre el equipo de Chakra y arnt (creador de Octopi, una interfaz gráfica para pacman), nos complace anunciar que el "fork" que usábamos hasta ahora, Oktopi, se ha fusionado con la última versión de Octopi. Esto beneficiará a nuestros usuarios, dado que podrán aprovechar todas las mejoras que se implementen "upstream".

      Esta nueva versión de Chakra incluye las siguientes mejoras y actualizaciones:

      KDE Software Compilation. Chakra incorpora la última versión estable de la KDE SC, 4.13.1, donde el buscador Nepomuk ha sido reemplazado por Baloo. En Chakra hemos creado un parche que permite al usuario deshabilitar Baloo, pero nuestro consejo es que se mantenga habilitado. Por favor, informe si encuentra algún problema en las opciones por defecto.

      Herramientas de Chakra. Nuestras herramientas han sido totalmente traducidas a 30 idiomas, gracias al increíble trabajo de nuestros usuarios en Transifex.

      Set artístico. Nuevo logo de Chakra y nuevos temas "Sirius" por defecto para GRUB, KDM, KSplash, Yakuake y un nuevo fondo de escritorio.

      Controladores: 
      • Nvidia 331.38
      • Catalyst 13.12
      • xf86-video-nouveau 1.0.10
      • xf86-video-ati 7.2.0
      • xf86-video-intel 2.21.15
      • mesa 10.0.5
      • Se debe tener en cuenta que el paquete catalyst-legacy ha sido eliminado de los repositorios al no soportar la nueva versión del servidor X. En su lugar se puede usar el controlador libre (xf86-video-ati), ahora con mejor soporte para tarjetas antiguas.
      Paquetes del núcleo. Kernel 3.12.15, xorg-server 1.14.5 y systemd 212.

      Nuevas aplicaciones por defecto.
      • Octopi
      • kcm-pacman-repoeditor (ayuda para editar los repositorios de pacman desde "Preferencias del sistema")
      • kcm-about-distro (que también se encuentra en "Preferencias del sistema" y muestra un pequeño resumen del sistema y la instalación)
      • Kup (una sencilla aunque potente solución de respaldo que emplea rsync y/o bup para realizar respaldos tanto incrementales como sincronizados)
      • Kcalc
      El repositorio extra, que se encuentra deshabilitado por defecto, proporciona las aplicaciones GTK imprescindibles y sus dependencias. Para activarlo, use kcm-pacman-repoeditor (Chakra Repositories Editor en "Preferencias del sistema") u Octopi. Las instrucciones para realizar este cambio manualmente se pueden encontrar en esta guía paso a paso. Para más información, consultar el manejo de repositorios en la documentación.

      Por favor, tenga en cuenta que nuestro instalador Tribe, no soporta todavía oficialmente UEFI, RAID, LVM o GPT, aunque podrá encontrar algunas soluciones en nuestros foros. Para crear un medio de instalación confiable, siga las instrucciones de la wiki. Las imágenes iso de Chakra no soportan unetbootin, y los DVDs se deben crear a una velocidad no superior a 4x.

      Fin del anuncio.

      Como colofón a lo publicado por Neophytos añadiría que, al tratarse de una distribución modelo "half-rolling", aquellos que ya tenemos instalada Chakra no necesitamos volverlo a hacer. Si queremos disfrutar de los cambios, basta instalar algunos paquetes y elegir los nuevos temas en los correspondientes apartados de la configuración de KDE:

      sudo pacman -S grub2-themes-sirius kde-kdm-themes-sirius kde-ksplash-themes-sirius kcm-pacman-repoeditor chakra-wallpapers-descartes kcm-about-distro kup kdeutils-kcalc

      Para cambiar el tema en GRUB, entramos en "Preferencias del sistema" --> "Arranque y Apagado" --> "Cargador de arranque GRUB2" y en la pestaña "Apariencia" elegimos el nuevo tema.


      Para la pantalla de "login", en "Preferencias del sistema" --> "Pantalla de acceso" --> "Tema".


      Y para Ksplash, de nuevo, "Preferencias del sistema" --> "Apariencia del espacio de trabajo" --> "Pantalla anunciadora".


      La información del sistema está en "Preferencias del sistema" --> "Acerca del sistema".


      Las copias de seguridad se pueden configurar en el módulo "Copias de seguridad".


      Y un vistazo al editor de repositorios y al remozado Octopi.



      Descartes me trae muchos recuerdos, no en vano en aquella ya lejana prueba de Selectividad de 1994 en la Universidad de Sevilla, fue un texto suyo el escogido para demostrar nuestros conocimientos filosóficos, junto con otro de Popper, creo recordar. Estoy mayor y ya me da por contar batallitas, lo sé... Ahora, que se cumplen 20 años de aquel examen para mí y los de mi quinta, no hay mejor homenaje que lanzar la nueva serie de Chakra, dedicada a KDE 4.13, con el nombre de tan insigne pensador. Espero que disfrutéis de esta nueva edición de Chakra y, como siempre, para cualquier duda o problema que os pueda surgir os emplazo a los lugares habituales, por los que pulula gente de lo más amable y dispuesta a ayudar que os podáis imaginar... incluyéndome a mí :P

      Un gran saludo para todos.

      Chakra y yo

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      No me preguntéis por qué, no sabría deciros, pero hoy siento la imperiosa necesidad de hablar de mi distribución GNU/Linux favorita. Podría hacer un nuevo tutorial de instalación, el antiguo ya se quedó más que obsoleto, pero obviando el tema de los extintos "bundles", poca cosa ha cambiado. También podría optar por un artículo del estilo "cosas que hacer después de...", pero resulta que ya existe, y sigue vigente. ¿Entonces? ¿Qué se puede escribir sobre Chakra en un día como hoy, recién salida del horno la última versión?



      Pues me voy a decidir por un artículo más personal, con opiniones que, como tales, son altamente subjetivas e intransferibles. Algo parecido al "Razones para apostar por Chakra" que escribí en su día, más de dos años atrás. Sabéis, los que habéis leído este blog con cierta asiduidad, que he padecido, padezco y padeceré de un enfermizo distro hopping asociado a la curiosidad y mi gusto por los sistemas operativos. Por fortuna, con el tiempo he ido domando a la fiera interior y ya me lo tomo como un hobby, un pasatiempo, siempre respaldado por la comodidad de mantener una distribución principal inamovible para el uso cotidiano. Y ésa es, no es ningún secreto, Chakra GNU/Linux. A veces me pregunto por el motivo, dada la cantidad de distribuciones existentes, de quedarme con una que está muy lejos de ser de las más usadas, populares o como queráis llamarlas. En Distrowatch, de hecho, ocupa actualmente el puesto 50 entre las distros más visitadas en los últimos 6 meses.

      Hagamos, si os parece, un ejercicio de introspección sobre por qué Chakra y no otra.

      Por el modelo "semi-rolling"
      Pienso que la política de actualizar continuamente las aplicaciones y con menor frecuencia los paquetes centrales del sistema es la más adecuada para mi gusto. Chakra suele lanzar una actualización importante cada 3 meses. El resto del tiempo, los paquetes con la potencialidad de romper el sistema no se tocan, lo que crea un entorno de máxima estabilidad, aderezado con aplicaciones que sí están al día. En mi sistema cuento en este momento con el kernel 3.12.15-1, mientras que, por poner varios ejemplos, en Arch se encuentra el 3.14.4 y en Ubuntu Trusty el 3.13. Esto implica necesariamente que no se pueda disfrutar de un kernel más moderno, algo que no es un problema para mí. Sin embargo, se puede optar por uno más antiguo, pues basta instalar el kernel LTS (actualmente el 3.2.57).


      Por la estética impecable
      De todas, digo bien, TODAS las distros que he probado, encuentro en Chakra el set artístico y el estilo más conseguido, el KDE mejor integrado y estéticamente más bonito. Aquí he de volver a insistir en lo subjetivo de la apreciación, claro está. Para gustos, colores. El fenomenal trabajo de Malcer dota a Chakra de una personalidad propia, fácilmente reconocible en el tema Caledonia por bandera, junto con Sirius (igual que antes fue Dharma), como "artwork". Al contrario que en otras distribuciones que he usado con KDE, no siento la necesidad de cambiar nada, ni siquiera preciso recurrir a los iconos KFaenza. Digamos que en otras distros, los iconos Oxygen no me gustan... pero en Chakra forman parte de un conjunto que queda bien.


      Mención aparte merece la tipografía, que hace uso de los parches de Ubuntu, reconocida por muchos como la distribución con mejor renderizado de fuentes. El hecho de que luzcan así de bien recién instalado el sistema es un punto a favor de causar una buena impresión en el usuario. Recuerdo mis vanos esfuerzos por encontrar una fuente tipográfica que se viera bien en otras distros con KDE. En Chakra, una vez más, no necesito cambiar la que viene por defecto.

      Por la gestión de paquetes
      Soy un enamorado de pacman desde que tuve el gusto de conocerlo, gracias a Arch. En mi opinión no hay gestor más sencillo y potente que éste. El sistema de repositorios, unido al de los usuarios (CCR) y el poder beber directamente de las fuentes de AUR y Arch constituye una tremenda ventaja. De ahí que, personalmente, no encuentre tan acertado el próximo cambio a Akabei. Pero no puedo escribir sobre algo que no conozco, de modo que lo dejo ahí al no haber probado el nuevo gestor, que se encuentra en el repositorio [testing].


      Por la comunidad
      He intentado, en los períodos en los que he usado otras distribuciones, hacerme un hueco en las respectivas comunidades. El no haberlo conseguido puede ser más culpa mía que otra cosa, pero aún así, en ninguna otra comunidad encontré la disposición a ayudar y la facilidad para aportar que hallé en Chakra. Los desarrolladores siempre están disponibles en los foros o en el IRC, además de permitir al usuario ser partícipe de las discusiones sobre las decisiones que atañen al futuro de la distribución. Se podría decir que Chakra es una distro democrática, salvando las distancias de lo que el término implica.


      Por sus limitaciones
      Tal vez os resulte incongruente que un amante de la libertad vea algo positivo en las restricciones que impone el uso de Chakra. Depende del modo de enfocarlo, en realidad. A mi enfermedad del "distro hopper"se ha venido en añadir a veces la del "desktop hopper", algo que es imposible por definición en Chakra, centrada absolutamente en KDE. Años de uso del escritorio me han habituado a sus soluciones y herramientas, que considero superiores en su mayoría a las ofrecidas por otros entornos. Y no me voy a quedar en lo abstracto, no.

      Concretando en aplicaciones que uso, ya no extraño a Shotwell, que se ha hecho muy pesado para mi gusto. Los días de juguetear con Cheese ya pasaron. La pobre integración de Thunderbird con calendarios y contactos en la nube lo descartan para mí (aunque éste sí está en Chakra), tan habituado como estoy a Korganizer y sus funciones de serie. Algo tan sencillo como cambiar de fondo de escritorio cada cierto tiempo no precisa de una aplicación de terceros, KDE lo implementa "de fábrica". Ya no me veo obligado a usar Rekonq o Qupzilla, pues la integración de Firefox es perfecta tras la desaparición de los "bundles". Y en Chakra tengo Libreoffice, Spotify, Skype, Qsopcast, qbittorrent, Popcorntime, Kdeconnect... En resumidas cuentas, ya no echo nada en falta, al contrario que antaño.


      Este es un artículo de autocomplacencia, de puro y duro narcisismo para con la distribución que uso. Mi intención no es denostar al resto de opciones que GNU/Linux nos presenta, que son muchas y muy buenas. Quien a estas alturas de la película todavía no se haya enterado de que no hay distribuciones buenas o malas, sino buenas o malas combinaciones de sistema, usuario y equipo... pues que se vaya enterando, que ya es hora. Pero para que esa fórmula alcance la cuasi perfección se precisa un sistema de gran calidad, sencillo de instalar e incluso de mantener. Chakra es uno de esos sistemas. Ligero, bonito, práctico. Y para mí, su reconocido fanboy, no hay otro igual.

      La jauría humana

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      En solo cuatro días, que se dice pronto, cuatro simples días que han transcurrido desde las últimas elecciones europeas, ha surgido de las cavernas una ingente cantidad de opinadores que lanzan improperios como si no hubiera un mañana, cual jauría. ¿Por qué gente que ni siquiera sabía quién era Pablo Iglesias Turrión hasta el pasado domingo a eso de las once de la noche lanza insultos y calumnias contra su persona, con los ojos inyectados en sangre, por todo espacio de comunicación que se le presente? Los veo en la TV, los oigo en la radio, los leo en Facebook, Twitter y Google Plus. Una manada, como gobernados por una mente única, que gruñe, patalea y miente. Insisto: ¿por qué?



      Han bastado cinco diputados, cinco escaños para el Parlamento Europeo. Más de un millón de votos de españoles para Podemos, un partido político que no se auto-denomina como tal, sino como un conjunto de ciudadanos que pretenden devolver el poder de decisión al pueblo, al entente más numeroso y siempre más perjudicado por quienes hacen política. Gente que ha adelantado por la izquierda a varios partidos, que se financia con campañas de "crowdfunding", que no envía cartas postales por valor de dos millones de euros a diestro y siniestro para promocionarse, ni paga vallas publicitarias o espacios en televisión. Y eso molesta y asusta, más lo segundo que lo primero, a la clase política acomodada y apoltronada, que no desea perder ninguno de sus privilegios. Hacen números y se acobardan. En solo cuatro meses ha logrado más de un millón de votos... ¿qué no podría conseguir de aquí a las próximas elecciones generales? Y empiezan a sudar... y a ladrar.

      Si uno presta atención a sus ladridos, puede oir que Iglesias es una mezcla de líder bolivariano, tirano norcoreano y terrorista iraní. Todo en uno. Que es un anti-sistema (como si el sistema no fuera anti-nosotros). Que quema contenedores, hace malvados "escraches" contra honrados políticos, defiende utopías marxistas que nos llevarán a la ruina (como si no hubiera seis millones de parados y montones de personas que viven ya de la caridad en España) y mata un gatito cada día. Que pretende limitar mi derecho a ser asquerosamente rico, sí, ese derecho que, vaya fastidio oye, resulta que choca con el derecho de mucha otra gente a no ser pobre. Qué barbaridad, mire usted...


      Me indigna profundamente que todos esos tipos y los que les siguen califiquen la irrupción de Podemos como la consecuencia de las dificultades por las que pasamos un montón de descerebrados, gente que escucha a un mesías con coleta y le vota sin conocer siquiera un punto de su programa electoral, esa lista de opciones trotskistas irrealizables. Nos llaman gilipollas en nuestra cara, básicamente. Será eso, será que los listos son ellos, los que siguen votando a los mismos que robaron, roban y robarán, los que no están dispuestos a modificar la Constitución salvo que se lo pida Alemania (y entonces la cambian en cinco minutos), los que apoyan a partidos con auténticas redes clientelares dentro del sistema que les proveen sistemáticamente de millones de votos propiciados por el miedo a perder el chollo. Los que rescatan bancos pero no a las personas. Ellos son los listos, los que votan con cabeza, claro que sí.


      Y rematan con que la justicia social no existe, que las oportunidades estaban ahí para todos, que si tú no las aprovechaste es que eres un vago y un demagogo. Que yo tengo derecho a ganar miles de euros al mes y tú a no llegar a novecientos, porque yo lo valgo y tú no, yo me he esforzado y tú no. Como si no hubiera en este país más gente en paro que los llamados "perroflautas", esos a los que Iglesias quiere darles una paga por no hacer nada, quitándome a mí lo que es legítimamente mío. Que la culpa de tu desgracia la tienes tú y solo tú. Es una forma bastante eficiente de que no levantes cabeza, cuando crees que el único responsable de lo mal que te van las cosas eres tú mismo. Sus lujos, sus cuentas en Suiza, sus catorce sueldos, ésos no tienen culpa de nada. La culpa es tuya y del fontanero que cobra una factura sin IVA y del obrero que se compró un piso por encima de sus posibilidades. Tal es su desvergüenza.

      Lo peor de todo este despropósito es que mucha gente se lo traga. Es así. Gente que es honrada, pequeños y medianos empresarios que ya tienen pesadillas con "el de la coleta" entrando en sus negocios y expropiando esto y aquello. Y se lo creen porque el sistema ya ha puesto en marcha la maquinaria propagandística para que así sea. En cuatro días, señoras y señores, cuatro simples días. Portadas de periódicos otrora serios y hoy una herramienta más de los poderosos, que tachan a un supuesto futuro Congreso de ingobernable si no se olvida uno de estos partidillos de tres al cuarto y vuelve a la senda del bien, el bipartidismo: los de la derecha y más allá. Aún más ilógico y desconcertante es toda esta basura extremista cuando uno se da cuenta de que hay quien ataca a Iglesias por todo lo contrario: comunistas "de toda la vida" que piensan que no es más que un juguete del sistema creado por una cadena de TV para dividir a la verdadera izquierda, y sus propuestas son tibias e inanes para cambiar lo establecido.


      Pues tengo malas noticias para la jauría: Podemos ha llegado para quedarse porque la gente de a pie así lo ha decidido. Ladran, luego cabalgamos. Y me da igual que me llamen iluso, utópico o bolchevique. El sistema capitalista tal y como lo tienen montado ha alcanzado un punto de no retorno. Han robado ya tanto, y de un modo tan descarado, que hay mucha gente dispuesta a que esta farsa no continúe. Y cuando tantos se cansan, se unen y encuentran una cabeza visible (con coleta en este caso), entonces es cuando el miedo se muda de bando. Entonces es cuando, por muchos ladridos que escuches a tu alrededor, el cambio comienza a gestarse sin vuelta de hoja.

      RedFox: software de gestión de PYMES de código abierto

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      Traigo a colación a este vuestro blog, a petición expresa de sus creadores, una suite completa de gestión para la pequeña y mediana empresa, de nombre RedFox 5. Se trata de un conjunto de soluciones destinadas a dar cobertura a lo que la empresa Neux Software considera un punto débil dentro del mundo de GNU/Linux. Si bien RedFox estará disponible para otras plataformas, los desarrolladores han decidido apostar primero por su lanzamiento en nuestro sistema operativo favorito, de tal forma que durante esta semana se pretende liberar la primera versión alfa. Quien lo desee, no obstante, ya puede consultar el código fuente en la página de RedFox en github.



      Mi desconocimiento de este tipo de herramientas es total y absoluto, por lo que no puedo permitirme el lujo de opinar sobre la existencia o no de opciones similares. Sí creo oportuno señalar, para no llevar a nadie a engaño, que código abierto no quiere decir gratis... al menos en lo que a mantenimiento se refiere, como es lógico, por otra parte. La empresa pone a disposición de los usuarios un plan de precios que se puede consultar en el apartado correspondiente de su web.

      Y puesto que poco o nada sé sobre el tema, no me queda más que añadir, dejando que sea uno de los desarrolladores de la aplicación, Marc Miralles, quien la defina:

      "RedFox es un proyecto GNU en el que un grupo de personas de España y México llevamos trabajando durante aproximadamente tres años.

      Se trata de un software de gestión de empresa GNU GPL hecho en c++Qt
      sobre Linux. Lo hemos hecho en Linux y GNU GPL ya que creemos que hay
      otras formas de hacer las cosas e incluso de ganarse la vida sirviendo,
      ayudando y facilitando las cosas a los demás (aunque más adelante
      saldrán versiones compiladas para otros S.O.) Pero Linux nos ha dado
      mucho y se merece ser el primero, además RedFox aspira a llenar ese
      punto débil de Linux (la gestión de la empresa, gestión de clientes,
      proveedores, albaranes, facturas, gestión de cobros y pagos.... etc.)

      Muchos pequeños y no tan pequeños emprendedores ven como no pueden
      acceder a buen software  para su empresa. RedFox nace con la idea de que
      todo el mundo tiene derecho a un buen software para gestionar su empresa
      y por eso nos esforzamos en hacer que sea completo, fácil de instalar y
      de usar, agradable, multiempresa, multiejercicio y multimoneda, y como
      no, de código abierto y GNU para que entre todos hagamos grande la idea
      de un software asequible a todos, a los que empiezan y a los que
      continúan luchando para salir adelante.

      En nuestra web www.neuxsoftware.com y en www.neuxsoftware.com/redfox
      podrás encontrar más información al respecto de este proyecto que esta
      semana entrará en fase alfa, lo que permitirá descargar un .sh para
      instalar RedFox en cualquier distro Linux.

      RedFox es un proyecto creciente, aún tenemos muchas ideas por delante
      para conseguir que Linux en escritorio ya no tenga excusa para no correr
      en las empresas. La base está hecha, ahora vamos a por hacerlo mejor y
      más completo aún."


      Pues informados quedan aquellos lectores a quienes les pueda interesar. Por mi parte, estaré pendiente del desarrollo de esta aplicación, así como de portarla al CCR de Chakra cuando se publique la versión estable. Me parece que merece la pena dar pábulo a este tipo de soluciones de código abierto, que contribuyen al desarrollo del software libre a la par que pueden servir de sustento a sus creadores, con un modelo de negocio que a grandes grupos empresariales, como Suse o Red Hat, les ha funcionado bastante bien.

      No me queda más que desear suerte a sus creadores y agradecer su apuesta por el software GNU.

      Vacaciones indefinidas

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      Este es un pequeño artículo para anunciar mi retiro del blogueo activo, aunque dado el ritmo de publicación que actualmente llevaba, es una constatación de lo obvio. ¿Para qué aburrir otra vez con lo mismo? Los motivos no son distintos a los de las últimas veces: cansancio del mundillo y necesidad de dedicar tiempo a otras cosas. Porque aunque no lo creáis, en este último mes he intentado, de veras que sí, volver a revisar distribuciones. No en vano, he instalado Linux Mint, Antergos, Ubuntu, KaOS... Era un intento de revitalizar el blog con aquello que mejor funcionó durante sus inicios. Pero no ha habido manera, no he encontrado más que frustraciones e irritación donde antes había diversión. Por no hablar del día entero que pasé intentando compilar para Chakra algo que funciona sobre la marcha en Ubuntu, no digamos ya en Windows. Es absurdo y lo sé. Solo que, a la vez, es adictivo.


      Así que, lo dicho. Para no volver a caer en viejos errores, no diré que lo dejo para siempre, aunque en el fondo es mi intención. Como dicen los angloparlantes, estamos "on hiatus". Indefinidamente. Y dado que tengo experiencia ya en intentar alejarme de GNU/Linux, también sé que si sigo pendiente de los comentarios del blog, las comunidades de Google + y Twitter, volveré a sentir el gusanillo. Por eso, perdonen que no les conteste o les siga. Lo hago por una cuestión de salud, que de eso, algo entiendo. Esta vez, al menos, me quedo como usuario de la distro en que todo me funciona. Me hubiese gustado ser más equilibrado, pero supongo que está en mi naturaleza dedicarme por entero a algo o no dedicarme en absoluto. Soy así, no lo puedo remediar.

      Sean felices. Un abrazo comunitario de quien una vez fue shadow.
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